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⌞𝓛𝓮𝓿𝓲⌝
Guardé silencio mientras Zackly leía el informe en voz alta. Por más críticas que tuviera, no podía negar que la misión fue un éxito pese al poco manejo de territorio que teníamos. Mi atención cambió a Historia, esa niña parece enferma.
—Lo siento, tengo que retirarme—dijo Historia tapando su boca, salió corriendo de la sala de juntas.
—Dado que el escuadrón se retiró no tenemos un número exacto de objetivos que podemos tachar—dijo Hange cuando Zackly terminó—. Sin embargo, nuestros soldados identificaron algunos nombres que están señalados en esta hoja.
—Excelente—dijo Zackly recibiendo la hoja—. ¿Dónde está la doctora Shadia? Pensé que estaría aquí para contarnos a detalle su misión. Fue su idea.
—Tiene problemas que atender en EIRA—respondí. Viejo imbécil.
—Qué lástima—dijo guardando las hojas en su carpeta.
—¿Los avances de la investigación de Arabella fueron destruidos?—preguntó Pixis, asentí—¿Y Arabella Veenstra?
—Muerta—dije.
—Tenemos el tiempo suficiente para enfrentarnos—dijo Hange—. A partir de ahora, son tres meses.
—Trataremos de reducirlo a dos—completé.
—No tengo nada más que cuestionar. Maravilloso trabajo—dijo Zackly—. Teniente Ackerman, dígale a la doctora Veenstra que fue un gran plan.
—Dígaselo usted mismo—dije saliendo de la sala.
Era mentira lo que dije. Shadia estaba en casa, llorando desde que volvimos. Ni siquiera los niños son capaces de sacarla de esa depresión. Tuve que pedirle a Ethan que la cuidara mientras estaba en esta reunión.
Relaciono su enfermedad con la gravedad de su situación. Según Ana, hay cosas mínimas que le pueden dar bajones. Es raro que no tuviera uno desde que volvió. Seguro llegó a su límite.
—¡Levi!—gritó Pixis, me detuve para que pudiera alcanzarme— ¿Podrías apartarme una cita con tu esposa?
—Es doctora Shadia o directora Shadia—le corregí, no me gustaba que la conozcan como algo mío o de mí. Prefería que la reconozcan por su propio trabajo o esfuerzo—. Trataré. Es una mujer muy ocupada.
—Es urgente.
Me alejé sin despedirme de nadie. Hange tenía que quedarse para ver unos asuntos en los que no me necesitaba. En realidad, no le pregunté. Sé que ella puede hacerse cargo de esto sola.
Escuché unos pasos torpes acercarse a mí cuando estaba subiendo al tren para regresar. Supongo que no regresaré solo.
—¿Qué pasó?—pregunté buscando un lugar en el tren.
