Blindness- Markhyuck

VI

Mark tenía ahora dos tic's nerviosos, primero el de su ojo izquierdo, que por cierto, Jaemin le comentaba que parecía de coquetería, y otro que había sido provocado después de una bofetada que alguien le había dado después de llamarle maldito acosador.

Estaba enojado con él mismo, para empezar porque era ciego y se estaba perdiendo seguido de un buen chisme. Un chisme en el que él estaba envuelto.
Pero bueno. 
Chisme es chisme, como diría Jaemin.

—¡Oye!, Estúpido, ¿Por qué lo golpeaste?— Ryujin había regresado con dos café en cada mano.

Donghyuck estaba siendo detenido por dos clientes del café que habían percatado que Mark era una persona invidente y estaba siendo golpeado sin razón alguna.

—Este tipo es un imbécil, me estaba coqueteado y acosando— Donghyuck finalmente habló unas cuantas palabras que al resto de la cafetería les pareció que bromeaba.

—Oye, te prometo que no buscaba incomodarte.— Mark se había levantado se su asiento buscando la mano de Ryujin como apoyo.
—Disculpame si te incomodé, no era mi intención.— Mark se sentía incómodo por la situación que estaba viviendo el joven que lo acusaba estúpidamente.

Y bueno, estúpidamente porque Mark es una persona invidente que estaba siendo acusado por acosar visualmente a ese joven de voz chillona.

Donghyuck nunca se percató que el acosador se trataba de una persona ciega, debido que su enojo (que estaba siendo en balde) lo estaba cegando.

Mark se quería morir, pero antes saber bien el chisme, que le preguntaría después a Lucas, quien trabajaba en la cafetería y escuchaba gritarle al dueño de la cafetería para arreglar la situación.

—Ryu, yo no quiero que este problema se haga mayor, por favor, vámonos de aquí.— Mark se aferró a la pequeña mano de la joven que cuidaba de él.

—Estás huyendo de tus problemas, maldito cobarde.

Y el tipo seguía y seguía.

—Ya me disculpé contigo, no era mi intención incomodarte, por favor, acepta mis disculpas.

Donghyuck observaba cómo el muchacho de pómulos sobresalientes tenía la mirada desviada de él.

»No quiere darme la cara.

El asunto terminó como Mark siendo el culpable y él asumió su culpa. Culpa que no tenía, claro. Pero Mark se sentía mal por incomodar a aquel joven que le proporcionó una buena bofetada. Ya no se disculpó más, ya se sentía demasiado avergonzado para casarse más vergüenza.

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—Mark necesito un beso tuyo.— Jaemin, quién arrastraba sus piecitos en la alfombra llegó hasta el cuerpo maduro de Mark.

—¿Qué tienes, precioso?

Jaemin lloró falsamente mientras Mark reía con pequeños suspiros mientras buscaba el rostro del menor para darle un besito en la nariz de Jaemin.

—Nada, sólo venía a buscar un beso tuyo, pero en mis labios, realmente necesito un piquito tuyo, Mark.

Mark reía avergonzadamente por la actitud tan descarada de su mejor amigo, de todas formas le dio el piquito a Jaemin que tanto buscaba.

—Tienes roja tu mejilla, ¿pasó algo?— Jaemin acariciaba cuidadosamente la mejilla mientras depositaba un beso lleno de su babita para, según él, relajar el dolor o irritación.

—No pasó nada, sólo me rasqué mucho y se me irritó.

Mark no le daría conflictos a su mejor amigo.