LXX

89 14 0
                                    

Mark cierra la puerta por cuarta vez. Voltea violentamente hacia su esposo sonriente.

—¿Seguro? —Donghyuck asiente relajado. —No sé. Estás demasiado pálido.

—Tengo tu número, Mark. Jeongin no nacerá hoy. La cesárea está programada para la otra semana. Jeongin no será impertinente.

Mark se inca para estar a la altura del vientre de nueve meses.

—Bebé. No le crees molestias a papi, sé que quieres conocernos y nosotros a ti, no hagas que papi se sienta mal.



★ ★ ★



—¡Jeno! ¡Jeno! —Donghyuck se retuerce sobre su cama y falla en el intento de lograr ponerse de pie.

—¡Jeno! —Grita Jaemin alarmado con Mena en brazos.

Mala idea.

El trio de enamorados había llegado de visita con el fin de pasar tiempo con el moreno y observar su anatomía.

Renjun brinca de emoción.

La sangre se extiende más en el lugar.

—Mena, tu primo Jeongin nacerá. —Jaemin coloca a la bebé en su andadera. Incluso el pequeño perro corre de un lugar a otro.

Otra gota de sangre cae en el piso.

Jeno traga fuerte antes de tener al pesado cuerpo del moreno entre sus brazos y bajar por el elevador hasta su camioneta.

Renjun está ahí. Dejando a Jaemin a cargo del can y de la pequeña Mena.

—¡Llama a Mark y Taeyong! —Donghyuck pide a gemidos. Su entrada duele y no debería ser así. También está sangrando mucho. Llora porque quiere eliminar el pensamiento negativo que lo domina en ese instante.

—No se supone que debas sangrar o al menos, no tanto —Renjun comenta sin segundas intenciones.

Donghyuck solloza en un intento de reprimir sus lágrimas.

Jeno no tiene palabras para consolar a su mejor amigo. Tiende una franela y la coloca en el trasero del moreno.

Jeno sale del auto pidiendo ayuda a enfermeros y paramédicos para el menor.
Renjun muerde sus uñas y Jeno abraza a su lindo novio. Observan a lo lejos al moreno ser atendido por doctoras y doctores, mientras asignan los datos del menor.

—¿Por qué hay sangre tirada?

—¡Oh, Dios! Donghyuck se está desangrando, Mark. —Responde Renjun.

Mark abre los ojos. Intenta correr, pero Jeno lo detiene.

—Mantente aquí, tú no puedes atenderlo por ética. Los dos estarán bien. Se veía demasiado estresado, si entras ahí sólo lo alarmarás.

—¿Qué fue lo que pasó?

—Donghyuck tuvo contracciones y comenzó a sangrar. No sabemos el estado de ambos.

Mark asiente, sabe que a esas alturas su esposo está sedado, pero no sabe nada respecto a su hijo.

Mark decide esperar en la sala de espera durante dos horas, deja a un lado su trabajo de salvar vidas y esperar a que alguien dé el estado de su bebé y su esposo.

Finalmente el enfermo Yoon le indica que puede ver a su esposo e hijo.

—El pequeño se parece a ti, muy bonito—Mark escucha a penas abre la puerta.

—Doctor Kim, —Mark llama —Lo necesitan en urgencias —Forzó su dentadura.

—Lo siento, doctor Lee. Me asignaron al paciente como parte de mi aprendizaje.

—No es muy inteligente de tu parte que digas que el bebé se parece al padre, los recién nacidos no se parecen a nadie. Segundo, tu paciente puede estar casado y tú intentas pretenderlo.

—Doctor Lee-

—Retírate. Hiciste un buen trabajo, pero es mi turno de observar a los pacientes —Mark sonríe al bebé que tiene en los brazos del otro médico. —Dame ese lindo bebé.

—Usted no está autorizado, el paciente es mío.

—Doctor Kim —El recién aliviado llama —Perdón que lo interrumpa.

—Nunca me interrumpes.

—El doctor Lee es mi esposo y padre de mi bebé. No creo que él esté aquí por trabajo.

—Ya escuchaste a tu paciente —Mark arrebata el pequeño recién nacido y lo toma entre sus brazos. Sonríe arrullando al bebé que duerme tranquilo y escucha la puerta ser azotada. —Estás tan tranquilo ahora y no puedes ver cómo dejaste a papi.

—¿Es lindo? —pregunta el moreno.

—Pero claro que es lindo, se parece a ti —Donghyuck sonríe a duras penas. —Todavía no lo conoces, ¿Verdad? —Donghyuck niega con lágrimas en los ojos.

Mark se acerca a pasos torpes, tiene al bebé enrollado en las cobijas color verde pistache, acerca al recién nacido, espera que Donghyuck lo tome entre sus brazos.

—Es tan pequeño —Menciona el menor —Es nuestro, Mark. Tú y yo somos padres de este bebé.

Mark asiente, limpia las lágrimas que resbalan de las mejillas ajenas.

—Perdóname por no estar contigo, por ética no podía hacerlo. Tú y Jeongin están bien y me alegra que así haya sido.

Donghyuck sigue llorando de felicidad.

—¿Tienes hambre? —el moreno asiente. —Conseguiré de comer para ti. Los chicos están afuera, tu hermano debe estar por llegar.

—¿Cuándo saldré de aquí?

—Tú y Jeongin deben ser cuidados por un doctor guapo, que siempre vea por ustedes y su salud.

—El doctor Kim estará muy contento con esa labor, ¿Sabes? —Donghyuck palmea el pecho del bebé.

—Yo creo que lo estará, mi amor. —Mark sonríe forzadamente. —Estaré tranquilo mientras trabajo rodeado de doctoras y doctores guapos. No te había contado, pero últimamente Chenle y yo volvimos a ser un buen equipo.

—Ni te atrevas, Mark Lee. Ni Jisung ni yo merecemos esto.

—Tú mereces todo lo que pidas, precioso.

—No me dejes con el doctor Kim. Desde que desperté no dejó de coquetearme.

—Es un imbécil. Haré que adapten nuestra habitación para que puedas estar bien, el cuarto de Jeongin también será adaptado y los cuidaré. Chenle también estará a cargo.

Donghyuck asiente. Su bebé luce tan tranquilo, el poco cabello que tiene posa en su frente y se mantiene dormido, moviendo la nariz de forma notoria.

—Felicidades, Donghyuck.

—Felicidades, Mark.







Blindness- MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora