Blindness- Markhyuck

XXXV

Casi seis meses son los que la misma situación se repite, pero aún así, cuando Jeno lo visita, trata de darle la mejor sonrisa. Ya no quiere que su mejor amigo se encuentre preocupado.

Ni siquiera entiende porqué Jeno lo visita, él no debe ser su prioridad, su prioridad debe estar en el exterior con sus dos novios y la universidad.

Extraña a Mark, pero vamos. Él hizo un amigo, tal vez mide más de uno ochenta, es carismático y su voz es grave y a la vez graciosa. Asesinó a tres tipos que acosaron a su hermosa flor. Su hermana. 

Si ocupamos la estadística, en la cárcel hay más inocentes que culpables.

Su nombre es Lucas y es bastante amigable.

Es el único que lo defendió cuando lo recibieron de forma violenta en la prisión. Por lo tanto también comparte su comida con él.

Lucas es testigo de todas las veces que Donghyuck es llevado a la habitación para la visita conyugal, lo observa llorar mares cuando él regresa. Le da su consuelo. Es testigo de todas las actitudes violentas de su esposo.
Lucas no lo entiende.

Lucas cura las heridas físicas, pero no puede con las psicológicas.

¿Y Mark?

Donghyuck sigue amando a Mark, y cada que Minjun abusa de él, trata de pensar en Mark, de no ser así, provoca a Minjun hasta dejarlo inconsciente.

Él quiere perderse en sí mismo para no estar viviendo la realidad.

Quiere perderse en lo irreal, pero la realidad lo consume, lo marea y acaba con él poco a poco.
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—Eres candidato.— Irene, oftalmóloga recomendada por Chenle, muy profesional en su vida y trabajo.

—¿En serio?—Es lo único que puede expresar Mark mientras siempre los brazos del chino rodear su espalda.

—Únicamente, faltaría algún donante de córnea.—Mark quiere llorar pero aún no, está listo para conocer el mundo, el mundo ya lo conoció a él.

—Estaremos al pendiente de toda llama, doctora.—Chenle, incluso más que Mark, luce feliz.

Irene también se conmueve, aquellos dos jóvenes lucen tan sentimentales que es contagiada.

Esperan que en un futuro la cirugía salga bien. Se abrazan una vez más, Chenle besa su mejilla, se disculpa, ambos se sonrojan y finalmente ríen.

Terminan comiendo en un restaurante bastante fino, o del nivel económico de ellos.

Haechan se disgustaba cuando almorzaban en tales lugares, y siempre terminaba pagando el menor. Pero Mark compensaba esa acción leyendo cuentos de amor.

Haechan ahora sería un lindo recuerdo.

No sabe nada de él, y tampoco quiere saberlo, tampoco de sus amigos que dejó. Por lo menos no quiere que ellos sepan que está por recuperar la vista.
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—¿Te imaginas que ya estés embarazado?—Minjun pregunta subiendo la bragueta de su pantalón. —Me harías tan feliz, un pequeño Kim nuestro.

Donghyuck quiere matarlo, no le importa que su condena sea superior a la que ya tiene. Le duele todo, su dignidad no existe.

Quiere volver solo una vez más al tipo con experiencia felina, quiere volver a ver su sonrisa.

No quiere estar embarazado, toca su vientre y ruega no tener ahí adentro algo. No quiere que ese alguien sea producto de las acciones más horribles que le han hecho.

Se pregunta si Mark todavía piensa en él. Porque él siempre piensa en Mark, no hay día que no. 

Lucas limpia los restos de sangre que aún yacen en su rostro y manos, seca los lamentos.

Sus piernas no dejan de temblar, sus rodillas no responden, se desespera, no puede realizar algún paso, no deja de temblar y termina cayendo al piso.

—Estás bien, Donghyuck, te prometo que estás bien.—Lucas carga el cuerpo, siente el temblor de las piernas. —Todo estará bien, Hyuck.

Donghyuck se perdió.