XLIII

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Donghyuck es consiste de que desde que habló por primera vez con aquel médico —que aún desconoce su nombre— no deja de pensar en él. Incluso en sus sueños él está presente.

Donde su nombre es Mark y luce más joven a como está ahora. Pero lo guapo y carismático prevalece en ambos tiempos.

Recuerda la primera vez que lo vio sentado en la cafetería, sintió escalofríos, felicidad y confusión.

Aquella vez, fue la primera y última vez que cruzaron palabras. Después de eso, Donghyuck se obligó a sí mismo a evitarlo sin ser descortés.

No lo puede negar, aquel médico tenía una linda sonrisa, comparada con un felino es el mismo físico, además de aquellos ojos redonditos y brillantes.

Eso no es todo, reconoce que es demasiado sexy cuando su pelo negro está de lado y deja ver su frente. Cuando viste de aquella bata, camisa blanca y aquella corbata negra o azul marino que cuelga en su cuello.

No hay ninguna ventaja de tener un día de descanso, porque aquel médico que ahora viste con ropa casual e incluso lentes, está en la librería, en la sección de Lectura y consulta.

Grita internamente cuando su mirada se encuentra con la de él, y se quiere desmayar ahí mismo cuando está caminando a su dirección.

—Ah, qué gran encuentro, ¿No?—El mayor le muestra toda su linda hilera de dientes.

—Un poco.—Donghyuck está nervioso cuando el galeno lo mira fijamente.

—¿Qué se supone que vienes a comprar?

—Libros, como todos vienen aquí.

—Mark, mi nombre es Mark, olvidé decirlo ese día.

Donghyuck sonríe, el primer nombre que tanto pensó queda perfectamente con aquel hombre de piel lechosa.

—Genial, Mark, ya sabes el mío.

—Bien, Donghyuck, suerte con la compra de tus libros.

Donghyuck busca con la vista lo que lleva Mark, pero no hay nada en sus manos.

—¿Tú no compras nada?

—¿No?— Mark busca a su al rededor, y tal como parece, se despistó por la belleza de Donghyuck que olvidó que compraría su libro de medicina. —No.— Afirma para no admitir su error. —Vine de paso.

Aquel hombre se sonroja, Donghyuck ríe disimuladamente cuando Mark sale del lugar.

Su corazón está acelerado, como si hubiera corrido un maratón, incluso, la respiración le hace falta.

Se regaña mentalmente por sonreírle al doctor, incluso por sentirse de esa manera con su cercanía.

Él solo debe estar para Minjun.

Como Minjun lo ha estado para él.

♪  ♪  ♪

Cuando Jisung besa por primera vez a Chenle, Mark está ahí. Incómodo y finge no ver nada cuando el beso dura no dura más de veinte segundos.

Posteriormente después de unas cuantas salidas y unos besos más, Chenle le pregunta al menor sobre su amistad con Donghyuck.

Jisung le cuenta que Donghyuck es un tonto por seguir con su esposo, pero no hay razón que lo haga entender.

Entonces, Jisung ahora está ahí, sentado en la sala del departamento de su futuro novio, bajo la mirada de unas cuantas personas.

Para ser exactos.

De aquel médico que acompaña a Chenle, el amor de aquel médico, un trio de novios, un joven embarazado con su esposo, el hermano del médico, ah y Chenle.

—¿Quién es él?—Pregunta un joven casi de su misma altura.

—Es Jisung, es amigo de Donghyuck.— Chenle habla repentinamente, Jisung está confundido, jamás en su vida había visto a todas esa personas.

—Jisung, tú me haz visto, soy Mark.— Jisung asiente energéticamente.

—¿Qué tiene que ver hyung en todo esto?— Jisung pregunta enojado

Después de tanta pregunta innecesaria que hace Jisung —según Renjun.— el menor de todos, no entiende nada.

¿Cómo que el médico guapo y adinerado fue novio de Donghyuck?

¿Cómo que el embarazado y su esposo son su familia más cercana?

¿Cómo que uno de los novios que forman parte del trio es su mejor amigo?

—Y es por eso que nos debes ayudar.—Finaliza Doyoung, con pequeños dibujos explicando la situación.

Si antes odiaba a Minjun, ahora lo aborrece.

𖦹  𖦹  𖦹

Donghyuck suda sin parar, sus manos están hechas puños aprendando las sábanas, gime fuertemente entre sueños, su cabeza le duele pero no logra despertar.

Minjun abusa de él rotundamente, hasta que logra sangrar. La sangre corre hasta sus muslos.

Minjun lo obliga una vez más hasta quedar saciado.

Finalmente logra despertar, su cabeza le duele como si hubiese recibido un golpe.

—¿Estás bien?—Minjun está ahí, parado mientras observa a Donghyuck sudar y temblar.

—Pesadillas.— Donghyuck sonríe, sabe que Minjun no es capaz de eso. —¿A qué hora llegaste?— Su pijama está mojada, a punto de gotear.

—Dos horas.— Minjun retira la ropa de su esposo. —Tengo algo para ti.— Limpia aquel sudor que recorre por el pecho y estómago de Donghyuck. —Algo para nosotros.

De tanta espera, Donghyuck sigue desnudo de la parte superior esperando a Minjun.

Minjun tiene en su diestra una jeringa, está llena de un líquido que el menor desconoce.

—Con ésto quedarás en cinta.— Donghyuck está confundido.

¿No primero tiene que consultar con alguien experto en el tema para que lo oriente?

—Minjun, no puedo, nadie me lo ha recetado.— Donghyuck cubre su cuerpo con las sábanas. —Además puede que yo no sea el estéril.

—¿Tratas de decir que soy yo?— Donghyuck niega con miedo. —Tú eres quien no ha logrado nada durante estos largos años, Hyuck.

Donghyuck se siente débil cuando Minjun comienza a tocar el tema sobre la esterilidad en él.

—Está bien sino quieres tratarte y estar seco por dentro.— Minjun tiene una labia enorme para lograr convencerlo.

—¡No!— exclama. —Yo quiero tener un hijo, un hijo nuestro, Jun

Minjun retira aquellas sábanas que cubren el cuerpo pequeño y delgado de Donghyuck, besa su vientre.

—¿Dolerá?—Los ojos del menor están brillosos y parecen tener miedo, como si fuera Bambi.

—Pero valdrá la pena.— una vez más, besa el vientre. —Recuerda que yo no puedo ser estéril, cariño, lo eres tú.

Donghyuck asiente, cierra sus ojitos loas fuerte que puede, sus manos aprietan las sábanas cuando la aguja entra a su piel, le duele tanto que las lágrimas comienzan a salir desenfrenadamente, el líquido lo siente dentro de su vientre, le duele más.

Llora como un bebé de meses cuando recibe su primera vacuna.

Busca que el mayor le de un abrazo de consolación ante su dolor, pero no hay nada, solo Minjun mirándolo con cierta lástima y pena.

Quiere un abrazo de su esposo pero a cambio recibe ropa limpia.

—Apresurate a dormir.

Sigue llorando fuertemente cuando el dolor aún no se va, en un movimiento rápido está dentro de la cama, arropado y hecho bolita.

Todo es para hacer feliz a Minjun.

Blindness- MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora