Mark deja de moverse cuando el olor a gasolina llega hasta sus fosas nasales, el olor le lástima, como si fuera cloro, respira lentamente o sabe que terminará teniendo una hemorragia de sangre en su nariz.
Los pasos rechinantes moviéndose de un lado a otro, como si buscara perderse, pero Mark es capaz de saber en qué dirección se se encuentra cada paso.
—Me da tanto gusto volver a verte, Jeno.— La tercera voz que no es de Donghyuck hace presencia. —Aun que no me hubiera gustado que fuera a oscuras y con esto a punto de incendiarse.
—A mi no me da gusto, pero si dices que a ti sí, inmediatamente a mi también. —Jeno finalmente habla.
El filo de la pistola recorre toda la nunca de Jeno.
—¿Sabes? Seré padre y no quiero que mi hijo o hija crezca sin uno de sus padres.—La familia crece cada vez más.
El propietario de la voz se acerca a Mark, y él lo sabe.
—Suelta a mi esposo o aquí mismo te hago suplicar por tu vida.
Mark no dice nada, mucho menos cuando el arma está en su frente. Material frío y pesado.
La mano acaricia su rodilla.
Quiere patear a Donghyuck en la cabeza para que vuelva a dormir y no pueda ver —prácticamente está oscuro.— cómo lo matan.
Se arriesga al golpear a Minjun.
—Maldito ciego.
El primer disparo es lanzado por Minjun en busca de Mark.
Mark lo empuja para tirarlo al piso, los sonidos metálicos de las llaves caen al piso mojado por gasolina.
—¡Jeno!
—Sí, sí, sí.
El sonido de las cadenas también hace demasiado ruido. La pistola aún está bajo el poder de Minjun.
Los jadeos agudos desesperados que golpean la madera pertenecen al Donghyuck.
Está tan débil que con dificultad jadea.
Pero en cambio encuentra en celular.
La tenue luz iluminando su cara.
Jeno lo abraza para protegerlo de cualquier bala perdida.
La lámpara del celular recorre el piso, de fondo Mark y Minjun forcejan, tratando de obtener el poder del arma.
Jeno toma las llaves, con manos temblorosas que terminan cayendo nuevamente al suelo.
Otro disparo hace eco, Donghyuck chilla cuando el sonido de los golpes deja de hacer ruido.
—Dame tu puta pistola.
Se tranquiliza al escuchar la voz de Mark y sentir los movimientos nerviosos de Jeno.
La llave entra en el cerrojo de la cadena que se aferra a su mano.
Jeno abandona su acción para ayudar a Mark.
Donghyuck es el único que depende ahora de sí mismo cuando tiene las llaves para liberar su pie.
Está tan débil, que, incluso respirar lo desgasta.
Mark se desangra de la nariz pero aún así es capaz de mantenerse ágil.
Jeno patea la cabeza de Minjun.
Pero en realidad es la de Mark.
El canadiense rueda por el piso, sobando su cabeza.
Siente el aire romperse con la bala que pasa a milímetros de su mejilla. El tipo está más que loco cuando dispara otras tres veces seguidas al piso de madera y luego las cuatro personas visualizan la tenue llama del encendedor.
Lo que ambos rescatistas no saben, es que el único mojado en gasolina es Donghyuck.
La linterna es apuntada a los dos que pelean y luego a Mark que recupera la respiración.
—¡Te dije miles de veces que a Donghyuck no lo lastimaras!
El encendedor se apaga por el el golpe que Jeno le proporciona a Minjun.
El sonido seco del arma cayendo al suelo alerta a los tres Lee.
Donghyuck mueve la linterna tan rápido, como si estuviera en un concierto, porque ciega a los tres hombres. El arma está justamente a la misma distancia de Minjun y Donghyuck.
El menor gatea rápidamente, pero aún así Minjun le gana.
No hasta que Mark le patea la intimidad a Minjun.Parece todo un juego infantil.
—Jun, por favor, me quedaré contigo, pero deja esa arma.— Mark mira al menor confundido para después patear el rostro de Minjun.
—No creo que lo quieras así de feo, Hyuck.— Mark habla al mismo tiempo de dar varias patadas en el rostro ajeno.
Jeno toma la pistola entre sus manos para ponerla en la frente de Minjun.
—¿Jeno?— Minjun habla. —No te atreverías.
—Resulta que soy capaz de muchas cosas, Minjun, jamás volvería a permitir que tocaras a Donghyuck, ni a Jaemin, ni a nadie. Soy capaz de muchas cosas.
—Kim Jeno.
—Soy Lee Jeno, siempre ha sido así, soy un Lee como mi madre y mi padre.— El arma hace presión en la frente de Minjun.
Donghyuck es levantado entre los brazos de Mark.
—Jeno, vámonos!— Mark grita pero es ignorado.
—No puedes disparar.
—No me tientes, Jun.
—¡Jeno!
La vocesita de Donghyuck le hace llorar.
Si Jeno jamás se hubiera olvidado que Minjun también necesitaba amor, jugar, atención y más amor el menor no estaría en una situación así.—Soy tu hermano, soy tu misma sangre, jamás me harías daño.
Un golpe tan fuerte, que Mark y Donghyuck pueden jurar que Jeno rompió el cuello de Minjun se hace presente.
Porque sí, Jeno no es capaz de disparar, pero sí de golpearlo.
El trío sale de la casa de madera lo más rápido que pueden. No sin antes llamar a algunas autoridades y ambulancia.
El cuerpo maltratado de Donghyuck no tiene nada de peso, pero a Mark le cuesta mantenerlo en sus brazos.
La casa se incendia.
Jeno no se atreve a mirar una vez más el lugar donde su niñez fue tan feliz, pero su adultez amargada y deshecha por su propia sangre.
Su mejor está bien ahora. Y sus dos novios, a pesar de lo que pasa, estarán bien. No importa si no siguen en el mismo camino, no habrá ninguna pierda o basura que estorbe.
Jeno no comprende la razón por la cual Mark suda a mares y parece desfallecer.
—Te ayudo.— Donghyuck pasa a los brazos de Jeno, para ese entonces Mark ya se encuentra en suelo.
—¡Mark!— la debilidad de la voz de Donghyuck lo alerta.
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Blindness- Markhyuck
Fanfiction-Al parecer, el ciego es otro. Donghyuck desvía su mirada hacia el pelinegro que, con sus dedos largos lee su braille. ✨ Markhyuck + mención de Markmin + Norenmin. ✨Contenido homosexual. ✨ Extensión indefinida. ✨Puede que contenga smut ligero. ✨ H...