XVI

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Habían pasado unas cuantas semanas de que Mark había estado ebrio y unos cuantos días de que Donghyuck había depositado tal cantidad de dinero a Winwin. Mark se sentía incómodo cada que el menor llegaba, el ambiente se tensaba.

Ese día, Donghyuck no había ido como empleado, iba solo para estar lejos de Jeno.

—Chan— Mark se levantó de su cama para dirigirse a su escritorio. —Lo siento por el día que me pasé de copas, yo no quiero que la incomodidad siga, y si te hice algo que te incomodó, te ofrezco muchas disculpas—. El ambiente se tensó más.

—Tranquilo, no te sientas el importante en lo que pasa—. Donghyuck estaba frustrado.—Cállate todo el día, estás estresandome, eres tan estresante, siempre causas incomodidad.

Mark no dijo nada más y solo asintió.

Se sentía mal por hablarle de esa manera a Mark, pero realmente quería silencio, no estaba enfadado con Mark, la situación que estaba pasando era estresante y preocupante para él. Por otro lado, Mark se sentía culpable y con ganas de llorar, no buscaba incomodar a nadie, ni mucho menos, que su reciente amigo ya no fuera su amigo.

Mark hacia silenciosamente su tarea, leía algunos textos braille para poder completarla, Donghyuck se dedicaba a observar al mayor, desde su facilidad de grabar los textos hasta escribir a mano en inglés, sin cometer una falta ortográfica, con un texto derecho, incluso observaba los dedos de Mark leyendo su braille y luego releer su texto asegurando que todo estuviera en orden. Mark tenía todo en su memoria, las expresiones fáciles del mayor eran neutras y una que otra vez arrugaba su pequeña nariz a causa de la desesperación.

Donghyuck recordaba con perfección cuando Mark obtenía reconocimientos a causa de ser destacado, le gustaba cuando veía a Mark portar su bata blanca cuando su grupo era llevado al laboratorio en ciencias experimentales.

Le gustaba cómo Mark amaba su carrera, el cómo Mark se ponía rojito de vergüenza cuando Donghyuck le comentaba que sería un gran médico y el contrario le negaba y ponía como pretexto su ceguera.

Donghyuck no se dio cuenta las horas que había pasado viendo a Mark en cada acción que realizaba. Solo vio la luz de la luna llenar la habitación de Mark.

Mark aún se sentía un poco culposo por la actitud del menor, la tensión en las paredes era tan notoria y se sentía demasiado.

—Mark hyung—. Mark no respondió. —hyung— Mark asintió y Donghyuck se acercó con él. —Lo lamento mucho—. El menor tomo de las manos a Mark.

—No te preocupes, Haechan, entiendo que soy estresante, disculpame a mi, no es mi intención causarte frustración—. Donghyuck soltó una risa nasal. —Es bastante noche, puedes quedarte o puedes pedir un taxi y yo puedo pagarlo.

—Aun no me puedo ir, hyung—. Donghyuck tomó con fuerza a Mark para que se pusiera de pie. —Realmente lo siento, Makku—. Mark sonrió por el seudónimo. —Tuve una mala semana y me tiene frustrado la ocasión—. Se le cortó la voz y Mark se alarmó.

—No pasa nada, Chan, si algo te sucede puedes contar conmigo, ¿Mmh?— Mark estaba sonriendo y su acción hizo que Donghyuck dejara de respirar. —Si confías en mí puedes pedirme cualquier cosa, somos amigos ahora.

Donghyuck tenía los ojos brillosos debido a la retención de lágrimas que estaban acumuladas.

—Perdón, hyung, no eres estresante, eres precioso y cálido.

Silencio.

—Tu presencia es hermosa y tu existencia lo es aún más.

Ninguno de los dos había sentido en qué momento tenían tanta cercanía, ni en qué momento habían tomando la confianza para dar y recibir un abrazo.

Blindness- MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora