Blindness- Markhyuck

LXII

Mark da un pequeño salto sobre la aterciopelada alfombra de bienvenida.

—¿Donghyuck?

La tenue luz de la lámpara le permite apreciar de mejor manera al moreno con camisa blanca.

—Tardaste mucho. Pero valió la pena, lo hiciste bien, mi vida.

—No quiero ser grosero. Me encanta verte. Pero, ¿Qué haces aquí?

Donghyuck sonríe.

—Soy una buena persona que aprende rápido. Salí justo hoy y quería sorprenderte.

Mark acaricia al chico que está frente suyo. Quiere besarlo, pero el moreno parece estar interesado en otra cosa, menos en besos.

—¿Estás bien?

—Mark.

—¿Donghyuck?

—Te extrañé demasiado, ¿bien?

Donghyuck es el primero en iniciar el beso. Uno inocente.

Mark sonríe en medio del beso.

—Yo también te extrañé demasiado, bonito.

—Estamos hablando demasiado. Necesito que vayamos a la cama.

Mark se deja arrastrar por el moreno. Él no quiere dormir. No cuando necesita que el menor le cuente todos los detalles posibles de su salud mental.

—Por si lo piensas... No quiero hablar ahora de nada. Solo quiero tener de regreso la primera huella.

Mark sale de sus pensamientos intelectuales en el momento que Donghyuck tira la corbata y se deshace de ella.

—¿Estás listo para esto?

—No me hagas dudarlo, por favor.

Mark asiente y se deja besar.

Las delgadas y pequeñas manos del moreno se posan en las hebras negras ajenas, revolviendo el perfecto peinado que a Jaemin le había costado hacerle.

Mark toma el valor necesario para entrometer su lengua en la boca del menor, explora toda la cavidad hasta obtener algunos gemidos ligeros. Mark aleja suavemente al menor, quiere observarlo y admirar la belleza que perdió por tantos años.

Donghyuck sonríe tímidamente y el rubor que con anterioridad se notaba ligeramente, está a brote por toda su cara.

Mark acaricia el mentón pequeño y delgado, lo besa y aprecia. Se da la tarea de acostar al menor sobre la cama. Porque sí, estar parados en una sesión de besos solo les dificulta en su forma de actuar.

Mark gruñe internamente cuando los zapatos de charol del menor están ahí, interrumpiendo las cosas más importantes. Besa una última vez antes de retirar los zapatos ajenos y todavía los propios.

Mark sube a la cama para besar las mejillas del chico que tiene el cabello revuelto.

—Mark, ¿Tú quieres estar conmigo aun cuando estuve con alguien más?

Donghyuck mira a Mark casi con súplica.

—Mi solecito. Tú estuviste con alguien más en contra de tu voluntad y si fuera tu voluntad propia yo lo respeto. Pero ahora es nuestro momento. Te prometo que siempre te estoy amando. — Donghyuck sonríe. —Eres tan hermoso, Lee Donghyuck.

Las manos cálidas del extranjero acarician la suave y acanelada piel del menor. Beso sobre beso y caricia sobre caricia.

Mark no abandona a Donghyuck y Donghyuck no quiere que Mark le abandone.

Mark puede ver la chipa de los ojos del moreno. Ambos se dedican sonrisas cómplices y miradas inocentes llenas de amor.

—¿Del uno al diez cuánto me extrañaste?

La pregunta que Donghyuck hace romper el silencio le hace sonrier a Mark. El menor despoja su camisa de su cuerpo y es abandonada en el suelo.

—No hay cifra que defina cada sentimiento que me hacías sentir mientras estaba lejos de ti.

Donghyuck se sonroja devuelta, besa a Mark tomándolo de la nunca.

—Te diría lo mismo, pero estaba en un hospital tratando de despertar de un largo coma, perdí la memoria y te olvidé. Pero si te sirve de algo, cuando quise ir a la tienda de mascotas un gato amarillo se llamaba Mark y era mi favorito.

Mark suelta una risilla coqueta que le roba más de un suspiro a Donghyuck.

Ambos están tan perdidos en los momentos mágicos que ofrece dicha ocasión que no pueden percatarse cuando ambos están complemente desnudos bajo la delgada sábana de seda. Donghyuck acariciando la espalda del hombre que tiene encima suyo y Mark tratando de no aplastar el pequeño cuerpo de su amante.

Cada beso es perfectamente estable para ambos. Donghyuck separa lentamente las piernas hasta que Mark pueda estar perfectamente acomodado. Las manos son entrelazadas, Mark besa el cuello ajeno mientras sostiene la mano delgada.

Deslizándose suavemente, Mark está dentro de Donghyuck. Ninguno de los se mueve, esperan al momento indicado en que los dos puedan crear un momento de amor y mucha confianza.

—Si te sientes incómodo házmelo saber y pararemos.

Donghyuck asiente con los ojos cerrados y cejas ligeramente fruncidas.

Las piernas de Donghyuck tiemblan, Mark lo siente a través del tacto interno, también puede sentir con perfección que el menor se encuentra estático, sin mover un solo músculo, y apesar de que Donghyuck está lubricado de manera natural, Mark siente que algo no está bien.

—Abre los ojos, amor. —Mark pide, pero es ignorado. —Dong— Vuelve a llamar, pero Donghyuck sigue con los ojos cerrados y cejas completamente arqueadas.

—Muévete.

Mark acata la orden del moreno, no quiere ir demasiado rápido, no quiere que aquel momento termine tan rápido.

Apenas se mueve y Donghyuck suspira en busca de los labios de Mark. Gime cuando el mayor toma una de las piernas y la dobla en busca de tener más profundidad. Donghyuck se aferra en un abrazo, no suelta en ningún momento a Mark, no quiere soltar el momento que ambos de están dedicando.

La sábana, ahora arrugada, se desliza hasta la cintura de Mark, dejando al desnudo el torso del mayor. Donghyuck sonríe cuando el cambio de temperatura golpea a ambos.

Mark para con sus ligeras y lentas embestidas, Donghyuck suelta un fuerte quejido, pero lo da por olvido en el momento que Mark toma de sus tobillos para colocarlos en sus hombros.

Donghyuck se siente tan amado, después de mucho tiempo, Donghyuck vuelve a sentir cómo su corazón late rápidamente, desesperado y emocionado al mismo tiempo.

Mark lo penetra fuertemente y lento no hay dolor, sólo hay amor y placer mutuo. Ambas frentes tocándose y aquellos jóvenes sin dejar de mirarse directo a los ojos, para después mostrar la hilera de dientes.

—Tan precioso, Donghyuck.

Donghyuck no sabe en qué momento comenzó a llorar. Tal vez cuando Mark comenzó a llenarlo de todo su amor.

Y una vez que ambos llegan al orgasmo, Mark se retira de su interior para limpiar la esencia que corre de los glúteos del menor.

—Perdón por mancharte.

Donghyuck tiemblan de miedo, se disculpa diez veces más con Mark.

—Oye, yo también te manché.

Mark consuela para continuar limpiado.

—Es diferente, yo tuve que soportarlo.

—Es normal, Donghyuck, no hables de una mancha, una mancha es un sinónimo de sucio, lo que tú hiciste en mí es precioso. También tengo tu sudor y tú tienes el mío, ¿Sabes por qué?— Donghyuck niega tímidamente—, porque lo que tú y yo hicimos es lo más bonito. No te vuelvas a disculpar por sentir placer.

Donghyuck asiente. Mark tiene razón. No hay nada de malo con lo que él hizo, no sólo fue placer, fue amor y mucho ambiente romántico, tan cálido y cuidadoso.

—Gracias por ser cuidadoso y amable.

Mark levanta una ceja en el proceso de limpieza.

—Deja de agradecer, tampoco lo siento como una obligación, es algo que tiene que ser así. Pero si estamos siendo agradecidos, gracias por todo esto.

Mark levanta al menor de la cama y le obliga a ponerse de pie.

—Ve al baño, tengo que cambiar lo que hicimos.

Donghyuck asiente y corre al baño en espera de Mark.

No pasa mucho tiempo para cuando Mark está nuevamente con él, abriendo la llave de la regadera mientras agua tibia resbala sobre la palma de la mano del mayor.

—Te prometo que una vez terminemos de ducharnos, dormiremos. Siento que tu noche sea tan larga, solecito.

—Estoy muy cansado.

Mark sonríe penosamente y continúa lavando el cuerpo moreno y continuamente el suyo.

Ninguno de los dos busca una segunda ronda, pero ambos vuelven a disfrutar del tacto.

Donghyuck no miente cuando le dice a Mark que está cansando, porque una vez que Mark termina de secar su pelo y colocarle su pijama, cae dormido en el colchón con sábanas nuevas y limpias.