XLVIII

118 26 5
                                    

Minjun besa con desesperación y enojo a Donghyuck, este último quiere un pequeño respiro, Minjun lo está lastimando más de lo normal.

¿Hizo algo mal?

—¿Por qué no haz quedado preñado?— Minjun le quita aquella camisa abotonada hasta el cuello. —¿Incluso tu cuerpo es igual de inútil para procesar un medicamento?—Donghyuck no es capaz de responder, el tacto de Minjun lo hiere. —¿Hmm? Responde.

—No lo sé.

Oh, no, no le puede contar que Mark lo ayudó con esa situación dolorosa.

No sólo es estéril, sino que ni siquiera un medicamento es capaz de ayudarle.

—Estás tan seco por dentro que ya no sé si me interesa seguir contigo.

Donghyuck siente presión en el pecho con aquellas palabras.

¿Por qué Minjun ya no lo quiere?

Donghyuck siempre hace lo que Minjun le pide.

—Pero no tengo con quién desestresarme, además de que nadie es como tú en la cama.

Donghyuck ahora está feliz.

Minjun está satisfecho con ese aspecto.

—Minjun, estoy cansado, no quiero por hoy.

—Tú nunca te niegas a algo que te pido..

—Estoy agotado.

—Obdece, Hyuck.

La mirada decaída de Donghyuck es ignorada por Minjun.

—¡No quiero!

Donghyuck es azotado en la cama bruscamente antes de sentir un golpe en su rostro.

—¿Por qué hoy estás tan rebelde? Nunca me haz alzado la voz.

—Lo siento.

—Estoy aquí para corregirte, Hyuck.

Después de más besos rudos y groseros por parte de Minjun, Donghyuck terminó aceptando una noche más en aquella cama.

Una noche más en la que hizo enojar a Minjun por no usar condón.

Una noche más de tantas que fue agredido físicamente.

Una noche más en la Minjun no lo ayudó a limpiarse ni a bañarse.

Una vez más en la que aquel líquido rojo corría por sus muslos hasta terminar en sus tobillos.

Una vez más en la que Donghyuck no entendía qué hizo mal.

Quizá todo eso le sucedió por estar añorando a Mark.

❀  ❀  ❀

—¿Qué tienes en la cara, amigo?— Jisung preguntó con horror.

—Belleza.

Evadirle una pregunta a Jisung era como peinar a un pelón.

Imposible.

—¿Qué te hizo?— Jisung lo tomó por los hombros. —¿Por qué permites eso? Eres su marido, no su entretenimiento.

—Me lo merecía.

—Tú no mereces ésto, hyung, mereces mucho amor y cariño, nada de ésto. —Jisyng estaba asqueado. —Ni siquiera llega a miserias, sólo cobardía.

—Jisung, es mi esposo.

—Pues tu esposo me la suda y puede irse al infierno hasta quedar calcinado.

Blindness- MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora