VIII

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Ryujin estaba dentro del aula buscando el bastón de Mark, ella lo había perdido y le había pedido a Mark que la esperara afuera.

Mark sentía el frío recorrer por su espalda y nuca, el quería ver el ambiente que estaba sintiendo, pero ya no quería sufrir, quería volver a ver el rostro de sus padres, ver a Jhonny en su regreso después de tantos años, también, él quería ver a Jaemin y besar tantas veces más su rostro y sus labios abultados, quería conocer a su mejor amigo.

—Hasta que nos volvemos a encontrar, maldito acosador.— Mark oyó a esa peculiar voz chillona.

Ah, sí, también quería verle la cara a tan tremenda persona que lo acusada de acosarlo cuando Mark es invidente, pero está bien.

—¿Otra vez tú?—Mark habló con su rostro seriamente enojado.

—Es lo mismo que yo digo, ¿A quién más vienes a acosar, desgraciado?— Haechan acortó la distancia con Mark. —¿No te cansas de esto?

Mark tenía miedo, no sabía de quién se trataba y lo que posiblemente le haría, tenía su cabeza gacha, tratando de que no se sospechara que es invidente.

—Te he pedido disculpas muchas veces, no ha sido mi intención que tengas rencor hacia mí.

Ryujin no llegaba y Mark tenía ganas de llorar por la situación que estaba viviendo.

Le dolió más su mejilla que hace pocos días había dejado de doler, otra vez aquel joven lo había abofeteado más fuerte que la primera vez.

—¿¡Y esta vez por qué me abofeteas!?— Mark estaba enojado y desesperado.

—Para que no vuelvas a intimidar ni a  mí, ni a nadie más que se cruce por tu vista.

Mark no sabía si el joven estaba siendo sarcástico o simplemente tonto.

—¡Oppa! Ya vine y finalmente encontre el-— Ryujin había llegado.
—¿Te está molestado?

—Dios, niña tonta, yo nunca molestaría a un acosador.—Donghyuck se reía.

—Ryujin, no le digas nada más, no te metas en problemas, te prometo que yo ya lo resolví, vamos. —Mark tomó del brazo a la pequeña joven, en ese momento el estómago se le llenó de mariposas a Ryujin.

La discusión terminó con un Haechan disculpadose sinceramente arrepentido (Ryujin así lo vió).
Haechan le ofreció una disculpa a la joven pelinegra con una reverencia, también a Mark que aún tenía la cabeza gacha, sin embargo, Haechan terminó con su rodilla estrellándose en la intimidad de Mark.

—Para que cada que quieras una disculpa mía, lo pienses dos veces, maldito acosador.

Mark se encontraba de rodillas pidiéndole a los cielos que después de el golpe no tuviera disfunción eréctil.

Mientras Haechan se iba del lugar, Ryujin le había gritando unas cuantas palabras vulgares en las que incluían a su madre y a su padre mientras ayudaba a Mark a levantarse.

Ahora que lo pienso hoy merecía otro capítulo :3

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Ahora que lo pienso hoy merecía otro capítulo :3

Blindness- MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora