Blindness- Markhyuck

XXXVI

Donghyuck se sorprende cuando uno de los guardias le anuncia su libertad exactamente un año antes de su condena, se despide de un fuerte abrazo a Lucas y algunos susurros que son promesas, los dedos del mayor acarician las mejillas, mismas que se encuentran algunas gotas de lágrimas.

Finalmente Donghyuck es jalado hasta una pequeña mesa para firmar su libertad, mientras sus pertenencias le son entregadas.

No importa mucho, quiere salir y ver lo que todo ese tiempo se ha perdido, pero nada.

Cuando sale no hay nadie esperándolo, o tal vez sí.

Minjun está ahí, sonriéndole mientras camina hacia a él.

—De nada, Donghyuck.—Minjun lo abraza violentamente, las piernas le tiemblan y comienza a hiperventilar.

Afuera es peor que adentro.

—¿Estás listo para vivir nuestro matrimonio?—Minjun finalmente deja de tener contacto con él para mirarlo fijamente.

No puede mirarlo fijamente, le tiene tanto miedo que cree que si levanta la mirada, justamente en ese lugar y tiempo lo matará.

—No.—Es lo único que puede articular, quiere hablar más pero su cerebro no reacciona.

—Bien, porque aún así lo haremos.—Coloca sus lentes de sol. —Nos iremos a Busan precisamente hoy.— Donghyuck niega con la cabeza desesperadamente.

—Necesito ver a Jeno y los demás.—Minjun finge pensarlo para terminar negando. —Por favor, Minjun.

—He dicho que no.—Su tono es demandante que le provoca más temor a Donghyuck. —Me perteneces y puedo decidir lo que sea, eres mi esposo, sólo yo puedo decidir por ti.

Donghyuck está siendo arrastrado hacia la camioneta blanca, en la que es empujado para entrar y sentarse en el lugar de copiloto. ¿Por qué no tiene el valor para poner resistencia?

Donghyuck sabe que si intenta algo, Minjun se enfadará mucho y lo tratará mal. También sabe que si se enoja es su culpa, entonces Minjun lo golpeará para que entienda.

Donghyuck no quiere que Minjun se enoje con él.

La parte trasera de la camioneta está llena de maletas y una que otra bolsa que no sabe qué contiene

Se siente nervioso pero no tiene mucho miedo, quizás tiene un poco que comienza a lagrimear e hipar cuando el auto se pone en marcha.

Minjun conduce sin cuidado y la velocidad ya no es baja.

—Jun, por favor, frena.—Donghyuck lloriquea. —Quiero ver a Jeno y despedirme.

—No.

—Vas muy rápido.—Los lloriqueos aumentan cuando Minjun pisa con fuerza en acelerador.

Donghyuck se aferra con ambas manos a su cinturón que pasa por su pecho, las lágrimas mojan su mentón y cuello, sus ojos no pueden visualizar bien las cosas. Empieza a temblar y su respiración deja de ser irregular.

—¡He dicho que frenes!—Donghyuck estalla en furia gritando pero aún así no es escuchado. —¡Por favor!

Las cosas ya no tienen sentido cuando Minjun centra su mirada en él, y esos pocos segundos son suficientes para que se pierda el control del auto. Gira y gira en la carretera, parecería divertido si tuvieran el control.

Finalmente el auto se volca mientras va por el barranco, Donghyuck es el primero en recibir el impacto contra lo sólido.

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—Chenle, estoy nervioso.—Mark introduce un dedo a su boca dispuesto a morder su uña del dedo meñique pero el chino lo detiene.

—Estoy aquí, no pasará nada.

No pasa mucho tiempo cuando Chenle se encuentra firmando la carta responsiva y en lo que Mark se despide para ingresar adentro de la sala.

Aún sedado se siente demasiado nervioso, pero simplemente el sueño de adueña de todo su cuerpo.