𝟏 - 𝐎𝐧𝐜𝐞

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—¡SLYTHERIN!

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¡SLYTHERIN!

Los ocupantes del Gran Salón se congelaron.

***

Rosie Carter tenía once años cuando recibió una misteriosa carta una calurosa tarde de julio. Estaba descansando en su habitación del ático cuando la carta entró por la ventana abierta y le cayó en la espalda mientras estaba tirada en la cama, cantando con la radio.

Sobresaltada, Rosie se echó la mano a la espalda y tomó el objeto que se le había caído de la nada. Era un sobre grueso y pesado, hecho de pergamino amarillento. Rosie examinó la dirección entintada en verde esmeralda que decía que era para la "señorita R. Carter, El Ático, 1 Sycamore Close, Great Malvern, en Worcestershire".

Tras leer el contenido una desconcertada Rosie bajo corriendo a enseñárselo a su madre, que resultó estar tan desconcertada como ella.

—¡¿El colegio de Hogwarts de magia y hechicería?! eso debe ser alguna broma de alguno de tus amigos, querida.

Resultó que no lo era. Las semanas siguientes implicaron que Rosie y sus padres descubrieran un mundo completamente nuevo, que no sabían que existía. Un mundo mágico.

***

R O S I E 

—Adiós, cariño, por favor escríbeme en cuanto llegues usando tu... uhm... lechuza. — mi madre frunció el ceño, aún acostumbrándose a la idea de un nuevo mundo mágico del que ahora me he encontrado formando parte. 

—Lo haré mamá, escribiré todos los dí... ¡Papá! ¡Basta! — me encogí de hombros cuando mi padre fue a rodearme con sus brazos en un abrazo, y eché un rápido vistazo a mi al rededor con apurada vergüenza por si alguien me veía.

—Lo siento cariño, es que voy a echar mucho de menos a mi pequeña. — parecía tan triste y de repente me sentí mal por herir sus sentimientos, así que le rodeé con mis brazos intentando que no me importara que pareciera una niña de papá mientras él besaba la parte superior de mi largo pelo oscuro.

Momentos después, había subido al impresionante tren de vapor escarlata y me despedía de mis padres con lágrimas en los ojos mientras el Expreso de Hogwarts me sacaba de la estación hacia un mundo nuevo y emocionante.

***

—¿Alguno de ustedes sabe en qué casa estará?

Me encogí de hombros ante la tupida bruja de pelo castaño con unos dientes delanteros bastante grandes. Me la había encontrado en el pasillo del tren mientras buscaba un compartimento lo suficientemente acogedor para sentarme. La acompañaba un chico de cara redonda que, al parecer, había perdido su sapo.

Los tres compartíamos ahora un compartimento y discutíamos sobre lo que nos esperaba.

—He estado preguntando por ahí. — continuó Hermione, —Y espero estar en Gryffindor, suena de lejos como lo mejor, he oído que el propio Dumbledore lo era, pero supongo que Ravenclaw no estaría tan mal.

—Probablemente estaré en Hufflepuff. Sólo espero no estar en Slytherin.  — Neville se estremeció.

—¿Qué pasa con Slytherin? — pregunté con curiosidad y un poco de nerviosismo ante la perspectiva de ser aterrizado en una casa que no le gustaba a nadie.

—Dicen que Slytherin es la casa que produce magos oscuros. Quien-tú-sabes era uno.

Jadeé; Hermione y Neville ya me habían puesto al corriente de la famosa historia de Harry Potter y el mago que llamaban Lord Voldemort y que intentó matarlo.

No sonaba muy bien.

Y no, definitivamente NO quería ser clasificada en la casa asociada a un ser tan horrible.

—Pero no tienes que preocuparte. —dijo Neville rápidamente al ver mi expresión de miedo, —Eres una nacida de muggles y Slytherin es todo sangre pura. Aunque... —continuó pensativo. —Son conocidos por acoger a muchos mestizos.

Me relajé sabiendo que estaba a salvo con éste. Mis dos padres no eran ni brujos ni magos, no había nada "puro" en mi sangre.

***

—¡Abbott Hannah! 

Una chica de rostro rosado y coletas rubias se colocó el sombrero seleccionador en la cabeza y se sentó.

—¡HUFFLEPUFF! —gritó el sombrero.

La mesa de Hufflepuff aplaudió y vitoreó cuando Hannah fue a reunirse con ellos.

El corazón me latía con fuerza y las palmas de las manos me sudaban. Estaba esperando a que me llamaran y no tardaría mucho. No dejaba de mirar hacia la mesa de Slytherin, parecían un grupo desagradable y me juré que no tendría mucho, o nada, que ver con ellos. Esperaba caer en la misma casa que Hermione o Neville. Había llegado a conocerlos en el tren y parecían bastante amistosos.

—¡Cartier, Rosie!

Tragué saliva, era mi turno.

Me acerqué nerviosa al taburete, consciente de que todas las miradas estaban puestas en mí, y tomé el sombrero sucio, remendado y deshilachado. Me lo coloqué temblorosamente en la cabeza y me senté.

Hmm. — una voz me habló al oído. Interesante. Muy interesante. Eres muy justa y leal y te iría bien en Hufflepuff, pero percibo algo más en ti, algo que no puedo descifrar, pero me dice que te ponga en...

Sentí pánico y contuve la respiración cuando el sombrero hizo una pausa. Y entonces habló a toda la sala:

—¡SLYTHERIN!

***

MUDDY GREEN WATERS

N/T; 

No soy la propietaria de esta historia, le pertenece a Slytherin_84

MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora