R o s i e
Después de esa noche, pude ver a Draco diferente. Había algo bastante vulnerable en el Slytherin y sentí curiosidad. Lo observé subrepticiamente y me di cuenta de que no era el mismo chico con el que había compartido casa todos estos años en Hogwarts. Se había vuelto retraído; el chico engreído y presumido había desaparecido. Se había vuelto retraído; el chico engreído, engreído y presumido había desaparecido. Parecía agotado y constantemente perdido en sus propios pensamientos.
Harry seguía insistiendo en la sospecha de que Draco era un mortífago y, aunque en privado estaba de acuerdo en que algo pasaba, decidí guardarme mis pensamientos. Harry sólo me acusaría de estar preocupada por Draco, que para ser sincera, lo estaba. Y además, me estaba hartando de la teoría de Harry sobre Voldemort. Realmente era una idea ridícula. Si le hubiera dicho lo retraído que se había vuelto Draco, incluso entre los demás Slytherin, entonces eso sólo haría que Harry estuviera más seguro de que Draco se había convertido en un mortífago.
Se acercaba el final de septiembre y los días se hacían poco a poco más fríos y cortos, ya que el verano estaba llegando a su fin y el otoño había empezado a entrar. Con tantas cosas en la cabeza, me costaba dormir por la noche, así que una noche me quedé junto al fuego mucho después de que todo el mundo se hubiera ido a la cama.
A eso de la una de la madrugada, oí un ruido y me giré para ver a Draco entrando en la sala común. Me pregunté dónde diablos podía estar a esa hora.
Para mi sorpresa, se acercó a mí y se sentó en el otro extremo del sofá, con la mirada fija en el fuego mortecino. Soltó un fuerte suspiro y se frotó las manos en la cara antes de dejarse caer en el sofá, con los brazos cruzados sobre el pecho.
-¿Pansy? - preguntó cortante, rompiendo el silencio entre nosotros.
-No, yo... no podía dormir. - respondí con sinceridad.
-Conozco la sensación. - Draco echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Aproveché para echar un vistazo a su cara y me sorprendió ver que su piel, antes blanca y pálida, tenía ahora un tinte grisáceo.
-¿A dónde vas todas las noches, Draco? - pregunté, sintiéndome valiente a pesar de que mi corazón latía con fuerza ante este repentino, inesperado e íntimo momento.
Contuve la respiración esperando que me dijera que me metiera en mis asuntos. Pero en lugar de eso, abrió un ojo, me consideró con él y suspiró. -Tengo... tengo cosas que hacer.
Se sentó y se inclinó hacia delante, apoyó los codos en las rodillas y se cubrió la cara con las manos. Era la imagen de un hombre cansado. Mi corazón se apretó ligeramente.
-Sea lo que sea, ¿merece la pena ponerse enfermo por ello? - le pregunté suavemente. No quería presionarle, pero me pareció que intentaba acercarse a mí.
Soltó una breve y profunda carcajada y levantó la cabeza de las manos, volviendo a centrar sus ojos en el fuego.
-No es algo en lo que tenga mucha elección. - su voz estaba llena de amargura.
Pensé cuidadosamente en cómo redactar la siguiente parte y luego dije: -Si puedo ayudar de alguna manera...
Él finalmente me miró, sus ojos grises se encontraron con los míos azules. Una mirada de asombro cruzó su rostro.
-¿Ayudarme? ¿Por qué querrías hacer eso?
No tenía respuesta. Así que me encogí de hombros.
Draco volvió a soltar esa risa corta y aguda y se puso de pie. -Ya me lo imaginaba.
Cuando se giró para dirigirse a los dormitorios, de repente supe qué decir para demostrar mi sinceridad.
-Fuiste amable conmigo. La otra noche.
Se detuvo y se giró para mirarme. Una pequeña sonrisa agotada se dibujó en sus labios haciendo que sus ojos grises centellearan. -Buenas noches, Carter.
Y sin esperar respuesta, se dio la vuelta y se fue.
***
Draco estaba cansado. Había pasado horas, una vez más, trabajando en ese maldito gabinete, pero aún no estaba cerca de arreglarlo. Sólo llevaba un mes y ya estaba agotado.
Entró a trompicones en la sala común, el cansancio le hacía sentirse desgraciado. Miró hacia la chimenea y se sintió extrañamente decepcionado de que el sofá estuviera vacío.
Se había sorprendido a sí mismo la otra noche cuando se encontró sentado junto a Rosie y lo bien que se sintió al poder decirle algo a alguien. A ella. Por supuesto, no le diría qué era lo que estaba haciendo, pero el mero hecho de poder expresarse había aliviado una pequeña parte del enorme peso que le apremiaba.
Y entonces ella se ofreció a ayudarle. Durante una fracción de segundo sintió un rayo de esperanza y alivio ante la perspectiva de no sentirse solo en esto. Pero se desvaneció rápidamente cuando se dio cuenta de lo absurdo del asunto. Nadie podía saberlo. Era demasiado peligroso. Especialmente para involucrar a un amigo de Potter -Slytherin o no-. Y además ella es una... bueno, es una nacida de muggles.
Pero su genuina preocupación lo había conmovido de una manera que nunca antes había sentido. No pudo evitar sonreírle cuando le dio las buenas noches. Y ahora se sentía decepcionado por no poder volver a darle las buenas noches.
***
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MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]
Fanfiction. ❪ 𝗗𝗥𝗔𝗖𝗢 𝗙𝗔𝗡𝗙𝗜𝗖 ❫ .. ¡! 🤍. . . @malfoycherie translation ❝ Es una Slytherin. Pero también es una muggle de nacimiento. ❞ Rosie Carter se encuentra en un mundo en el que no la quieren. Especialmente no por el mismísimo...