MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]

𝟏𝟏 - 𝐉𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨

Qué juego tan perverso has jugado para hacerme sentir así

Qué cosa tan perversa para hacerme soñar contigo

Draco Malfoy vio cómo la figura que se retiraba desaparecía de su vista y sintió que algo se le revolvía en la boca del estómago.

—¡Eso fue demasiado gracioso! — le gritó Pansy al oído haciéndole dar un respingo. —¿Viste su cara cuando la mandaste al suelo como la basura que es?

Draco forzó una sonrisa que esperaba que apaciguara a Pansy, pero la verdad era que no se sentía tan eufórico por ello como Pansy. No había sido su intención empujar a Rosie de esa manera, pero había habido un sentimiento allí que lo había asustado al acercarse tanto a ella. Intentó apartarlo.

Fue idea de Pansy humillar a Rosie. Lo había planeado durante mucho tiempo. Draco se había sorprendido cuando ella había empezado a ser amable con la Sangre sucia. Incluso le había molestado; se había acostumbrado tanto a ignorar la presencia de Rosie en la casa Slytherin que era como si no existiera para él. Y entonces Pansy tuvo que empezar a llamar la atención sobre la impostora de Slytherin haciéndola desfilar como si fuera su mejor amiga.

Pero todo había sido un juego para Pansy, por supuesto. Draco no tardó en darse cuenta de ello cuando Pansy compartió con él su idea de darle la máxima humillación; la venganza por atreverse a intentar ser una Slytherin. Draco sólo quería que se hiciera cuanto antes para poder volver a negar su existencia.

Así que había accedido a ese ridículo plan de seducirla y luego dejarla tirada en el último momento delante de todo Slytherin.

Cuando vio por primera vez a Rosie esa noche en la pista de baile, de pie junto a la mesa del bufé, no pudo creer que fuera ella. Parecía tan diferente. El vestido que llevaba mostraba gran parte de su piel y él había tenido que apartar la mirada porque, después de todo, era un varón de quince años. Pero no quería mirar a una Mudblood de esa manera. No estaba bien. No era normal.

Y más tarde, cuando bailaba con Pansy, no podía dejar de mirarla. Era hipnótica en su forma de moverse, y la forma en que reía era hipnotizante. Esta parte del plan no le resultó difícil, aunque le costó todo para no acercarse a ella demasiado pronto.

Una vez que Pansy le dio el visto bueno, se levantó y se dirigió hacia Rosie. Ella parecía serena mientras bailaba con los ojos cerrados, su cuerpo se movía con fluidez al ritmo de la música. Sus ojos se abrieron de golpe, como si hubiera percibido su penetrante mirada, y dejó de moverse al verle acercarse.

Podía sentir los latidos de su corazón en el pecho mientras se acercaba a ella, sin romper el contacto visual. Ella parecía un ciervo atrapado en los faros mientras permanecía congelada, con los ojos azules muy abiertos y casi temerosos.

Siguió mirándola a los ojos mientras colocaba sus manos en las caderas de ella, incitándola a moverse con él al ritmo de la música. Se atrevió a acercar su cuerpo al de ella, sintiendo el calor y las cortas respiraciones entre ellos. Estaba tan cerca que podía oler el champú de su pelo y ver el sudor que brillaba en su piel.

Aunque nunca lo admitiría en voz alta, Draco se sintió casi decepcionado cuando la canción llegó a su fin y se dio cuenta de que era el momento de entrar a matar.

Agarrando su dulce barbilla con hoyuelos, miró sus rosados y deliciosos labios, y acercó su cara, centímetro a centímetro, sin apenas atreverse a respirar. Tuvo que evitar atacar sus labios con la boca, ya que el deseo casi lo dominaba. Utilizando todo lo que tenía dentro para tomar el control, acercó sus labios a su oído y susurró las palabras que romperían el hechizo.

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