MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]

𝟒𝟔 - 𝐋𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐥𝐢𝐨𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨

Draco apareció con un estallido en su gran dormitorio de la Mansión Malfoy. Pudo oír fuertes gritos de enfado procedentes de algún lugar del piso inferior.

Con el corazón palpitante, corrió hacia la puerta y bajó volando, con la varita en la mano.

El caos le recibió cuando entró en el salón. El candelabro que habitualmente colgaba del inmenso techo, ahora yacía destrozado en el suelo, con fragmentos de cristal por todas partes.

-¡Draco! ¿Dónde has estado? - su madre lo agarró del brazo con cara de asco.

-Yo... estaba durmiendo, madre. - mintió, esperando que nadie lo hubiera revisado. -¿Qué ha pasado aquí?

-Harry Potter - se escapó. Todos escaparon. - dijo con miedo. -El Señor Tenebroso va a estar furioso.

Draco tragó saliva, tratando de parecer tan atónito como su madre.

-¡Ese estúpido elfo doméstico les ayudó! - escupió la voz de su padre. -Dobby.

Draco se giró y vio a su padre desplomado hacia delante en su sillón, con las manos retorciéndose el largo pelo blanco.

Eso explica por qué el equipo de Potter tenía un elfo doméstico con ellos.

Un aullido agudo llegó desde el otro lado de la araña caída y, cuando Draco se volvió hacia el ruido, vio a su tía tumbada de espaldas, con el pelo alborotado sobre la cara.

Se le erizó la piel. El recuerdo de lo que ella le hizo a Rosie seguía en carne viva en su mente. La odiaba. La mano que agarraba su varita temblaba.

Y fue entonces, cuando miró hacia abajo, deseando no hacer ninguna estupidez, cuando se dio cuenta.

Estaba sosteniendo la varita de Colagusano.

***

R o s i e

Observé desde la ventana cómo Harry cavaba una tumba para Dobby al final del jardín, entre los arbustos. Sentí una gran tristeza en mi corazón, no sólo por la pérdida de esta inocente criatura, sino por toda la muerte y la destrucción que había causado esta guerra. Era todo un desperdicio. Cedric, Sirius, Dumbledore, Hedwig, Ojo Loco, ahora Dobby. Y eso eran sólo unos pocos. No podía evitar sentir un frío pavor al ver quién sería el siguiente. El miedo y la tristeza eran insoportables a veces.

Mientras Harry seguía cavando, poniendo su sangre y sudor en ello, me di cuenta de que sólo éramos chicos de diecisiete años. No deberíamos estar cavando tumbas para nuestros amigos y luchando en guerras. Deberíamos estar haciendo amigos, de fiesta, saliendo.

Pero, en cambio, aquí estábamos. Luchando por nuestras vidas cada día, soportando el dolor y la tortura. Pensé en Draco, y recé para que nadie sospechara de su traición a Voldemort. Me preguntaba si volvería a verlo. Todavía sostenía su anillo con fuerza en mi mano. Me tienes, Rosie. Siempre. Me dio fuerzas: haría todo lo que estuviera en mi mano para ayudar a Harry a destruir a Voldemort. Lo haría por todos los que mató, por todos mis amigos y familiares. Lo haría por Draco.

La puerta se abrió con un chirrido y me giré para ver a Hermione asomar la cabeza.

-Harry está listo para nosotros.

Asentí con la cabeza, respiré hondo y bajé las escaleras para unirme a Harry y a los demás para dar nuestro último adiós a Dobby.

***

Íbamos a entrar en Gringrotts.

Griphook había aceptado ayudarnos. Y así, durante las muchas semanas que siguieron, nos encerramos en una pequeña habitación y Harry, Ron, Hermione, Griphook y yo planeamos.

Teníamos que entrar en la cámara de Bellatrix. Para ello, Hermione se iba a convertir en ella mediante la poción de Polyjuice - descubrí uno de sus pelos en mi top de aquella noche. Era un plan peligroso, y no digamos inquietante. La idea de volver a ver a Bellatrix -aunque como Hermione- me producía desagradables escalofríos. Ron iba a ir como el Snatcher rubio que lo había agarrado. Él también encontró un pelo suelto en su ropa. Decidimos transformar sólo diferentes aspectos de mi apariencia para mi disfraz, y Harry y Griphook permanecerían bajo la Capa de Invisibilidad.

Finalmente, tras semanas de planificación, llegó el momento. Me levanté justo antes del amanecer, cogí mi varita (que, por suerte, Harry había conseguido recuperar antes de su regreso de la Mansión Malfoy) y me dirigí hacia abajo para reunirme con los demás. Harry y Griphook ya estaban levantados, sentados en la mesa de la cocina y repasando todo lo que teníamos que hacer.

-Rosie. - asintió Harry. -¿Estás segura de que estás preparada para esto? Hermione aún no ha bajado.

Sabía lo que quería decir, le preocupaba que volviera a ver a 'Bellatrix'.

-Está bien, Harry. Sé que sólo está Hermione ahí dentro. - sonreí débilmente, aunque tenía que admitir que me sentía ligeramente aprensivo, tanto que, cuando oí a alguien bajar las escaleras con un chirrido, me encontré con que el corazón me latía ansiosamente.

La puerta se abrió y entró Bellatrix. Me estremecí cuando sus pesados ojos recorrieron la habitación, observando a sus ocupantes.

-¡Sabía asqueroso, peor que Gurdyroots! Bien, Rosie, ven aquí para que pueda hacerte...

Era muy extraño escuchar la voz de Hermione salir de Bellatrix. Casi resultaba cómico.

Hermione se acercó a mí y, con su varita, empezó a transformar mi aspecto. Cerré los ojos, sin poder soportar ver a Bellatrix tan cerca de mí. Mi brazo, (que todavía -y siempre- llevaba la palabra Sangre sucia) palpitaba dolorosamente ante los recuerdos que me traía la cercanía con mi torturadora.

-¡Ahí! - dijo Hermione. -¿Qué te parece?

Abrí los ojos y me volví hacia la pared donde colgaba un gran espejo. Me quedé boquiabierta. Mi pelo ya no era oscuro, largo y ondulado, sino, en cambio, un rubio corto y recortado. Mis ojos azules eran ahora de color avellana oscuro y mi nariz era ligeramente más grande. No me parecía en absoluto a mí.

-Vaya, Hermione. Eres increíble. - me giré, sonriendo hacia ella, y luego me detuve abruptamente, debido a que se sentía demasiado como si estuviera sonriendo a Bellatrix.

-¿Dónde está Ron? ¿Ha tomado ya su poción? - preguntó Hermione, mirando a su alrededor como si fuera a aparecer de repente de la nada.

Harry señaló con la cabeza la puerta que llevaba al baño de abajo. -Lo ha cogido allí. Aunque lleva un rato.

Hermione suspiró y se acercó a la puerta, con el largo pelo negro y rizado de Bellatrix ondeando tras ella.

-¡Ron! - ladró, golpeando fuertemente la puerta con los nudillos. -¿A qué se debe el retraso? Tenemos que ponernos en marcha.

-Um... yo... creo que puedo haber cometido un error. - la voz apagada de Ron balbuceó desde el otro lado.

-¿Qué? - gritó Hermione. -¿En qué sentido? Sólo sal para que podamos resolverlo, ¿quieres?

La puerta se abrió lentamente mientras Hermione daba un paso atrás, y entonces jadeó. Yo también habría jadeado, pero me di cuenta de que estaba congelado por el shock.

Porque del baño de abajo salió Draco Malfoy.

***

nt; CTM EL RON AKJAJKASAS me morí de risaaa