𝟓𝟗 - 𝐌𝐨𝐥𝐥𝐲

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Tres meses después

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Tres meses después

-Harry dijo que podrías estar aquí.

Me giré al oír la voz de Fred. Estaba encaramada en el borde del abandonado sofá de cuatro plazas de Draco, mirando por la ventana a través de los terrenos de la mansión, perdida en pensamientos sobre él.

Fred, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, se acercó y se sentó a mi lado.

-Rosie, ¿realmente crees que venir aquí va a traerlo de vuelta? - dijo suavemente, mirando la vista conmigo.

Me encogí de hombros, jugueteando con el anillo en mi regazo. La verdad era que no podía renunciar a él. Este era el único lugar en el que me sentía unida a él. Así que seguí viniendo, día tras día. Sabía que no era saludable, pero no me importaba. El dolor de perder a Draco no era nada como lo que había sentido antes. Era diferente de la vez que estuvimos separados durante un año después de la noche en que Snape mató a Dumbledore. Sí, mi corazón se rompió entonces, pero había tenido una misión en la que ayudar. Un propósito.

Ahora no tenía nada. Sólo tenía tiempo. Y cada día que pasaba se hacía más difícil, mi corazón se hacía más y más pesado.

Fred dejó escapar un largo suspiro y miró a su alrededor.

-Un poco sombrío, ¿no? Creo que hasta yo me deprimiría viviendo aquí.

-¿Adónde crees que ha ido? - pregunté en voz baja, sin apartar los ojos de la ventana.

-Rosie. - dijo Fred, tocando suavemente mi mano. -Sé que no quieres oír esto, pero Draco hizo cosas malas. Torturó a personas, posiblemente las mató. Vale -puede que sintiera que no tenía otra opción. - añadió rápidamente ante la aguda mirada que le dirigí. -Pero al final siguió haciéndolas.

Una lágrima perdida cayó sobre mi regazo. Fred me rodeó con su brazo, abrazándome a él.

-Se odiaba a sí mismo por ello. - yo sollozaba. -Tenía un buen corazón, de verdad. Me quería.

-Oh, Rosie. Quiero entenderlo, de verdad. Pero se ha ido. Rosie, tienes que empezar a seguir con tu vida. Esto, - señaló la habitación que le rodeaba -No es bueno para ti. Vuelve conmigo, Rosie. Mira, mamá tiene una reunión esta tarde, a todos les gustaría verte. Por favor, vuelve conmigo.

Me limpié los ojos y sonreí a Fred. Era difícil decirle que no, y de repente me di cuenta de que realmente ansiaba la compañía. -De acuerdo.

Aliviado, Fred me cogió de la mano y me llevó fuera de la mansión y a los terrenos cubiertos de vegetación. El sol de verano nos daba de lleno y era agradable sentir el calor en la cara. Volví a mirar a la mansión antes de desaparecer, sabiendo que volvería mañana. No podía renunciar a Draco. Sabía en mi corazón que algún día volvería a mí. Tenía que creerlo.

Mi mano se fue al estómago.

Sobre todo porque tenía algo precioso de él.

***

En cuanto entramos en la Madriguera, me envolvió un abrazo gigante.

-¡Rosie! - la voz de Molly era como una sopa de pollo para el alma. -Sabía que Fred sería el que te traería aquí, ¡he estado tan preocupada, querida!

Apreté los ojos con fuerza, sintiendo ese peligroso pinchazo detrás de los ojos. Estaba muy emocionado. Lo único que hacía estos días era llorar y estaba harta de ello. Pero la amabilidad de Molly fue demasiado, y en lugar de decir "Hola" terminé lloriqueando como una niña en su hombro

-¡Oh, ahí, ahí, querida! - dijo Molly, acercándome y frotando mi espalda de forma calmada. -Déjalo salir, déjalo salir todo ahora.

Fred, que había permanecido torpemente detrás de nosotros, esperando a pasar por la puerta, tosió.

-Vamos, pasa, Rosie querida. - dijo Molly, guiándome hacia la mesa de la cocina mientras miraba a Fred. -Vamos a traerte un pañuelo y una buena taza de té caliente.

Sacó una silla con su varita y acercó una caja de pañuelos, mientras me hacía un gesto para que me sentara.

-Lo s-siento. - sollozaba y me limpiaba los ojos con un pañuelo.

-¡Tonterías! Tonterías, querida! - Molly aleteó mientras se paseaba por la cocina, preparando el té. -Llora, te hará bien, confía en mí.

Colocando una taza de té frente a mí, se sentó enfrente y tomó mi mano entre las suyas al otro lado de la mesa.

-Has pasado por el molino últimamente, querida, no es de extrañar que te sientas tan emocional. - dijo suavemente. -Necesitas hablar de las cosas, y he oído que te has encerrado en ese horrible lugar.

Bajé la mirada, avergonzada y con un poco de pudor.

-Rosie, por favor, ven y quédate aquí con nosotros. Necesitas estar rodeada de gente que te quiera. Yo puedo cuidarte, y Dios sabe que parece que lo necesitas.

Sabía que debía referirse a mi figura demacrada y pálida. No había estado comiendo, no adecuadamente. Sabía que debía cuidarme mejor, no por mí, sino por la vida que crecía dentro de mí. Pero no podía afrontarlo.

De repente, me sentí consciente de ello y me cambié la camiseta por el vientre, esperando que no se notara todavía. Sabía que no podía mantener el secreto para siempre, pero no me atrevía a decírselo a nadie.

-Gracias, Molly, es muy amable. Creo que me gustaría mucho.

Unos pasos bajando las escaleras nos interrumpieron.

-¡Hola, Rosie! Fred me ha dicho que estabas aquí. - me sonrió George. -¡Woah, y ya era hora, necesitas engordar!

-¡George! No seas tan grosero! - gritó Ginny mientras entraba dando saltos y se acercaba directamente a darme un beso en la mejilla. -Me alegro de verte, Rosie.

Pasamos la tarde en el jardín de la Madriguera, tomando el sol. Molly preparó mucha comida y se nos unieron Harry, Ron y Hermione.Durante horas todos charlaron, recordando los años pasados. Me acurruqué en una tumbona y los escuché con satisfacción. Me bastaba con estar en compañía de gente conocida.

Por primera vez en mucho tiempo, sentí que había vuelto a casa.

***

MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora