MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]

𝟓𝟎 - 𝐁𝐢𝐞𝐧𝐯𝐞𝐧𝐢𝐝𝐚, 𝐒𝐥𝐲𝐭𝐡𝐞𝐫𝐢𝐧

-Vamos, tengo algo que mostrarte. - sus ojos grises plateados centellearon mientras tomaba mi mano en la suya, nuestros dedos entrelazados, trabados. Mis pies le siguieron mientras le permitía guiarme por el laberinto de la habitación de las cosas ocultas, sin que mis ojos se apartaran de su brillante pelo rubio. -¿Adónde me llevas? - solté una risita, tratando de seguir su paso apresurado y urgente. Pasamos alrededor de otra pila de muebles que se tambaleaban. -Shhh. -  susurró. -Confía en mí, Rosie. Confía en mí.

-¡Argggh!

Sorprendida por el grito, me levanté de mi sueño. A mi lado, en la cama, Draco estaba doblado, agarrándose el antebrazo izquierdo.

-¿Draco? 

.Le han llamado. - apretó entre dientes.

Se me heló la sangre. -¿Quién? ¿Quién le ha llamado?

-Amycus. Viene, Rosie. Viene al castillo.

Y entonces, de repente, una gran voz retumbante llenó la habitación a nuestro alrededor, haciendo que tanto Draco como yo nos sobresaltáramos.

-¡Atención! Todos los estudiantes y el personal deben presentarse inmediatamente en el Gran Salón - ¡NO HABRÁ EXCEPCIONES!

Draco y yo nos miramos, sin palabras. Snape.

-Tenemos que salir de aquí. - dijo Draco, saltando de la cama. Recogió la ropa desparramada por el suelo, lanzándome la mía.

-¿Pero por qué lo llaman aquí? - pregunté, tirando apresuradamente de mi camiseta blanca por encima de la cabeza.

-Sólo hay una razón por la que se nos permite llamarlo, y esa razón es Potter. - abotonándose la camisa, sus ojos se encontraron con los míos. -Tiene que estar aquí.

Mi corazón dio un salto. Deben haber salido de Gringotts.

Me levanté de un salto, ahora vestida y tratando desesperadamente de peinarme. -Tengo que ir a ayudarle.

Draco se detuvo en el proceso de encogerse la chaqueta y me miró. -Nosotros, Rosie. Vamos a ayudarle.

Lo estudié, pensativo. -¿De verdad? - no pude evitar echar un vistazo a la ofensiva capa negra, esparcida amenazadoramente por el suelo junto a la puerta. Los ojos de Draco siguieron los míos.

-Estoy de tu lado, Rosie. Siempre lo he estado. - cerró el espacio entre nosotros, cogiendo mis dos manos entre las suyas y me miró solemnemente a los ojos. -Me tienes, ¿recuerdas?

Tragué, asintiendo. La voz de Snape volvió a retumbar a nuestro alrededor, repitiendo su orden.

Draco soltó mis manos y se dirigió a su armario, cogiendo lo que parecía ser una túnica de Slytherin.

-Toma. - murmuró, volviendo a acercarse a mí y ayudándome a encogerlo sobre los hombros. -Te ayudará a integrarte un poco.

Dio un paso atrás, mirándome de arriba abajo con mi túnica de Slytherin. Vi que algo parpadeaba en sus ojos grises, casi como si estuviera recordando algo del pasado.

-¿Todo bien? - pregunté, con suavidad.

-Me alegro de volver a verte con esas túnicas. - sonrió, acercándose para besarme en la frente. -Bienvenido de nuevo, Slytherin.

***

Tomando la mano de Rosie, Draco la condujo hasta la puerta, haciendo a un lado su capa de mortífago. Abrió la puerta con cuidado, mirando hacia afuera. Los Slytherin salían sombríamente de sus dormitorios, dirigiéndose a la salida de la sala común.

-Vamos, vayamos al Salón y veamos qué pasa. - dijo, tirando de una vacilante Rosie para que saliera de la habitación.

Sabía que estaba preocupada por él; por ser visto con ella. Pero ya no le importaba. No tenía intención de dejar ir a Rosie nunca más. Se dio cuenta de que prefería morir antes que separarse de ella. Ella lo era todo para él. Sólo que había tardado demasiado tiempo en darse cuenta de ello.

Tiró de ella por la sala común, dándole un apretón reconfortante en la mano cuando un par de otros Slytherin les lanzaron miradas curiosas. Pero ninguno dijo nada. Aunque, de todos modos, ninguno le decía mucho a Draco estos días. Su reciente posición en el mundo mágico lo había aislado dramáticamente de los demás.

Siguieron en silencio entre la multitud de estudiantes desconcertados, Draco agarrando con fuerza la mano de Rosie a través del laberinto de pasillos y escaleras que finalmente les llevó al vestíbulo. El corazón de Draco empezó a martillear cuando se acercaron a las puertas del Gran Salón. No sabía qué esperar.

Snape estaba de pie en la parte delantera, esperando para dirigirse a la masa de estudiantes que estaban todos de pie en grupos en sus casas. Draco y Rosie estaban detrás del resto de los Slytherin, mirándose nerviosamente.

-Muchos de ustedes seguramente se preguntan por qué los he convocado a esta hora. Ha llegado a mi conocimiento que esta noche... Harry Potter fue visto en Hogsmeade. - Snape miró a su alrededor, observando a los estudiantes con sus ojos brillantes mientras un murmullo de emoción llenaba el Salón.

-Menciono esto con la esperanza de que la verdad no sea suplantada por el rumor. Para mí y para algunos miembros selectos del personal esto no es una sorpresa. Hace tiempo que consideramos que el regreso del señor Potter a Hogwarts no sólo era posible, sino inevitable. En consecuencia, en los últimos meses y bajo mi dirección específica, se han empleado exhaustivas estrategias defensivas para derrotar cualquier intento que el señor Potter pudiera hacer para traspasar estos muros. Pero sepa esto. Si alguien -estudiante o personal- intentara ayudar al Sr. Potter, esa persona será castigada de una manera consistente con la severidad de su transgresión. Tengan por seguro que mientras yo sea el director de Hogwarts, Harry Potter no volverá a pisar este castillo.

Los Slytherin que los rodeaban aplaudieron. Al ver su cara de horror, Draco atrajo a Rosie hacia él, rodeando su cintura con el brazo de forma protectora.

-Ahora bien. - continuó Snape una vez que los vítores se apagaron. -Si alguien aquí tiene conocimiento de los movimientos del señor Potter esta noche-... lo invito a dar un paso al frente ahora.

Los ojos de Snape recorrieron la Sala -Draco apretó el brazo alrededor de Rosie cuando se detuvieron y se estrecharon sobre ellos. Pero antes de que Snape pudiera decir nada, unos fuertes pasos los interrumpieron desde atrás.

-Creo que puedo ayudarte con eso...

Todos se giraron para ver a quién pertenecía la voz. Y allí estaba. Potter. Draco sintió que Rosie dejaba escapar un suspiro de alivio.

-Parece que, a pesar de sus exhaustivas estrategias defensivas, tiene un pequeño problema de seguridad, director.

Y entonces, para total desconcierto de Draco, otros aparecieron de repente detrás de Harry. Personas que él reconoció como los resistentes de Voldemort.

-Y me temo que es bastante extenso.

***