𝟒𝟎 - 𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨𝐬

3.7K 312 0
                                    


Twelve Grimmauld Place fue nuestro hogar durante las siguientes semanas mientras intentábamos hacer planes.

Cuando llegó el primer día de septiembre, no pasó desapercibido para ninguno de los dos.

-Es raro no estar en ella, ¿no? - dijo Hermione al notar que miraba la hora.

Once en punto.

En mi mente podía ver la máquina de vapor escarlata saliendo de la estación. Me pregunté si Draco estaría en ella. ¿O estaría en otra parte?

Luché contra el miedo familiar que crecía en mi interior. Odiaba pensar que Draco tuviera miedo. De ser torturado de alguna manera. La necesidad de saber que estaba a salvo casi me asfixiaba.

Como si comprendiera mi silencio, Hermione me rodeó con su brazo y acurrucó su cabeza en mi hombro.

-Estará bien. - susurró.

Pero ambos sabíamos que ella no podía saberlo con seguridad.

***

A pesar de haber conseguido un Horrocrux, el relicario, nuestro viaje al Ministerio no terminó bien. Tuvimos que abandonar Grimmauld Place. Así que recurrimos a acampar en varios lugares.

Estábamos cansados y hambrientos todo el tiempo. El medallón nos ponía nerviosos y, a medida que pasaban las semanas, nos sentíamos cada vez más frustrados por la falta de terreno que habíamos cubierto en la destrucción de los Horrocruxes.

Entonces, una noche horrible, hubo una discusión que dividió a nuestro grupo.

-¡Creíamos que sabías lo que estabas haciendo! - Ron le había gritado a Harry. -¡Creíamos que Dumbledore te había dicho lo que tenías que hacer, creíamos que tenías un plan de verdad!

Las cosas se habían puesto feas. Harry y Ron se gritaban mientras Hermione y yo mirábamos, rogando a Ron que se quitara el medallón.

Al final, Ron se había arrancado el medallón del cuello y se lo había lanzado con saña a Harry antes de salir furioso de la tienda. Instintivamente, corrí tras él, agarrándolo del brazo justo antes de que desapareciera.

Me había llevado con él.

***

-¡TÚ IDIOTA! - grité, empujando a Ron con saña lejos de mí.

Exasperada, miré a nuestro alrededor. Ron parecía habernos hecho aparecer en una calle de aspecto ruinoso.

-Tenemos que volver con ellos, ahora.

Pero cuando alcancé a Ron -que había caído al suelo después de mi empujón- una mano me agarró el hombro por detrás.

-¿Y qué crees que estás haciendo aquí, bonita?

Los ojos de Ron se llenaron de horror. Me di la vuelta y me encontré cara a cara con un hombre gruñón y de aspecto demacrado y ojos saltones. Detrás de él había otros cuatro, todos sonriéndome de la misma manera espeluznante.

-¡Expelliarmus! 

Las dos varitas, la mía y la de Ron, salieron volando de nuestras manos y cayeron en la mano extendida del hombre de ojos brillantes.

Con el corazón acelerado, me alejé del grupo de aspecto siniestro y me encontré con Ron, que ya se había puesto en pie.

-Bueno, bueno, bueno, chicos. - ronca horriblemente. -Parece que tenemos un par de fugitivos.

Los cuatro hombres que estaban detrás de él gruñeron alegremente, frotándose las manos con avidez. Se me erizó la piel.

-¡Nosotros no somos fugitivos! - dijo Ron temblando detrás de mí.

Los cinco hombres se dirigieron hacia nosotros, rodeándonos. No pudimos escapar.

-¿Sus nombres, entonces? - espetó uno de pelo grasiento a mi derecha.

Mierda. Había oído hablar de esa gente: los arrebatadores. Según el Diario del Profeta, estaban entregando muggles y traidores de sangre al Ministerio a cambio de oro.

Tanto Ron como yo estábamos en problemas.

-Stanley Shunpike. - respondió Ron mientras yo entraba en pánico, tratando de pensar desesperadamente en un nombre.

Para mi horror, el hombre de ojos brillantes acercó su cara a la mía, acariciando mi mejilla con una uña amarilla y nudosa.

-¿Y tú, guapa? ¿Cómo te llamas? - la revolución me inundó cuando su aliento, que olía a huevos podridos, golpeó mis fosas nasales.

-Penelope Clearwater. - había sido novia de Percy y rezaba para que no fuera de origen muggle.

-Ese no es Stanley Shunpike. Conozco a Stan, y definitivamente no es pelirrojo.

Mi corazón se hundió cuando uno de los hombres habló.

-¿Estás seguro? Se parece un poco a él. - dijo otro.

-¡Dije que lo conozco, y definitivamente no es Stan! - ahora había ira en su voz.

-Pero si entregamos al hombre equivocado...

-¡¿TE VAS A CALLAR?!

Esto continuó de un lado a otro mientras Ron y yo nos quedábamos nerviosos en el medio, preguntándonos con continuo temor, cuál iba a ser nuestro destino.

Y entonces, de repente, sentí que Ron se sacudía detrás de mí. El hombre de pelo graso cayó al suelo mientras Ron gritaba -¡Expelliarmus!. - atrapó nuestras varitas, que salieron volando de la mano del hombre de ojos brillantes, me agarró del brazo y se giró.

Caímos al suelo en medio de un campo vacío.

-Maldita sea, eso estuvo cerca. - Ron jadeó, todavía tumbado de espaldas.

-¡No puedo creer que hayas hecho eso! - me reí con alivio, quitándome el polvo mientras me levantaba.

-No eran el grupo más brillante, por suerte. - Ron se levantó mirando a su alrededor.

-¿Adónde nos has hecho aparecer? - pregunté, dándome cuenta ahora de que aquello no se parecía en nada al lugar en el que habíamos acampado con Harry y Hermione.

Ron, dando vueltas en el sitio, parecía confundido. -Debo haberme equivocado un poco de lugar.

Le miré, atónita.

-¡¿Qué?! - dijo al ver mi expresión. -¡Me concentraba más en sacar nuestros culos de allí que en el destino!

Tenía razón, pensé. Pero, por otra parte, él tenía la culpa de que estuviéramos en esta situación.

-Bien. - fruncí el ceño. -Bueno, vayamos en esta dirección y esperemos reconocer algo pronto.

Pero cuando finalmente encontramos el lugar, kilómetros después, ya no estaban.

***

MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora