𝟐𝟕 - 𝐋𝐚 𝐦𝐚ñ𝐚𝐧𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮é𝐬

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Draco miró a la bruja de pelo oscuro que dormía en sus brazos y sintió que una emoción le recorría todo el cuerpo

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Draco miró a la bruja de pelo oscuro que dormía en sus brazos y sintió que una emoción le recorría todo el cuerpo. Lo que acababa de experimentar lo había dejado boquiabierto. Había hecho cosas con Pansy antes, por supuesto, pero habían sido un montón de torpezas. Nunca había sentido nada tan intenso como esto. Nadie lo había vuelto tan loco. Tenía hambre de Rosie como un hombre hambriento de comida. Y cuando ella finalmente se entregó a él, sintió que podría haber muerto feliz.

Enterró la cara en su larga y oscura cabellera ondulada, inhalando el aroma que nunca dejaba de remover algo dentro de él, desde que lo había olido por primera vez hacía exactamente un año, en la fiesta de Navidad de Slytherin, cuando le había gastado aquella cruel broma. Dios, cómo se odiaba a sí mismo cuando pensaba en aquella noche.

La sintió agitarse bajo él. Levantó la cabeza y vio cómo sus párpados se abrían, revelando sus sorprendentes ojos azules. Una sonrisa se dibujó en sus labios cuando se concentró en él y él pensó en lo bonitos que eran sus hoyuelos cuando lo hacía.

-Hola. - dijo ella, y su sonrisa se convirtió en una enorme mueca.

-Hola a ti también. - le respondió roncamente. No pudo evitar sonreírle, su sonrisa era contagiosa.

Pasó el dorso de su dedo por el lado de la mejilla de ella, donde se encontraba la débil cicatriz blanca, y ella cerró los ojos mientras dejaba escapar un suspiro de satisfacción. Cuando los volvió a abrir, Draco notó en ellos una mirada de arrepentimiento que no estaba allí antes.

-¿Qué es? - su corazón latía de preocupación. No podía soportar que ella pensara que era un error.

-No podemos quedarnos aquí, Draco. Tenemos que volver a nuestros dormitorios.

Draco respiró mientras su pulso volvía a un ritmo normal.

-Son las primeras horas de la mañana, Rosie. Nadie nos va a echar de menos. - se encogió de hombros. Quería quedarse aquí con ella, con sus cuerpos entrelazados.

-Es el primer día de las vacaciones de Navidad.  - ella murmuró con sueño en su oído.

De repente, Draco se dio cuenta de que ella se iba hoy y que no la volvería a ver hasta dentro de dos semanas.

-No te vayas. - gimió dramáticamente, envolviéndola fuertemente en sus brazos. -Quédate aquí conmigo.

-Draco, mis padres me están esperando. - ella se rió. -Estoy segura de que podrás sobrevivir dos semanas aquí sin mí.

-Oh sí, la Navidad con Snape y Slughorn. Estoy seguro de que el tiempo pasará volando. - dijo secamente.

Rosie le hizo cosquillas en el pecho. -Pero no te olvides de mí cuando estés sacando galletas con Trelawney.

Él se rió, tomando su mano entre las suyas, y luego mirándola, con voz solemne, dijo,

-Nunca podría olvidarme de ti, Rosie.

-Oh. - sus mejillas se tiñeron ligeramente.

-¿Draco?

-¿Mmmm?

-Me gusta cuando me llamas Rosie.

***

R o s i e

Me sentía como si estuviera soñando, allí tumbada en los brazos de Draco.

Tenía un aspecto tan perfecto, su pelo rubio despeinado sobre sus ojos grises plateados, su rostro somnoliento y sonriente a escasos centímetros del mío. Me sentía como si pudiera estar allí tumbada y mirarle eternamente.

Pero a medida que el día amanecía, también lo hacía la realidad. Tenía que estar en el Expreso de Hogwarts de vuelta a casa en unas horas. Y aunque estaba deseando ver a mis padres, realmente no quería dejar a Draco.

De mala gana, me senté, buscando mi ropa en la habitación. No me gustaba tener que volver a ponerme el vestido y escabullirme por los pasillos con él.

-Toma. - dijo Draco, sentándose y lanzándome las bragas. Se puso los bóxers y cruzó la habitación para recuperar mi vestido.

Volviendo a tumbarse, me observó mientras me levantaba y me vestía.

-El verde te sienta bien. - sonrió.

-Debe ser por eso que me pusieron en Slytherin entonces. - le respondí con una sonrisa.

De repente, alargó la mano, me agarró del brazo y tiró de mí hacia él. Cuando caí en su regazo, solté un grito de sorpresa que él silenció con sus labios, besándome profundamente, dejándome sin aliento cuando se separó

-Empiezo a darme cuenta de que el sombrero tenía razón al colocarte ahí después de todo. - me gruñó al oído, con su voz ronca de anhelo.

-Te ha llevado bastante tiempo. - murmuré.

Fue como si lo que dije nos hubiera hecho pensar en lo mismo, y la atención de ambos se dirigió de repente a la tinta de su brazo izquierdo. Sentí que Draco se ponía rígido. Ambos sabíamos lo que representaba, lo que significaba.

Extendí la mano y lentamente, con delicadeza, tracé la tinta negra con mis dedos. Draco se estremeció debajo de mí.

-¿Te ha dolido? - susurré.

Pareció considerar su respuesta, recorriendo los dedos de su mano derecha por mi espalda mientras lo hacía.

-Sí. - luego dio un suspiro derrotado antes de continuar. -Nunca quise esto, Rosie, tienes que creerme. Esa fue la parte más dolorosa: no tener elección. No quiero ser este monstruo.

Mi corazón se apretó cuando me llevé su brazo a los labios y lo besé con ternura, haciendo que se estremeciera.

-Tú no eres un monstruo, Draco. 

Le solté el brazo y él me rodeó la cintura, rodeándome en un abrazo. Apoyó su frente en la mía y suspiró.

-Tenemos que llevarte de vuelta, no quiero que te metas en problemas.

Draco se vistió y ambos nos escabullimos en silencio, escuchando cuidadosamente si había algún madrugador. Por suerte, llegamos a las mazmorras sin encontrarnos con nadie.

Dudamos junto a la entrada de Slytherin, mirándonos el uno al otro, con cierta incomodidad.

-Me quedaré aquí fuera un rato, por si acaso. - Draco rompió el silencio. -Tú ve delante.

Mi corazón martilleó al darme cuenta de que esto era una despedida. No quería despedirme. Todavía quedaban muchas cosas por decir entre nosotros.

Al notar mi reticencia, Draco se acercó a mí y me atrajo hacia él para darme un rápido y feroz beso.

-Está bien. - me susurró al oído. -Seguiré aquí cuando vuelvas.

Mi corazón se agitó, llenándome de calor cuando me soltó.

-Feliz Navidad, Draco. - sonreí con ternura, antes de pronunciar la contraseña.

-Feliz Navidad, Rosie. 

Sus ojos grises centellearon cuando atravesé la pared.

***


MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora