MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]

𝟓 - 𝐓𝐫𝐞𝐜𝐞

R o s i e

—¡¿Una serpiente gigante estaba atacando a los estudiantes?!

Eran las vacaciones de verano y estaba poniéndome al día con mis padres sobre los acontecimientos del segundo año.

—¡Pero querida, seguro que es una situación terriblemente peligrosa para ponerte en ella! Sólo tienes trece años y no nos han informado!

—Oh, el profesor Dumbledore no estaba preocupado, y Harry se las arregló para arreglarlo de nuevo.

Era cierto, después de que la hermana pequeña de Ron, Ginny, abriera involuntariamente la Cámara de los Secretos y fuera capturada, Harry tuvo que ir en una misión de rescate en la que destruyó una gran serpiente y trajo a Ginny de vuelta. Resultó que todo fue por culpa de los Malfoy después de que el padre de Draco le pasara a Ginny un peligroso objeto oscuro durante su viaje al Callejón Diagon el verano pasado. Por suerte, tuve la suerte de perderme ese particular encuentro en Flourish y Blotts.

Por supuesto, Draco Malfoy estaba de alguna manera detrás de esto. Si no a sabiendas. Su familia sonaba mal. Había rumores de que el padre de Draco había seguido a Voldemort. Los Malfoy eran definitivamente malas noticias.

Después del incidente de haberme dicho Sangre Sucia en el campo de quidditch el año pasado, Draco volvió a actuar como si yo no existiera. Aunque a veces tenía la sensación de que me miraba a mis espaldas cuando estaba en la sala común de Slytherin. Definitivamente era el Slytherin que menos me gustaba, y eso incluyendo a Pansy Parkinson. Podía sentir el odio que desprendía y, para ser sincera, me asustaba un poco. Me sentí muy incómoda al estar cerca de él.

El plan de este año consistía en volver a reunirse en el Callejón Diagon y esta vez iba a poder alojarme en el Caldero Chorreante. Como mis padres estaban de vacaciones la última semana de agosto, se me permitió quedarme durante la semana, con el acuerdo de que Tom, el encargado de la posada, me cuidaría hasta que llegaran los Weasley. Estaba muy emocionada.

Mi habitación en el Caldero Chorreante era muy acogedora, con una cama muy cómoda, unos muebles de roble muy pulidos y un fuego alegremente crepitante.

Una vez desempaquetadas mis pertenencias, decidí ir a explorar. Cuando salí de mi habitación casi choco con alguien. Alguien a quien reconocí y a quien me alegré de ver: -¡Harry!

Lo atraje para abrazarlo sin poder creer que ya estuviera aquí.

—¿Qué haces aquí? ¿Y tus tíos? ¿Cómo fue tu verano? — Harry se rió mientras le lanzaba preguntas.

—¡Cálmate Rosie! He venido aquí en el autobús de los Knight después de un pequeño incidente con otra tía, aunque todo está bien. — añadió apresuradamente al ver mi expresión de preocupación. —Fudge me ha permitido quedarme aquí hasta que empiecen las clases, así que parece que tienes un compañero. Espero que no te importe. — se sonrojó ligeramente y yo solté una risita.

—¡Claro que no, tonto! ¡Esto es increíble! Mucho mejor que no tener a nadie con quien hablar.

Y así acabé pasando la mejor semana de vacaciones, disfrutando de las delicias del Callejón Diagon con Harry Potter. Todos los días nos sentábamos frente a la heladería de Florean Fortescue y disfrutábamos de algún que otro helado gratuito del propio Florean, mientras nos ayudábamos mutuamente con los deberes y, a veces, simplemente charlábamos viendo el mundo pasar. A Harry le encantaba arrastrarme hasta Suministros de Calidad para el Quidditch, donde miraba la nueva escoba, la Firebolt, a través de la ventana, hasta que yo lo arrastraba por las protestas.

En nuestro quinto día, Harry y yo acabábamos de salir de Flourish y Blotts después de comprar nuestros libros de texto (incluido un libro de monstruos muy aterrador para Cuidado de las Criaturas Mágicas; por suerte, Harry ya tenía el suyo y sabía cómo manejarlo) y oí que Harry siseaba de repente ante algo que le había llamado la atención al otro lado de la calle.

Seguí su mirada y vi una pandilla de Slytherins. Reconocí al instante la melena rubia y blanca de Draco Malfoy y, para mi horror, una chica de pelo oscuro le cubría con sus brazos. Pansy Poxy Parkinson.

—Genial. — murmuré. —Mis dos Slytherins menos favoritos ahora son pareja.

—Te dan ganas de vomitar, ¿verdad?. — dijo Harry secamente mientras yo me estremecía de asco.

—Vamos, salgamos de aquí. — dije agarrando el brazo de Harry y llevándolo lejos. No quería que me recordaran lo que me recibió al llegar de nuevo a Hogwarts.

—Lo siento. — suspiró Harry más tarde, cuando llegamos de nuevo al Caldero Chorreante para cenar. —Debe ser muy difícil para ti tener que soportarlos todos los días en el colegio tan cerca.

Me encogí de hombros con fuerza: —Está bien. Saber que los tengo a ti, a Hermione y a Ron como amigos me ayuda a mantener la cordura. — sonreí cálidamente a Harry, sintiéndome de repente tan bendecida por tener amigos tan amables y cariñosos.

—Bueno, ¿sabes qué? — dijo Harry sentándose de repente y mirándome a los ojos. —A mis ojos eres un Gryffindor porque eres muy valiente entrando en la sala común de Slytherin cada noche y aguantando sus burlas. Creo que yo nunca podría soportar eso.

Harry se acercó y me apretó la mano desde el otro lado de la mesa y yo le devolví el apretón con gratitud, sabiendo que podía afrontar cualquier cosa con Harry Potter a mi lado.

***

nt; ya volvimosss.

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