MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]

𝟏𝟑 - 𝐑𝐞𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚𝐥𝐢𝐚𝐬

R o s i e

Pasé las siguientes semanas reservándome. Pansy había vuelto a ser la misma de siempre: enviando réplicas desagradables y risitas a mis espaldas, y Tracey y Daphne hacían lo mismo que Pansy. No me importaba. Ya no podía molestarme por ello.

Me daba demasiada vergüenza acercarme a Harry, Ron o Hermione y admitir que siempre habían tenido razón. Tenía demasiado miedo al rechazo y a la decepción en sus ojos.

Así que, literalmente, no tenía amigos con los que hablar en Hogwarts. Odiaba admitir lo sola que me sentía. Sólo quería concentrarme en hacer mis trabajos escolares y contar los días, las semanas, los meses que faltaban para poder irme.

Sin embargo, una tarde en la que estaba estudiando en la biblioteca sentí que alguien se sentaba en la silla de al lado.

—Hola, Rosie. — levanté la vista de la redacción que estaba escribiendo y me sorprendió ver a Hermione.

—Uhm, hola, Hermione. — murmuré, aparté algunos de mis libros para que Hermione pudiera extender sus cosas.

—Me he dado cuenta de que no eres muy amiga de Pansy estos días, ¿va todo bien Rosie?

Apreté los ojos, tratando de controlar la repentina oleada de emociones. Quería decirle lo humillada que había estado y lo sola que me había sentido. Pero tenía mi orgullo. Así que me encogí de hombros.

—Mira Rosie, no te culpo por querer intentar encajar en tu casa. Te lo han puesto difícil en el pasado y el ofrecimiento de amistad de Pansy debió de sentirse como una especie de alivio. — dijo Hermione con suavidad.

Me sentí muy agradecida por su comprensión, así que me obligué a mirarla y a esbozar una sonrisa. —Pansy nunca fue mi amiga, Hermione. Fui un estúpido al no ver quiénes eran mis verdaderos amigos. Y por eso lo siento de verdad.

Hermione sonrió y se limitó a darme un rápido apretón en la mano. Podría haber llorado.

—¿Y Harry y Ron? — dije, recordando el disgusto en la cara de Ron y la decepción en los ojos de Harry.

—Oh, ya entrarán en razón, ya sabes cómo son los chicos con su orgullo. — se rió Hermione. —Además, ¡no era como si estuvieras saliendo con Malfoy o algo así!.

Sentí que un súbito calor subía a mis mejillas y me agaché rápidamente con el pretexto de recuperar algo de mi bolso para que no me viera sonrojada.

—¡Ja, ja! Como si fuera! — forcé una risa, probablemente demasiado fuerte pero si Hermione había sospechado algo no lo demostró.

—Mira de todos modos, había algo de lo que necesitaba hablar contigo. — Hermione bajó la voz a un susurro y miró furtivamente a su alrededor como si se asegurara de que nadie pudiera escuchar.

—Continúa. — dije inclinándome hacia ella.

—Justo antes de Navidad formamos una especie de grupo. Nosotros, bueno Harry, está dando una clase secreta de Defensa contra las Artes Oscuras a los alumnos que quieren tomar represalias contra Umbridge.

Me quedé con la boca abierta. —¿Cómo estáis haciendo esto? ¿No ha sacado Umbridge algún tipo de decreto que impida este tipo de cosas?

—Nos reunimos en un lugar especial llamado Sala de Requerimientos que nos ayuda a no ser detectados. — Hermione explicó. Nunca había oído hablar de esa sala. —Nos reunimos esta noche, por favor, di que vendrás.

—Y-y... ¡Si! Por supuesto, lo haré. Pero, ¿le importará a Harry?. — estaba entusiasmada, pero también preocupada por el tipo de recepción que recibiría.

—Estará bien, Rosie. Te lo prometo. Se trata de aprender las herramientas para defendernos en caso de ataque, y Harry sabe lo que es estar en esa situación y no se lo desearía ni a su peor enemigo.

Entonces la acompañé. Fue increíble. Harry me recibió con una cálida sonrisa y me envolvió en un abrazo cuando llegué. Me sentí muy bendecida por tener a mis amigos de vuelta. Aunque Ron era un poco más reacio a ser tan indulgente pero veía que se descongelaría con el tiempo.

No me había dado cuenta de lo hábil que era Harry, que incluso estaba consiguiendo enseñar al grupo a producir patronos totalmente corpóreos. Estaba asombrada.

Al final de la lección sólo podía producir un patronus incorpóreo, pero era más de lo que había conseguido antes. Me sentí más feliz de lo que había hecho en años mientras bajaba a las mazmorras y ni siquiera el comentario sarcástico de Pansy sobre el olor a sucio del aire cuando entré en el dormitorio pudo arruinar mi buen humor.

Yo tenía a mis amigos de regreso.

***