MUDDY GREEN WATERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]

𝟓𝟔 - 𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 ú𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐜𝐞𝐧𝐭í𝐦𝐞𝐭𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐥𝐥𝐚.

-La batalla está ganada. Has perdido a la mitad de tus combatientes. Mis mortífagos te superan en número y el Niño que Vivió está acabado. No debe haber más guerra. Cualquiera que continúe resistiendo, hombre, mujer o niño, será masacrado, al igual que todos los miembros de su familia. Salgan del castillo, ahora, arrodíllense ante mí, y serán perdonados. Tus padres e hijos, tus hermanos y hermanas vivirán, y serán perdonados, y te unirás a mí en el nuevo mundo que construiremos juntos.

Se acabó. Draco se aferró a Rosie con todo lo que tenía mientras seguían lentamente a las hordas fuera del castillo y hacia el patio.

-¡No!

-¡No!

-¡Harry! ¡HARRY!

La desesperación en los gritos de todos era horrible. Draco nunca se había atrevido a esperar que Potter venciera realmente a Voldemort, pero enfrentarse a esto... esto era peor de lo que podía imaginar.

Draco y Rosie se abrazaron con fuerza mientras observaban cómo Voldemort conducía a los mortífagos hacia el castillo. Hagrid sollozaba sobre el cuerpo sin vida de Potter, aferrado a sus brazos.

-Se acabó. - gritó Voldemort, mientras se detenían. -¡Bájalo, Hagrid, a mis pies, donde debe estar!

Draco sintió una oleada de náuseas cuando Hagrid depositó a Potter frente a Voldemort.

¿Lo ves? ¡Harry Potter está muerto! ¿Entendéis ahora, ilusos? No era nada, nunca, sino un niño que dependía de que otros se sacrificaran por él!"

Voldemort miró con regocijo los rostros angustiados de los supervivientes mientras los mortífagos cacareaban detrás de él. Draco se congeló cuando vio a su madre y a su padre al frente. Le miraban, intentando desesperadamente llamar su atención.

-¡Draco! - Su padre siseó, haciéndole señas para que se acercara. -¡Draco!

Draco tragó saliva, sin moverse pero abrazando a Rosie con fuerza. Podía sentir los ojos de Rosie mirándole de forma interrogativa.

-¡Draco! - esta vez su madre siseó. Draco se estremeció pero siguió sin moverse.

-¿Qué es esto? - habló Voldemort, dándose cuenta del furor. Sus ojos rojos se posaron en Draco. Draco no se atrevió a encontrarlos. -¡Ah, Draco, mi niño!

Rosie se tensó. Podía sentir su corazón martilleando bajo su pecho. No quería dejarla ir, pero sabía que había llegado el momento.

-Draco, Draco, Draco. - Voldemort continuó. A Draco le daba asco oírle pronunciar su nombre. -Vuelve con nosotros, Draco. Vuelve con nosotros ahora y todo será perdonado.

Rosie se agitó debajo de él, pero él seguía sin soltarla.

-Vuelve con nosotros ahora, Draco, y tú y tus padres os salvaréis la vida. - sintió que Rosie aflojaba su agarre. La sonrisa de Voldemort se amplió. -Vuelve a nosotros ahora, Draco, y esa Sangre sucia a la que te aferras tan desesperadamente podrá ver otro día.