𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]

CAPÍTULO VEINTISÉIS

CAPÍTULO VEINTISÉIS

Visita sorpresa,

Muchas situaciones posibles al bajar del ascensor pasaban por la cabeza de Sasaki, siendo que todos creían que era un miembro de Anhell no le sorprendería ser atacada repentinamente por algún enemigo, en especial cuando iba sin la compañía de sus dos más fuertes y leales peones.

Lo último que pasaría por su cabeza era ser sorprendida por un hombre alto, de ojos violeta, quien le empujó nuevamente al elevador.

— ¿Qué diablos? — Ren elevó la mirada encontrándose con el mayor de los Haitani quién le sonrió antes de presionar el botón que detendría el elevador en donde fuera.

Las puertas cerradas, el elevador sin moverse, estaba encerrada como un ratoncillo enjaulado.

— ¿Cómo carajo entraste a mi edificio?

— No hay por qué ser tan agresivos. — Ran le acorraló contra una de las paredes. — Burlé a tus hombres, son realmente tontos ¿Sabes?

— Igual que tú. — Sasaki intentó apartarle, el hombre no cedió. — Quítate.

— Déjame hablar primero. — Pidió el mayor, Ren frunció el ceño.

— ¿Por qué sigues perdiendo el tiempo entonces?

La castaña se sorprendió al ver al hombre agacharse, hundiendo su rostro en su entrepierna sin vergüenza alguna.

— ¿Qué- ¡Ran! ¡Aléjate!

— Shh. — El hombre sonrió. Sasaki tembló al sentir su lengua deslizarse sobre su sexo cubierto por sus prendas de vestir. — Quiero aprovechar ahora que Rindo no está aquí.

— Olvídalo. — Ren le empujó, el hombre cayó sentado al suelo. — Tengo cosas que hacer, no toda mi vida se basa en tener sexo.

La mujer permitió al ascensor volver a descender, esta vez salió del elevador siendo seguida por el más alto.

— Sasaki. — Ambos giraron sus rostros al ver a cierto castaño acercarse lanzando a la mujer una lata, Ren la tomó en el aire. — Hemos terminado con los topos ¿Algo más?

— Choji te espera en su oficina, tú y él irán a revisar las fábricas.

— Entendido. — Ambos hombres se miraron por unos segundos, una sonrisa burlona apareció en el rostro de Ran.

— Creí que solo era simple basura.

— Es más útil de lo que crees. — La mujer miró a Shuji. — Apúrate, te daré algo más que hacer después.

Sasaki continuó su camino hasta su vehículo al cual subió, subiendo también Ran en el asiento del copiloto.

— Tienes mucha confianza para subir a mi vehículo de esta manera. — La castaña comenzó a conducir, alejándose rápidamente del edificio. — Espero que no te arrepientas después.

— ¿Por qué me arrepentiría?

Los ojos de Ran se abrieron con gran sorpresa al sentir como el vehículo giraba de manera abrupta en una esquina.

— Oye, calma.

— Calma tus bolas. — Una sonrisa se estiró en el rostro de la mujer. — Hay alguien a quien iré a molestar.

— ¿Puedo saber quién es este alguien? — Sasaki no respondió, Ran sacó un cigarro el cual encendió y comenzó a fumar.

— Sostente.