CAPÍTULO CINCUENTA Y TRES

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CAPÍTULO CINCUENTA Y TRES

El acercar de una tormenta,

Los ojos violetas de Ran se movieron hasta su hermano quien se mantenía apoyado en un barandal mirando hacia el horizonte por donde el sol comenzaba a desaparecer. El ambiente se sentía extrañamente nostálgico durante la espera por cierta castaña con quien habían acordado verse en el sitio.

— Oye. — Rindo giró su rostro para ver al mayor. — ¿Por qué parece que quieres saltarte ese barandal y suicidarte?

— No seas imbécil. — Ran rio. — Solo pienso.

— ¿Se puede saber en qué tanto piensas? — El más alto se acercó a su menor, apoyándose de espaldas al barandal. — Luces preocupado.

— No es realmente preocupación. — Rindo suspiró. — Es solo que...

—¿Es solo que...?

— Tengo la sensación de que esto no perdurará mucho. — Ran frunció el ceño confundido.

— Oye, deja de meterte ideas raras a la cabeza. — Ran lanzó el cigarro que fumaba al suelo, pisándolo para apagarlo. — Quizá no dure para toda la vida, pero disfrutaré mientras lo haga.

Rindo asintió de acuerdo.

El sonido de un vehículo acercándose llamó la atención de ambos hermanos quienes observaron un automóvil estacionarse frente al vehículo en el que ellos dos habían llegado minutos antes.

— Ahí viene mi mujer. — Bromeó Ran, Rindo le miró con una sonrisa burlona.

— ¿Tu mujer? — El hermano menor soltó una carcajada. — Sueñas.

Una castaña de atractivos rasgos descendió del vehículo recién llegado, buscando y encontrando con la mirada a los dos altos hombres quienes esperaban por ella.

— Al fin llegas, cariño. — Ran se acercó tomando a la más baja de la cintura, depositando un corto beso en los labios ajenos.

— Tenía algunos asuntos que atender antes. — Respondió Sasaki.

La mujer sintió su brazo derecho ser tirado, siendo momentos después atraída al cuerpo de Rindo quien plantó un beso en su frente.

— ¿Has hablado con Hanma? — Ren asintió.

— Digamos que las cosas no salieron tan bien como lo esperaba. — Rindo elevó una ceja, confundido.

Un hombre de buen vestir descendió del mismo automóvil en el que la mujer había llegado, con una de sus manos tiraba del brazo de otro hombre alto quien sonreía burlón.

— Hey, ha pasado bastante tiempo desde la última vez.

— Déjame adivinar. — Ran se cruzó de brazos. — ¿Es un traidor?

— No exactamente. — Sasaki sacó un cigarro el cual llevó a sus labios y encendió. — Se le ofreció unirse a Maniacs, pero no aceptó, aun así, era conocedor de algunos de sus planes contra Bonten y Anhell.

— Oh, así que es un bastardo astuto. — Ran rio. — ¿Qué planeas hacer con él, cariño?

— Aún no lo he pensado bien.

— Oigan, deberían agradecer que no decidí traicionarlos y ser un maldito mentiroso traidor como lo fue Choji. — El ceño de Ren se frunció.

— Cierra la boca, escoria. — Rindo suspiró. — No creo que valga la pena perder el tiempo con él.

— Opino lo mismo. — Apoyó Ran. — Solo... Déjalo ir.

— Esperen, esperen. — Shuji intentó soltarse del agarre del hombre en vano. — Antes de que decidan algo quiero hablar con Ren.

𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora