CAPÍTULO QUINCE

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CAPÍTULO QUINCE

Aventurarse,

— Oye, Sasaki. — La castaña elevó la mirada de sus papeles para observar al hombre frente a ella, este sonreía, pero no parecía realmente muy feliz.

— ¿Qué quieres? No puedes aparecerte en mi oficina cada vez que se te dé la gana ¿Sabes? ¿En dónde está Taiga?

— Lo dejé atrás. — El castaño se acercó hasta sentarse sobre su escritorio, Ren le miró con molestia. — Quería pedirte algo.

— Soy tu jefa, no tu amiga.

— Anda, no seas tan amarga. — Sasaki sintió que la paciencia comenzaba a agotarse en ella. — Quiero que me des... Como decirlo... Algo más entretenido. Ya me acostumbré a deshacerme de los cuerpos y es terriblemente aburrido.

— ¿Recuerdas lo que te dije cuando comenzaste? — Ren continuó con su trabajo. — No me has demostrado absolutamente nada interesante, en este momento vales menos que una mierda de perro para mí.

— Qué grosera. — Hanma soltó un largo suspiro. — Me veré obligado a dejar la organización entonces, eres aburrida.

— Y yo me veré obligada a matarte... Aunque eso me haría feliz. — Ren se puso de pie, tomando sus llaves caminó hacia la puerta. — Sígueme.

— Te sigo.

Ambos bajaron por el elevador, encontrándose al pelinegro de ojos azules frente a ellos. Taiga inmediatamente se inclinó ante la castaña.

— Ren, lo siento, lo perdí de vista.

— Da igual. — Sasaki se dirigió a su vehículo. — Atrapa.

Shuji atrapó las llaves que le fueron lanzadas en el aire, una pequeña sonrisa se estiró en su rostro al ver el vehículo frente a ellos, era terriblemente lujoso y reluciente.

— Dudo que lo necesites... — La castaña subió al automóvil. — Pero te enseñaré a escapar de la ley.

— Ren, espera, no irás a-

— Taiga, por favor ve a mi oficina y termina el papeleo. — El ojiazul hizo una mueca, después simplemente asintió. — Te llamaré si algo sucede.

— Entendido.

Hanma subió al vehículo, encendiéndolo y poniéndose en marcha. Sasaki comenzó a indicarle sitios por los cuales era mejor ir y otros los cuales era mejor evitar, usualmente la ley se encontraba en las calles más transitadas, por lo que ir por las calles solitarias era una mejor opción a menos de que fuera una situación de emergencia.

— Mira esa calle de ahí. — Señaló la castaña, Hanma asintió. — Nunca entres ahí a menos de que quieras terminar en la cárcel, es la calle que lleva a la primera estación policial de la zona.

— Sería divertido intentar escapar de ahí.

— Te estoy diciendo que no entres ahí ¿Eres idiota? — Ren señaló otra calle. — Ahí comienzan los comercios de Bonten.

— ¿La organización rival?

— Sí, la mayoría de hoteles, restaurantes y bares de por ahí son de sus ejecutivos, en su mayoría de los hermanos Haitani, Sanzu y Kakucho.

— Conoces mucho de ellos ¿No? — Shuji sonrió con diversión. — ¿Es cierto que te acuestas con uno de los hermanos?

— Te voy a tirar del vehículo si no cierras la maldita boca.

El sonido de un motor acercándose velozmente llamó la atención de Sasaki, una pequeña sonrisa divertida apareció en sus labios al notar un vehículo negro igualar su velocidad, y al bajarse la ventanilla del otro auto pudo apreciar el rostro de Ran.

𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora