CAPÍTULO CINCUENTA Y DOS
Como ángel caído,
Ran recorrió toda la oficina con su mirada antes de salir nuevamente cerrando la puerta detrás suyo. Una mueca apareció en su rostro, llevaba aproximadamente diez minutos buscando a su mujer sin éxito alguno.
— ¿Por qué parece que se te perdió el teléfono? — Cuestionó Kokonoi mientras pasaba por su lado con una gran cantidad de papeles en sus manos.
— Rompí mi teléfono hace poco en un remate de locura, el nuevo no tiene nada importante más que contactos de cuidar. — El mayor tiró sus cabellos hacia atrás. — ¿Has visto a Ren?
— No, no la he visto.
— Yo sí. — Ambos hombres se giraron encontrándose con Takeomi quien caminaba hacia ellos mientras fumaba un cigarro. — Está arriba. Estoy seguro de que tiene problemas mentales ya que no le preocupa estar sentada en el borde de este edificio, si se cae... Bueno, fue un gusto.
— La reunión comenzará pronto. — Recordó Hajime.
— Iré a buscarla. Si Rindo pregunta díganle que iré con Ren pronto.
— Ajá. — Los dos restantes continuaron su camino hacia el final del pasillo.
Ran subió al elevador, presionando el botón el piso más alto del edificio, la azotea, a la cual llegó en segundos.
No tardó en salir y buscar a la castaña, notando a una mujer sentada en el borde del edificio sosteniéndose apenas de un pequeño barandal.— ¡Ren!
La menor giró su rostro lentamente, encontrándose con los ojos violetas de Ran. Una sonrisa se estiró en su rostro colocándose en pie, sacudiendo su ropa y acercándose al más alto.
— ¿Por qué siempre desapareces tan fácilmente? — Ran le tomó por la cintura, depositando un corto beso en sus labios. — Tenemos una reunión.
— Lo sé. — Sasaki suspiró. — Solo quería un poco de tiempo a solas. Andando.
Ran elevó una ceja confundido. Tomando de la muñeca derecha ajena detuvo los movimientos de Sasaki, la castaña se giró a verle con curiosidad.
— Oye, preciosa... ¿Qué sucede? — Ran le acercó a su cuerpo, rodeándole con sus fuertes brazos. — ¿Te sientes bien? No irás a planear tu suicidio ¿Cierto?
— No lo haré. — Rio. — Es solo que... Aún es un poco difícil.
— Lo sé, nena. — Ran besó su frente. — Estuvo contigo por tantos años... Pero creo que es momento de dejarlo ir ¿No crees?
— Justo pensaba en eso. — Sasaki elevó la mirada al cielo, comenzaba a atardecer y todo se tornaba de tonos naranjas y rosados que hacían parecer aquel mundo cruel e injusto una película de ficción y encanto. Las vistas desde esa zona de la ciudad eran hermosas.
— ¿Qué harás?
— Necesito un nuevo asistente. — Ran soltó una risilla nasal.
— Yo puedo ser tu asistente, preciosa. — La menor sonrió sintiendo como la nariz ajena rozaba la piel sensible de su cuello. — Comienzo a conocerte bastante ahora.
— ¿Sí? — Sasaki rio. — ¿Cuál es mi comida favorita?
— Uhm~ ¿Filete?
— No tengo una comida favorita. — La menor de giró caminando hacia el elevador.
— Eso es trampa, nena.
— Te falta mucho por conocer de mí. — Ambos se adentraron al elevador cuando sus puertas se abrieron.

ESTÁS LEYENDO
𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]
Fanfiction【La rivalidad que entre sus grupos había no sería un impedimento para estar juntos. Ser una mujer poderosa a veces podía ser agotador y qué mejor que disfrutar de los placeres carnales al lado de dos atractivos hombres que irían por ella sin importa...