CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO
Tres para una,
Sasaki gimió al sentir la lengua ajena tensarse y adentrarse en su interior, jugueteando unos segundos antes de salir nuevamente y ascender hasta su punto nervioso, su boca succionando con fuerza la zona logrando hacerle temblar.
Una de sus manos se encontraba en los cabellos rosados del hombre, obligándole a mantenerse en su sitio mientras le complacía de tal manera desastrosa.— Eso es... Sigue gimiendo así. — Ran deslizó su lengua en su cuello, terminando por morder el lóbulo de su oreja. — ¿Lo sientes, nena? ¿Puedes sentirlo?... Es mi polla en tu culo deseando follarte duro toda la noche.
— Ran. — Sasaki tembló. — Quiero que me folles duro.
Sasaki cerró sus ojos con fuerza, gimiendo ruidosamente mientras movía su mano libre sobre el falo de Rindo, apretando el glande cada cierto tiempo para escuchar al hombre gemir de esa manera ronca que tanto le volvía loca.
— No puedo creerlo... — Rindo rio. — Capaz de estar con tres hombres a la vez... Eres jodidamente caliente, Ren.
— Rindo... — La castaña observó al menor de los hermanos antes de sonreír. — Vente en mi boca.
El hombre cerró sus ojos sintiendo su clímax acercarse rápidamente.
Rindo se acercó, tomando la mandíbula de la mujer con fuerza antes de inclinar su cabeza y obligarle a abrir su boca, adentrando toda su extensión en la cavidad ajena.
Sasaki sintió un par de arcanas mas no se detuvo, comenzando a mover su lengua alrededor del falo del oji-violeta, sintiendo el amargo sabor de su semen amenazando con ser expulsado pronto.— Mierda, estás tan mojada. — Sanzu le observó desde abajo, acelerando sus movimientos y logrando hacer a la mujer temblar de manera desastrosa.
— Mhm~ me estoy volviendo loco. — Ran tomó sus caderas, manteniéndola en su sitio. — No te muevas así o patearé a estos imbéciles y te romperé el culo.
Sasaki elevó la mirada, sus mejillas totalmente sonrojadas debido a la excitación y placer provocados por los tres hombres junto a ella.
Era una desvergonzada.
¿Tres hombres? ¿En serio?
Su boca succionó suavemente el glande de Rindo, logrando que este temblara y tirara de sus cabellos, llegando finalmente a su orgasmo tras un gemido, llenando su boca de su semen.
Ren tragó todo al retirar la longitud de su boca, centrándose esta vez en el hombre entre sus piernas quien le observaba fijamente con esos azules orbes intensos. La mujer llevó ambas de sus manos a sus cabellos, desordenándolos, tirando de ellos y gimiendo mientras sentía su clímax acercarse también.
El mayor se inclinó, dejando cortos besos en su cuello mientras su derecha acariciaba su vientre de arriba hacia abajo.Sasaki se retorció al sentir la lengua de Haruchiyo jugar una última vez sobre su punto más sensible, logrando hacerle correrse en su boca entre gemidos, el hombre limpiando y recibiendo gustoso cada rastro de sus jugos al acabar.
Ran alejó al hombre tras empujarlo con uno de sus pies.
— Ya no puedo esperar más, quítate.
La menor se sorprendió siendo rápidamente colocada en cuatro sobre la cama, dejando su trasero expuesto al más alto.
— Rindo, pásame el lubricante. — El hermano menor de dirigió a un mueble, sacando de este una botella que lanzó a su hermano.
— Parece que te gusta darme por ahí ¿No? — Sasaki rio. — No seas muy duro, por favor.
— Serás tú quien me pida por más, nena. — Ran le propinó una fuerte nalgada dejando su piel enrojecida. — Abre bien las piernas.
La castaña obedeció, sintiendo como su entrada trasera era lubricada y atendida por tres dedos durante unos segundos, buscando evitar alguna herida o molestia en ella.
Ran se inclinó a depositar un beso en su espalda, tomando su falo y adentrándose con fuerza en la mujer momentos después.Sasaki sintió sus piernas temblar, teniendo que tomar con fuerza las sábanas para no dejarse caer.
— Mierda, siempre te sientes tan bien, cariño... — Ran rio. — Vamos, gime para mí... Así como me gusta.
— Qué cursi. — Se burló Sanzu, Rindo le miró antes de señalar la puerta.
— Tú ya te puedes largar. — El hermano menor sonrió. — Espero que hayas disfrutado de comerte a mi mujer de esa forma.
— Oh, créeme que lo hice. — El ojiazul observó a la castaña una vez más antes de acomodar bien sus prendas de vestir. — Venía a decirles que tendremos una reunión mañana a las 7 en el edificio abandonado de danza, y como no contestaban los malditos celulares quería asegurarme de que estuvieran con vida aún.
— Lárgate ya. — Ren gimió, aferrándose a las sábanas. — Todo lo que tú sabes yo lo sé desde hace una hora atrás, imbécil.
— Ya recordé por qué te detesto. — Sanzu se giró.
— Espera. — Haruchiyo miró a Rindo quien estiró su mano hacia él. — Dame las llaves, no te quiero ver aquí de nuevo sin permiso.
— ¿Ah?
— Rápido. — Sanzu rodó los ojos, sacando un par de llaves de su bolsillo las cuales entregó al hermano menor. — Ahora largo.
— Amargados. — El ojiazul finalmente se retiró del departamento, dejando una vez más sólo a los hermanos y la mujer.
Rindo maldijo, sintiéndose necesitados y desesperado.
— Termina con eso, Ran.
— No me apresures.
El más alto frunció el ceño, gimiendo por lo bajo al sentir a la menor apretarle, haciendo a su cuerpo entero sentir escalofríos. Sasaki mordió la almohada, sintiéndose ser destrozada por el mayor quien golpeaba con agresividad, tomando sus caderas con una mano, y su nuca con otra para impedir que se moviera de su sitio. Podía sentir el falo ajeno complacer cada parte de ella, y con cada nueva embestida hacerle sentir cosquillas y temblores en todo centímetro de su cuerpo.
Sus ojos se cerraron, dejando salir unas pocas lágrimas que se perdieron entre la tela de los almohadones.
Rindo sonrió observando a la mujer terminar por llegar a su clímax, desvaneciéndose tras él debido a su intensidad.Ran continuó golpeando por varios segundos, clavando sus uñas en las caderas de la mujer hasta que finalmente se corrió en su interior, llenándole por completo.
Un suspiro escapó de sus labios sintiéndose agotado y satisfecho.Siempre terminaba satisfecho cuando de la castaña de rubíes ojos se trataba.
— No te duermas, cariño... Todavía falto yo.
Las risillas de Rindo resonaron por toda la habitación. Ren no pudo evitar maldecir por lo bajo.
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Si veo bastantes votos, les subiré un capítulo por la tarde-noche.
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𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]
Fanfiction【La rivalidad que entre sus grupos había no sería un impedimento para estar juntos. Ser una mujer poderosa a veces podía ser agotador y qué mejor que disfrutar de los placeres carnales al lado de dos atractivos hombres que irían por ella sin importa...