CAPÍTULO SEIS

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CAPÍTULO SEIS

Atacar,

Rindo acabó de fumar su segundo cigarro de aquella noche en la espera de cierta castaña con la cual había quedado en verse en ese mismo sitio.
El resonar de su móvil llamó su atención, y sin dudarlo, contestó.

— ¿Qué quieres?

Oye, hermano, han sucedido cosas. — Desde el otro lado Ran sonaba preocupado. — Un grupo de imbéciles nos atacaron en el edificio principal.

— ¿Estás bien? — Rindo tiró el restante cigarrillo pisándolo con su zapato.

Estoy bien, pero no es solo esto. — Ran soltó un quejido desde el otro lado, Rindo entendió que había algo mal. — Van por Bonten, pero también por Anhell.

— ¿Te hirieron? Voy hacia allá.

No, no vengas. — Ran maldijo. — Escuché que atacarán a Sasaki ¿Sabes en dónde está?

— Espera. — Alejando el teléfono de su oreja, Rindo notó otra llamada entrante. — Ella me está llamando.

Búscala, si está solo con su asistente no creo que lo logre, Rin... Son cientos.

— Entendido, te veré pronto.

La llamada finalizó, el oji-violeta no dudó en contestar la otra llamada, llevando el teléfono a su oído.

— ¿Lind-

¡Taiga, Agáchate! — Rindo se sorprendió al escuchar el escándalo desde el otro lado, los disparos y gritos de fondo le hicieron correr a su vehículo y subir a este.

— Sasaki ¿En dónde estás?

Escúchame, la maldita cita está más que cancelada. Rindo, ya conozco las intenciones de estos bastardos, lárgate lo antes posible de la zona. — Disparos cercanos hicieron que el ceño de Rindo se frunciera.

— Te pregunté qué en dónde estás. Iré hacia allá, te volarán la cabeza a ti y a ese idiota.

No seas estúpido y usa el cerebro, me libraré de esto sola.

Rindo maldijo en repetidas ocasiones al escuchar la llamada ser finalizada. No dudó dos veces en buscar la ubicación del teléfono de la castaña, comenzando a conducir rápidamente hacia aquella dirección.
Las sirenas de la policía comenzaron a escucharse de lejos hasta volverse más fuertes con el paso de los segundos. Pisando el acelerador hasta el fondo, Rindo llegó a un sitio con un gran grupo de hombres armados disparando hacia un callejón.

— ¡Hijos de su maldita perra madre!

Una mujer castaña salió repentinamente del callejón, con un arma en manos disparó a varios hombres dando en el blanco, Rindo sonrió sorprendido, saliendo momentos después del vehículo para imitar la acción de la mujer y acabar rápidamente con la gran cantidad hombres.

Un suspiro de alivio escapó de sus labios, y acercándose, miró a la menor.

— ¿Estás bien? — Ren se giró a verle, su rostro tenía ligeros rasguños.

— No, me dieron. — El hombre frunció su ceño bajando la mirada hasta el abdomen de la castaña, con una de sus manos hacía presión en la herida. — Rindo, necesito que vayas por Taiga y lo lleves al hospital.

El oji-violeta se apuró a tomar a la mujer cuando le observó tambalear a causa de la constante pérdida de sangre.

— Los llevaré a ambos. — Pasando una mano por debajo de sus piernas y espalda, Rindo alzó a la mujer, llevándola a su vehículo y dejándola en el asiento del copiloto.

No tardó en correr también al callejón, encontrándose con la desastrosa imagen del asistente de la castaña con un impacto de bala en su pierna y abdomen, además, de uno de sus ojos cerrados brotaba gran cantidad de sangre.

— Estás hecho mierda, cabrón. — Rindo le ayudó a colocarse en pie, y casi a rastras le llevó a su vehículo, subiendo al menor a los asientos traseros. — Aguanten y no mueran.

— Rindo. — El mencionado no miró a la castaña, se dedicó solamente a subir a su vehículo y conducir lo más rápido posible hacia el hospital. — Te agradezco por hacer esto... Te estás poniendo en riesgo a ti y a tu hermano por ayudarnos.

— Deja de hablar. — Ordenó el mayor apretando la mandíbula con molestia. — A nadie le importará hoy a quien salve, tanto Bonten como Anhell han sido atacados por esa organización... Son unos malditos astutos.

— No son astutos. — Sasaki cerró sus ojos, Rindo le miró preocupado.

— No cierres los ojos, despierta.

— No voy a morir todavía. — Ren volvió a mirarle, sonriendo con débil ironía. — Tenemos a muchos topos en las organizaciones.

— Tiene sentido. — El vehículo se detuvo repentinamente, Rindo bajó corriendo hacia las instalaciones para pedir ayuda a algún enfermero.

Dos médicos y tres enfermeros se apresuraron en ayudar a los heridos, llevándose a la castaña y su asistente al quirófano. Rindo aprovechó su distracción para subir nuevamente al vehículo y marcharse, sería un problema que lo reconocieran allí.

Ahora solo había algo que le preocupaba.

Su hermano.

[...]

Definitivamente la luz blanca de los hospitales había sido creada para joderle la vida a los recién despiertos. La cabeza de Sasaki dolió al abrir sus ojos después de tantas horas, siendo la luz blanca lo primero en vez.

Lástima que no era la luz de la muerte.

— Ah, mierda. Duele.

— Ya despertaste. — Ren se sorprendió girando su rostro, encontrándose con Kokonoi quien le observaba desde un sofá en la esquina. — Fui a ver a tu estúpido asistente... Lo siento mucho por él.

— ¿Qué mierda dices? ¿Cómo está él? — Sasaki sintió su pecho doler al escuchar esas palabras, no podía estar muerto, no él.

— Tranquila. Te has puesto terriblemente pálida. — Hajime suspiró poniéndose en pie hasta acercarse a la castaña. — Bushida no murió, pero perdió uno de sus ojos, al parecer entre todo el alboroto de ayer algo golpeó su ojo y vació su cuenca.

— Esos hijos de puta. — Sasaki se puso de pie, Kokonoi le detuvo inmediatamente.

— Debes estar en reposo, la herida puede abrirse.

— Quítate de en medio o juro por tu asquerosa vida que te mato aquí mismo. — Kokonoi le miró por unos segundos antes de suspirar y apartarse.

Ren salió rápidamente de aquella habitación, buscando la habitación de su asistente hasta encontrarle. Un suspiro escapó de sus labios al ver al pelinegro despierto, una venda cubriendo parte de su rostro y algunos tubos conectados a él.

— Taiga. — El menor le miró, su ahora único ojo brilló con felicidad al ver a la castaña frente a él, agradecido porque su jefa estuviera bien. — Lo siento tanto.

— No te disculpes, Ren. — Bushida sonrió. — Esto no ha sido tu culpa... Me alegra mucho que estés bien.

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Mood: 😭

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𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora