𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]

CAPÍTULO CINCO

CAPÍTULO CINCO

Invitación,

El ruido de un disparo resonó por todo el sitio. Sasaki adentró las manos en sus bolsillos mientras observaba el cuerpo inerte en el suelo, frente a él su asistente, quien había sido el encargado de asesinarlo.

— Bien hecho. — Ren se giró caminando a la salida. — Limpia, te estaré esperando en el auto.

— Entendido.

De uno de sus bolsillos sacó unos lentes de sol los cuales se colocó, una pequeña sonrisa se estiró en su rostro al notar a cierto hombre de cabellos violetas apoyado en su vehículo fumando un cigarro.

— Parece que no comprendes la situación que tienen nuestras organizaciones. — Sasaki se apoyó sobre el vehículo, al lado del mayor. — ¿Tienes un cigarro?

— La vida es más divertida cuando corres peligro. — Rindo sacó un cigarro, colocándolo entre los labios de la castaña antes de encenderlo y volver a guardar el encendedor. — ¿Vienes con tu asistente?

— La pregunta es estúpida.

— Claro, no vas a ningún sitio sin él. — El oji-violeta sonrió. — Oye, Sasaki.

— ¿Uhm?

— Cena conmigo. No es pregunta — Ren miró al más alto antes de reír elevando una ceja.

— Oye ¿Quién crees que soy? ¿Tu perra? — La castaña iba a alejarse, una mano en su cintura le detuvo.

— Ese es tu problema. — Sasaki le observó confundida. — No aceptar ninguna estúpida invitación, por eso es que no avanzas y sigues estancada revolcándote con tu ex novio.

La sonrisa burlona en el rostro de Sasaki desapareció dando paso a una expresión molesta, Rindo sonrió. En un hábil movimiento logró acorralar a la castaña contra el vehículo, inclinándose a rozar sus labios sin llegar a unirlos por completo.

— Qué se siente comprar el silencio de Kokonoi ¿Eh? — El mayor estiró su brazo tomando el cigarro en mano de la menor, Sasaki le observó llevarlo a su boca y darle una calada.

Una pequeña sonrisa se estiró en sus labios antes de abrir su boca notando a Rindo inclinarse sobre sus belfos y dejar salir el humo el cual fue aspirado por ella, dejándolo salir momentos después.

— Eres un bastardo inteligente ¿Lo sabías? — Rindo sonrió.

Finalmente, sus labios se pegaron bruscamente a los contrarios, uniéndose en un beso deseoso sin importarles que alguna persona pasara por ahí y los viera en esa situación.

Bushida salía de aquel edificio abandonado soltando un largo y pesado suspiro tras acabar de limpiar todo el desastre, no se quejaba de su vida al lado de su jefa, estaba agradecido de tenerle a su lado, pero la parte en la que debía limpiar cadáveres que él mismo asesinaba era agotador.
Sus ojos se abrieron con impresión al salir de la construcción y encontrarse con su superior unida en un beso con quien se suponía era su rival, sus manos recorriendo el cuerpo del otro sin vergüenza alguna, pareciendo estar a punto de pasar a la siguiente fase.

Un carraspeo obligó a la pareja a separarse, girando sus rostros hacia Taiga quien se mantenía a unos metros de ellos.

— He terminado, Ren. — Informó el pelinegro, Sasaki sonrió empujando a Rindo del pecho para poder recomponerse. En un rápido movimiento quitó lo que quedaba del cigarro de la mano del más alto, llevándolo nuevamente a sus labios.

— Es hora de irme.

— ¿Aceptarás mi invitación o no? — Sasaki le miró por unos pocos segundos antes de sonreír.

— Estoy segura de que tienes mi número, si no es así puedes pedírselo a tu hermano. — Rindo observó a la mujer subir al vehículo, su asistente pasando por su lado sin decir nada para después subir al asiento del copiloto. — Escríbeme una hora antes.

— Muy bien.

Rindo se alejó del camino mirando el vehículo ponerse en marcha y alejarse rápidamente del sitio. Una pequeña sonrisa victoriosa se estiró en su rostro, ahora se encontraba un paso adelante de su hermano en aquella competición por obtener a la castaña.

Su teléfono sonó.

No dudó en tomar la llamada una vez vio quién era quien estaba llamándole.

— ¿Qué pasa?

— Necesito que vengas al edificio, Mikey nos quiere a todos en veinte.

— Voy para allá.

[...]

Ren se miraba en el espejo sin decir o hacer nada, a su lado se encontraba Bushida quien se cruzaba de brazos no entendiendo lo que hacía la mayor.

— ¿Por qué lo piensas tanto? — El pelinegro señaló su vestuario. — Personalmente, creo que te ves bien así.

— Sé que me veo bien, Taiga. — Sasaki suspiró. — Pensaba en otra cosa, no importa.

Bushida se encogió de hombros girándose para tomar un abrigo y colocarlo después sobre los hombros de la castaña.

— Puedes aprovechar esta cita para relajarte un poco de la situación actual, estaré cerca para cuidarte, no te preocupes.

— Gracias, Taiga. — Ren se dio una última mirada antes de tomar sus cosas y caminar a la salida.

Juntos salieron del edificio, subiendo al vehículo de la castaña, siendo esta vez Bushida quien condujo hasta el sitio acordado con el menor de los hermanos Haitani.
Ren miraba por la ventana pensativa, hacía varios días atrás que llevaba pensando si era hora de salir a la luz, eran cinco años desconociendo de la verdadera identidad del líder de Anhell, y aunque el anonimato tenía sus ventajas, también tenía sus desventajas.

— ¿Qué opinas sobre revelar mi identidad? — Bushida frunció su ceño al escucharle.

— Es tu decisión, Ren. — Respondió el pelinegro. — Pero deberías pensarlo mejor, hablamos de que todos sabrán quién eres y ya no serás 'un simple peón más' del líder de Anhell.

— Lo sé. — Sasaki bufó jugando con su manojo de llaves. — Nadie me dijo que no sería fácil llevar la corona sobre la cabeza.

— Es lógico ¿No?

— Bueno, era una jovencita ilusa cuando decidí comenzar a crear este imperio. — Los ojos de la castaña se fijaron en el retrovisor antes de maldecir fuertemente. — ¡Acelera!

Bushida no tardó en obedecer, pisando el acelerador hasta el fondo. Varios disparos se escucharon y múltiples balas impactaron contra el vehículo.

— Mierda, deben ser los imbéciles que quieren destruir a Anhell. — Sasaki sacó su teléfono marcando a un número

— ¿Bonten?

— No, otra organización menor. — El tono sonó un par de veces hasta que contestaron del otro lado.

— ...

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Rindo, bésame a mí también.🐕

Ya saben que me gusta consentirles un poco, así que... Sí veo apoyo en este capítulo, les subiré otro por la tarde.

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