CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

1K 233 171
                                        

CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

Rogar por perdón,

Rindo elevó su mano en señal de negación hacia el fotógrafo que se encontraba en la entrada, el hombre retrocedió dos pasos disculpándose en una reverencia.

— ¿No te gustan las fotos? — Preguntó Ren, Rindo negó.

— Supuse que no querrías llamar la atención. — La castaña elevó una ceja.

— Eres un acosador de primera ¿Te lo he dicho?

— Ya lo hiciste. — Ambos rieron.

Los ojos de cientos de personas se movieron hacia ellos al verlos entrar, Rindo dio un suave apretón a la mano de Sasaki antes de depositar un corto beso en sus nudillos.

— ¿Puedo tomar esto como una de nuestras primeras citas formales?

— Tómalo cómo quieras. — Rindo asintió, caminando juntos hacia un grupo de personas conocidas. — Hey.

— Qué sorpresa. — Sanzu rio al ver las manos tomadas de la pareja. — ¿Cuándo diablos sucedió esto?

— Déjame recordar... — Bromeó Rindo. — Hace un par de días atrás cuando un hombre rompió su-

— Cierra la boca. — Ordenó Sasaki, Rindo dejó de hablar.

— Vaya, vaya, Rindo Haitani ha sido gobernado. — Rio Takeomi a carcajadas. — Hey, Sasaki, ahora que estamos en paz quizá tenga una oportunidad contigo ¿No crees?

— Claro. — El hombre se mostró sorprendido. — Pero sólo en tus sueños, no eres digno.

— Uh~ eso dolió. — Soltó Kokonoi. — Mi persona, al menos, tuvo la oportunidad de estar con la grandiosa Sasaki Ren.

— No presumas de algo que ya no es tuyo. — Respondió Sanzu.

— Basta. — Rindo tomó de la cintura a la castaña, apegándola a su pecho. — Es mi mujer, manténganse lejos.

— Creo que no es tu mujer, Rindo. — Sonrió Takeomi. — Al contrario, tú eres su hombre.

— Wow, sí usas el cerebro. — Pronunció Ren, el grupo rio al unísono. — Iré por algo de beber.

— Te acompaño. — Se ofreció Rindo. — Volvemos en un momento.

— ¡No hagan mucho ruido! — Exclamó Kokonoi.

— El que hará ruido serás tú en la noche cuando estés llorando como bebé por no encontrar tus tarjetas.

Los tres hombres restantes fruncieron sus ceños confundidos observando a la pareja retirarse a paso lento.

— ¿Qué intentó decir? — Preguntó Hajime.

— Kokonoi ¿Tienes tus tarjetas? — El peliblanco palmeó sus bolsillos rápidamente.

— ¡Mierda!

Las carcajadas de Sanzu y Takeomi resonaron en el sitio.

Sasaki y Rindo se acercaron hasta un puesto de bebidas, la castaña aun siendo tomada de la cintura por el hombre quien tomó una copa, entregándola a la menor.

— Es una gran sorpresa que Sanzu no esté mirándome con ansias de asesinarme. — Comentó Ren. — Siempre que estoy con él el ambiente en tenso y huele a muerte.

— ¿Cómo huele la muerte? — Sasaki le miró con obviedad, Rindo asintió.

— Bueno, de seguro se metió algo y por eso está tan feliz. — Rindo tomó una copa, dándole un corto trago.

— Ren.

Sasaki cerró sus ojos al escuchar aquella voz.

— No. — La mujer no se giró. — Ni siquiera lo intentes.

— Mírame, por favor. — Ren comenzó a caminar en la dirección contraria, Rindo le siguió al ser su muñeca tirada por la castaña. — ¡Ren!

— Estás llamando la atención de todos.

— No me importa llamar la atención por ti, mírame... Hablemos. — Los pies de Sasaki se detuvieron, su hombro fue tomado, siendo girada momentos después. — Nena, escúchame.

— ¿Qué diablos quieres, Ran? ¿Volver a joderme? ¿Por qué mejor no vas con tu prometida y te revuelcas con ella?... — La castaña soltó una risilla nasal. — Da igual, no me importa, de todas formas, tú y yo no somos nada.

— Mierda, Ren. No digas eso. — El hermano mayor tomó una de sus manos, dándole un suave apretón. — Sé que la cagué de la peor manera, intentar llegar a tu corazón teniendo a otra mujer fue un error, pero te juro por dios que planeaba terminar esa relación con ella para estar contigo... Perdóname, por favor.

— Pareces un perro arrepentido. — Rio Rindo. — Lo siento, hermano, pero das pena.

— Rindo, no ayudas.

Sasaki observó por unos segundos a Ran, una de sus cejas se elevó al notar los ojos del hombre observándole impaciente, sus cejas caídas con arrepentimiento, sus labios apretados apenado.

Sí, realmente parecía un perro arrepentido.

— Ran, la cagaste en grande.

— Lo sé, estoy consciente de eso. — El ceño de la mujer se frunció. — Haré lo que sea, pero por favor no me alejes.

— Rogarle a una mujer es otro nivel. — Susurró Sanzu a Kokonoi, Takeomi rio, siendo los tres testigos del show que armaba el hermano mayor a la mujer frente a él.

— Ran. — Sasaki posó una mano en su hombro, apretándolo con fuerza. El más alto se quejó de dolor. — Dices que harás lo que sea ¿No?

— Lo haré.

— Arrodíllate y súplica por perdón. — Ambos hermanos miraron con sorpresa a la castaña.

Rindo sintió un escalofrío recorrer su espalda notando los ojos llenos de furia de la mujer, Ran lo notó de igual forma, ambos hombres sintiéndose atemorizados por una misma mujer.

— ¿Arrodillarme y suplicar? — Repitió Ran, incrédulo. La menor sonrió con diversión.

— Lo tomaré como un no. — Antes de poder girarse, Sasaki fue detenida por Ran.

Rindo y Ren abrieron sus ojos con gran sorpresa al ver al más alto arrodillarse frente a la castaña, tomando sus manos, llevando el dorso de las mismas a su frente.

— Lo siento.

— Diablos ¿Cuánto ama este hombre a la perra para hacer eso? — Habló Sanzu, dejando la copa a un lado para sacar su teléfono y tomar varias fotografías del momento.

— Eres tan estúpido. — Ran no miró a la castaña. — Mierda, realmente no puedo evitar perdonarte si eres capaz de ridiculizarte de esta manera en público... Levántate ya.

— ¿Eso es un sí? — Rindo ayudó a su hermano a ponerse en pie.

— Es un sí, pero no tendremos sexo durante un mes por idiota. — Ran suspiró aliviado. — Tengo que hacer algo.

Sasaki estiró su brazo, chasqueando sus dedos momentos después. Dos hombres, uno pelinegro y uno castaño, se acercaron a ella.

— ¿Ya es la hora? — Preguntó Bushida.

— ¿Para qué más nos llamaría? — Hanma pasó un brazo sobre los hombros de Ren, sonriendo con diversión. — No puedo esperar por ver lo que pasará.

— Aléjate de mí o serás el show principal cuando te asesine.

El castaño levantó ambos de sus brazos en son de paz, alejándose dos pasos.

— Espero que esto no se ponga feo.

— Siéntate, Ran. — Rindo señaló un sofá. — No vayas a caer de la impresión.

______________________________

🌹Un voto y un comentario se agradece.

𝐏𝐫𝐞𝐝𝐚𝐭𝐨𝐫𝐬・[𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora