Capítulo 7

233 23 1
                                    

- Valeria - 

¿Cómo se supone que debería enfrentarme a lo que en escasos minutos iba a ser mi futuro? ¿Puede que se me quedara grande todos los acontecimientos que iban a suceder de ahora en adelante?, Dios, que insegura soy conmigo misma aunque no lo aparente. Siempre he sido la típica chica que ha ido de frente en todos los momentos de mi vida, pero la mayoría de las veces he acabado echándome hacia atrás, no me juzguéis, si sumamos mi timidez y mis inseguridades me quedo como un coche de carreras sin gasolina, con ganas de ir a toda velocidad pero que siempre hay algún motivo para frenar. No soy tampoco de las que se abren sentimentalmente a nadie, en todos los años de mi vida solo he hablado de mis sentimientos con Olga, y si no recuerdo mal fue en secundaria; ¿Por qué está mal visto por la sociedad no hablar de lo que te sucede?, cada uno somos una galaxia muy diferente, formados por pequeñas estrellas que sabemos muy bien cuando brillan más y cuando no. Tampoco quiero que me malinterpretéis, los seres humanos tenemos nuestro lado soleado y el lluvioso, el soleado se manifiesta en nosotros con una simpática sonrisa nostálgica mostrando los dientes, y el lluvioso...,bueno, ese punto y a parte que nadie o casi nadie ha descubierto en nosotros, ¡o puede que sí!, y si es así, desde mi perspectiva es un gran paso, ya que abrirte a alguien y reposar toda la confianza en esa persona es algo que yo al menos, como he dicho antes, solo recuerdo hacerlo una vez. Y si hablamos de amor... me quedo más en blanco que en un examen de química. Nunca he tenido novio o novia, lo siento, pero creo que es algo que a día de hoy en mi vida no necesito, ¿Depender emocionalmente de alguien y prestar toda tu atención en él o ella?, con lo despistada que soy es lo que me faltaba, no duraría ni dos meses en una buena relación. Lo tengo clarísimo, cuando llegue el momento oportuno pues adelante, sin rencores y a intentar dar lo mejor de mi para esa persona. Antes he mencionado mis inseguridades, y la verdad que la palabra debe de ser en plural, ya que no es solo una desgraciadamente, ojalá no fuera ninguna, pero cada uno tenemos una historia diferente y con la valentía de que algún día podamos contarla tranquilos, como si desenmascaramos nuestro pasado... y eso estaba intentando yo de hacer. La soledad siempre ha sido uno de mis grandes temores desde los doce o trece años aproximadamente, una historia que ya contaré más tranquila en alguna bonita ciudad, relajada y sin preocupaciones. Pero dentro de lo que cabe, mi madre siempre me dijo que los verdaderos amigos se cuentan con una sola mano, y desgraciadamente, así fue. Como me robaron a la Valeria feliz y con ganas de vivir a lo grande y me la intercambiaron por una con miedos e inquietudes. Y seguro que os estáis preguntando: ¿Si fuiste feliz y ahora eres una chica con remordimientos, como es que vas a trabajar de azafata?, Olga, nada más que añadir, sin ella yo ahora mismo no estaría aquí, siempre seremos ella y yo por el resto de nuestras vidas

- Valeria, hemos llegado

- ¿Tan rápido?

- Estabas embobada mirando por la ventana, ¿Qué demonios estabas pensando?

- Nada, déjalo. Unos recuerdos que dejé a medias hace ya mucho tiempo y han vuelto a mí

Aquello que dejamos a mediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora