Aquello que dejamos a medias

Capítulo 1

- Valeria -

Que curiosa es la vida cuando te lo comienzas a replantear en tu pequeña cabeza, nos tiramos de cabeza a la piscina en situaciones en las que no sabemos cómo vamos a salir del agua. Eso mismo me pasaba a mi, nunca había volado en avión y siempre lo he añorado cuando lo veía en las películas y series, ¡qué bonito es tener el cielo tan cerca de ti desde ahí arriba!, ¿verdad?, sentirte libre y única por unas horas. Y lo había conseguido, increíble pero cierto, bendito el día en el que me plantee ser azafata antes que química de laboratorio, un cambio de profesión grande, lo sé, no me juzguéis. Mis padres siempre han sido los ricachones con la vida resuelta que siempre han querido que su impecable hija ya mayor de edad estudie lo que ellos creían conveniente, y eso es lo que hay que hacer siempre en la vida, echarle cara a nuestras injusticias del día a día

- Valeria, cariño, Olga está ya abajo con el coche esperándote - dijo mi madre asomando su cara por la puerta entreabierta

- ¿¡Ya?! - me levanté de un salto de mi cama - Pero si son solo las siete y media de la tarde, tenemos que estar en el aeropuerto a las nueve de la noche

- Valeria, cariño, a los aeropuertos hay que llegar con tiempo siempre,  ahora si eres una azafata, más me das la razón respecto a este tema

- Mamá, por favor, no pienso discutir sobre esto a escasos minutos antes de irme de aquí, de Barcelona - suspiré hondo y metí rápidamente un neceser de mano en un bolsillo de mi maleta

- Hija, por favor - me sujeta mis manos temblando - no hagas esto, tu padre y yo te vamos a extrañar mucho corazón, siempre has sido nuestra niña, nuestra pequeña en esta casa, recuerdas cuando me decías de pequeña: "las princesas nunca abandonan los castillos" - dijo mi madre derramando un par de lágrimas

- Mamá, la princesa ahora se ha convertido en reina, y quiere ser libre, salir a conocer el mundo, entiéndeme joder, es una gran oportunidad para mi dedicarme por un tiempo a esto, no sé si lo haré toda mi vida o no, pero está claro que es un sueño que siempre he querido vivir - dije un poco malhumorada y a la vez triste

- No sé en qué hemos fallado, siempre te hemos educado de la mejor forma Valeria - reprime mi padre abriendo la puerta y alzando un poco la voz

- No os lo niego, habéis sido muy buenos padres, pero tenéis que entender que esto a partir de ahora va a ser mi futuro, repito, mi futuro - digo finalmente cabreada ante la situación

- Tu madre y yo creímos que no te ibas a atrever a irte tú sola fuera de aquí, a tantos países... - mi padre mira desconcertado a María, mi madre - si quieres irte a vivir la vida loca, está bien, hazlo, pero en el momento que salgas por esta puerta,  dejaremos de ser tus padres

- Juan, ¿¡qué demonios estas diciendo?!, ¿te das cuenta de lo que estás soltando por la boca? - dice mi madre abriendo finalmente la puerta de par en par 

En qué momento estaba pasando todo esto, sé que cuando les anuncié en segundo de bachillerato a lo que finalmente me quería dedicar, no pusieron las mejores caras. Pero esto ha podido mentalmente conmigo, son mis padres, ¿Cómo diablos se renuncia a una hija?, ¡es imposible!

- Sé que no lo estas diciendo enserio - me encaré por primera vez en veinticinco años a mi padre

- Ten por seguro de que si

No sabía que hacer, Dios mío, no sabía hasta cuando les volvería a ver si me voy, posiblemente hasta las vacaciones de navidad, o incluso más

- Me estas dando a elegir entre un sueño de mi vida, y a tus estúpidas normas 

- Te equivocas, Valeria, tu sueño siempre ha sido la química, la ciencia, los números... siempre te ha gustado esa rama de estudios, pero no sé quién te metió en la cabeza lo de ser azafata

- Mi corazón, papá, me habla mucho - le miré desafiante a sus ojos verdes oscuros - más de lo que tú me has hablado en toda tu vida 

- Por favor, Valeria, si verdaderamente son tus objetivos subirte a ese avión e ir viajando de país en país, adelante, hazlo - dijo mi madre abrazándome

¿Enserio esta escena ha tenido que pasar justo antes de subirme al coche con Olga e irnos al aeropuerto?, efectivamente, pero si soy sincera, me lo veía venir un poco por parte de mi padre, siempre ha sido mi control remoto en mi vida, y ya va siendo hora de que todo esto termine, soy mayorcita como para hacerle caso respecto a este tema

- Sabes que voy a irme, papá

- Sabes que no estoy bromeando, Valeria

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Mi primer capítulo de esta nueva novela, que ilusión me da el hecho de empezarla, enserio, espero que para todo aquel que venga de "Desenmascarando el pasado" disfrute mucho leyéndolo, y si eres nuevo/a, ¡gracias por leerte el libro y seguirme por aquí!

David