Capítulo 19

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Tyler


¿Te acuerdas que te conocí de la manera más inoportuna e increíblemente posible, Emma? Choqué contra ti en la sección de poesía de aquella librería en el centro de Londres, y quién me iba a decir a mí que leer tanto, al fin y al cabo iba a tener su merecidísima recompensa:

"Perdón, no era mi intención. No miro por donde voy. Soy un desastre", te dije en el mismo instante que vi todos tus libros caer y tus ojos pendientes a los míos: "No se preocupe, señor", dijiste muy seria. Seis años después, aquí estamos, los dos juntos y afrontando este juego tan irreal que a veces es llamado "vida". Quiero tocarte canciones con mi guitarra todos los días de mi existencia para llenarte de armonía el día a día, quiero leer miles de libros junto a ti sentados en el sofá de nuestro apartamento hasta que las letras de esto nos dificulten su lectura, quiero pasear y viajar por ciudades que vemos inalcanzables para que podamos sentirnos los dioses del mundo subidos en un altísimo pedestal, quiero mucho... y el tiempo se nos pasa en un abrir y cerrar de ojos, pequeña. Ya no somos aquellos adolescentes en una librería evadiéndonos de los problemas que el mundo nos mandaba, hemos crecido y aprendido mucho y de la manera más especial e importante para mí: juntos.

Permanece conmigo, Emma, y este chico que te está abriendo las puertas a una nueva vida, te promete seguir haciéndote la mujer más feliz del mundo.

Emma, ¿quieres casarte conmigo?

Última modificación del documento: 29 de noviembre de 2020

Aquello que dejamos a mediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora