Capítulo 4

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- Tyler -


Me sobran dedos de mis manos para poder contar las veces que he soñado de poder viajar algún día en tren, pero nunca he pensado que tenía que ser de esta manera...huyendo de la ciudad a la que siempre he amado con todas mis fuerzas. Habían pasado alrededor de media hora desde que partió el tren en dirección al aeropuerto, y ya empezaba a extrañar a Emma

 - ¿Le apetece tomar algo señor? - me dijo una camarera muy bien uniformada, una falda muy formal de color gris que le llegaba hasta un poco antes de las rodillas, y una chaqueta de color morada con el logo de la empresa 

- No gracias - respondí serio 

- Para cualquier cosa que necesite señor, me llamo Paola - me guiñó un ojo

Asentí desviando mi mirada hacia la ventana de mi asiento, literalmente me sentía mal conmigo mismo que las chicas se fijaran en mí mientras mantenía mi relación de pareja con Emma, soy consciente de que no es culpa mía que me sucedan este tipo de cosas, pero aún así, es como una pequeña espina que se me clava cuando me ocurre

El resto del viaje me lo pasé escuchando una playlist que había hecho Emma el día anterior para poder escucharlo en todo el trayecto; añadió canciones que siempre nos recuerdan al uno y a el otro y es como muy especial, sabiendo que llevo y siempre llevaré sus gustos conmigo. Sea como sea, y de la manera que fuera, ella siempre iba a estar en mi corazón. Nadie podría reemplazarla jamás

El tren me dejó a escasos metros de la puerta principal del aeropuerto, y la verdad que no me lo esperaba para nada así. Era tan grande y repleto de gente... restaurantes y miles de tiendas de ocio; había un simpático Santa Claus muy bien disfrazado haciendo propaganda de un restaurante Indio en uno de los locales, faltaban todavía unas semanas para esas maravillosas fechas, pero se respiraba ese ambiente londinense navideño que tanto me gustaba y me volvía como un niño pequeño. En mis oídos se escuchaban en un tono medio Someone you loved de Lewis Capaldi

- Esta canción me está matando, y el no tenerte en estos momentos conmigo también - susurré muy bajo mientras me dirigía a mi puerta de embarque con mi billete en la mano

 En ese instante, una gran multitud pasó a mi lado corriendo en dirección a unos mostradores de recepción y tanta muchedumbre alrededor mía sin dejarme mover me ponía muy nervioso;  los latidos de mi corazón comenzaron a hacer acto de presencia en mi pecho. Sufría de arritmias desde los siete u ocho años, se basaba en que mi corazón emitía pulsaciones muy rápidas en muy cortos periodos de tiempo, y lo pasaba bastante mal en algunas ocasiones; había algunas veces en las que me ocurría sin hacer ningún tipo de esfuerzo deportivo, y era terrible. Me dirigí hacia una pequeña mesa de información para preguntar donde se encontraba mi puerta y así llegar a tiempo al avión

- Buenos días señorita - dije mientras me retiraba la mano derecha de mi pecho, era una señora de una edad ya un poco mayor, se llamaba Karen. - ¿El vuelo con destino a Roma cuando parte?

- Señor - me miró con mucha preocupación con esos ojos ya un poco arrugados - Este billete es falso

- ¿¡Cómo?!

- Mire - me señaló con mucha delicadeza. - Esta compañía de avión no existe, joven. ¿Lo ha comprado en internet?, si es así, debería de denunciar a la página, y a lo mejor con suerte puede usted recuperar el dinero perdido

Aquello que dejamos a mediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora