Qué bonito es poder ver que, por segunda vez consecutiva, se ha logrado terminar lo que se empieza con tanta ilusión y entusiasmo. Es verdaderamente un orgullo para mí el tener la valentía y la iniciativa de que este libro haya salido en adelante. Refleja varios momentos de mi vida en los cuales he tenido que sobrellevarlo yo solo. Me ha llevado más tiempo de lo común el poder terminarlo, porque primero siempre las obligaciones y luego ya las devociones. Gracias a esa decisión, he podido matricularme en la Facultad de Ciencias de la Educación aquí en Cádiz, concretamente para el grado de Educación Primaria. La facultad será una etapa completamente nueva en mi vida, en la cual, espero poder seguir escribiendo más historias como estas y poder estudiar la carrera que tanto admiro.Aquello que dejamos a medias nació de la manera más remota posible: estaba tumbado en un banco de una plaza aquí en mi ciudad, y vi un avión pasar sobre las nubes. Me fijé determinadamente y mi imaginación se encargó de todo lo demás. Esa misma noche, cogí una libreta y un bolígrafo mientras comenzaba a escribir diversos títulos y frases que se me iban ocurriendo. Hasta que di con el actual título y me impactó lo mucho que transmitía. No lo pensé dos veces y supe que así debería de ser. La historia de Tyler y Valeria me ha llegado directamente al corazón desde el primer momento. Un libro que me ha mantenido noches despierto pero a la vez sentía que yo mismo estaba soñando, y espero que así haya sido con vosotros. No quiero marcharme sin antes agradecer a varias personas:
A mis padres, tanto a uno como al otro. Sin todos los viajes que hemos llegado a hacer desde que Alejandro y yo éramos niños, este libro seguramente nunca hubiera dado a luz ni hubiera estado escondido en algún rincón de mi cabeza. Me siento privilegiado de poder haber contado todas las páginas anteriores sabiendo que han sido mis propios ojos.
A mis abuelos, a los que admiro tanto en mi día y los que le debo tanto, por su compromiso y dedicación en que siempre estuviese lo mejor posible al lado de ellos. Pilar, Pepe y Ana. Ojalá el mundo pueda llegar a aprender tanto de vosotros como lo hago yo. Mi corazón os dará eternamente las gracias por todo.
Agradecer a mis familiares, tanto por parte de madre como de padre. Gracias por el apoyo emocional año tras año, y ahora, debido a este pequeño mundo, por la confianza en cada libro. Chato, madrina, Tomás, Pablito, Jesús, Pili, Olga, Maite, Dani, Vicente, Paqui, Alba, padrino... La lista es enorme, y sé que no todos estáis aquí, pero en mi corazón hay hueco de sobra.
A mis amigos, tanto los que me llevo de La Salle, como los que han estado siempre. Mi Eva, Lucía, María Moreno, Violeta, Paula, Dayara, Blanca, Julio, María Delgado, Álvaro, Mari Carmen, Rebeca... También a los que conozco de hace poco, pero como si fueran de toda la vida. Anabel, gracias por haberme contagiado aún más ese sentimiento tan bonito que nos une tan bien que es el de la literatura, pase el tiempo que pase y los años en adelante, siempre serás mi profesora de lengua, la que tanto me marcó y me enseñó en mis dos años de bachillerato. Y Yari, la que meditó conmigo y me ayudó a cerrar esta historia de la mejor manera posible y que tantas vueltas le daba sin solución alguna.
Dar las gracias también a la Semana Santa de Cádiz, que tanto ha hecho en mi vida y por cómo ha logrado unirme a personas realmente maravillosas. Tanto Borja, como Valle, Lucía, Ana, Paula Otero, Daniel Lepiani, José, Inma y Rocío Armida, Rafa, mi Antonio (o Toñi, Loli, Merche... he perdido la cuenta), Daniela, Carmen Verdulla, David, Ángeles, Ale Corona, Marta, Guille, Nono, Nona, Esther... Vosotros sabéis quiénes sois y lo mucho que habéis aportado a este chico tan difícil de llevar y al que le cuesta la misma vida sonreír, pero estar con vosotros siempre es un gran motivo para hacerlo.
Nando..., lo sabes todo. Ojalá el mundo pueda llegar a aprender de ti algún día. Eres una persona demasiado maravillosa y con un corazón que huele a Viña desde cualquier parte del mundo. Sabes lo mucho que te admiro y lo tanto que me ayudas ante cualquier problema que se me avecine.
Agradecer también a toda la gente de la comunidad de Wattpad que he conocido y también a los de Instagram y TikTok. A los escritores nuevos que estoy conociendo y tanto me enseñan día tras día con sus obras, como los que han estado desde el génesis de esta historia: Blue Jeans, Javier Castillo, Alice Kellen, Agatha Christie, Elisabeth Benavent, Joël Dicker, Mercedes Ron, Joana Marcus, Inma Rubiales... La lista es interminable, pero la sensación de seguridad de uno mismo con uno de vuestros libros en el regazo es aún mayor.
Una vez más, tengo que despedirme de mis lectores. Os he dejado los últimos, porque sois el pilar más fundamental en todo esto. Mis historias no llegarían a nada ni a nadie si no fuese por vuestras recomendaciones y vuestras opiniones que me hacéis llegar día tras día. Os llevo en el corazón por siempre. Lo sabéis de sobra. No dejéis de leer. Comeos el mundo de la manera más loca posible con un libro en la mano. No tengáis miedo, seguid el ejemplo de Valeria. Y por último, no le pongáis límites a los latidos de vuestros corazones. Dejaos llevar y enamoraros si el corazón os lo pide.
Hasta la próxima.
ESTÁS LEYENDO
Aquello que dejamos a medias
RomanceA día de hoy, entendemos perfectamente que las estrellas son pequeños destellos de luces que nacen en un precioso cielo nocturno. ¿Pero qué pasaría si dichas constelaciones fueran personas?, desde un amigo íntimo de la infancia a alguien completamen...