CAPÍTULO 14

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Aquella noche, el durmió abrazado a mi, ni siquiera sé porque. Teníamos una relación sexual bastante cariñosa, digamos.

Me desperté porque me hice daño en la pierna, y me dolía, bastante. Necesitaba levantarme y moverme para que el dolor cesara.

Intente moverlo para despertarlo, pero eso hacía que el se abrazará mucho más a mi.

— Damiano, déjame levantarme.

El se retorció un poco, pero no me hizo caso.

— Dami, por favor.

Una sonrisa salió de su boca cuando dije aquella frase.

— Repíteme lo que has dicho.

— ¿Dami?

El asintió y por fin me soltó de su agarre.

— Llámame más veces así, es algo muy cariñoso, Sofi.

— ¿Damiano siendo cariñoso? Dios, ¿Ahora estás enamorado o que? — Dije riendo.

El me pego en el hombro tras decir eso.

No era buena opción burlarme del echo que pudiese enamorarse de mi, porque digamos, que era lo que probablemente nos acabaría pasando a los dos, y creo, que yo ya estaba empezando.

El echo de haber sacado su mejor faceta y que se comporte bien conmigo, me hacía estar a sus pies. Sabía que si él seguía comportándose así conmigo, iba a enamorarme, porque el, ya me gustaba.

Narra Damiano:

Mostrar mi parte cariñosa delante de ella, puede ser que haya sido lo mejor.

Quizás, enamorado no estaba, aún. Pero sabe que iba a caer en los encantos de esta chica, porque era perfecta. La mezcla de calentura y ternura que tiene, volvería loco a cualquier hombre.

Y a mi, ya me tenia loco.

Narra Sofía:

Hicimos el desayuno entre risas, ya que mi intento de hacer tortitas estando mal de una pierna, salió mal. Mantener el equilibrio y cocinar, no era lo mío.

Las acabé quemando, y Damiano solo se reía de mi. Yo le lance un trapo a la cara para que se callara.

Finalmente optamos por ir a desayunar a una cafetería que había en la esquina de la calle, que tenía muy buena pinta.

Dos cafés calientes y un par de bocatas. Parecíamos dos españoles.

Cuando acabamos, tuvimos la gran idea de ir a una pequeña colina que quedaba a un par de kilómetros de casa. Según Damiano, era su lugar favorito.

Cuando llegamos nos sentamos en un pequeño banco que había ahí. No había suficiente sitio, así que tuve que acabar sentada encima de Damiano.

Que casualidad, parecía que el chico lo había echo a posta.

Él tenía mi pierna mala agarrada para que no me hiciese daño, y yo tenía mis manos pasadas por detrás de su cuello. Si es que sin duda, parecíamos pareja.

Observamos aquella colina durante un par de horas, y luego volvimos a casa, a comer.

El móvil de Damiano empezó a vibrar, y el estaba en la ducha, así que como cotilla que soy, mire un poco por encima los mensajes.

Vic❤️:
Damiano mira lo que te voy a enviar, ten más cuidado cuando salgas a dar una vuelta con tu amiga Sofía.

Thommy:
Damià, tío, tienes que salir a aclarar estas fotos que están revolucionando a todo el mundo, tienes a las fans locas.

Ethan:
Damiano, dinos que has visto lo que ha salido en la prensa, necesitamos que nos ayudes a dar explicaciones.

Marta Manager:
Damiano, te dije que no la liaras y que tuvieras cuidado con la chica. La prensa te la está liando.

Sabía que todos esos mensajes se referían a mi, y no entendía que estaba pasando.

Escuche pasos detrás mío, y lo vi.

— No sé que está pasando, pero tu móvil no para de vibrar.

El cogió el móvil rápidamente de mis manos y abrió aquellos mensajes. Un leve "mierda" en forma de susurro salió de sus labios.

— ¿Que ha pasado?

El bufó.

— Que los putos paparazzis no me dejan vivir, y uno de ellos nos ha seguido hasta la colina. Nos ha echo fotos, y las ha colgado en internet.

A mi se me heló el cuerpo. Ahora que estaba empezando a ser reconocida en lo mío, iba  acabar siendo conocida por tener un rollo con uno de los mejores cantantes italianos.

Es que esto no podía estar pasando. Sabía que muchos malos comentarios iban a llegarme, y sabía que no me iban a sentar nada bien.

Busque en mi móvil aquella noticia y la cantidad de malos comentarios que estaban llegando eran impresionantes.

Ya veíamos que esta chica tenía una obsesión con el.

Pintora poco reconocida y se lía con un cantante, que busca famas.

Solo buscas fama, gánatela por ti misma.

Trague saliva cuando leí todo eso. Yo siempre había sido una persona realmente insegura, y comentarios como estos, eran capaz de destrozarme, y mucho más si se metían con mi trabajo.

Deje caer mi cabeza en el mármol de aquella cocina y cerré mi cabeza completamente.

— Sofi, levanta la cabeza.

Negué rotundamente.

— Si no la levantas, te aseguro que lo hago yo.

Y así fue, me levanto completamente para que lo mirara. Me agarró la cara entre sus manos.

— No hagas caso de esos comentarios, no eres nada de eso. Eres una persona demasiado pura y bella, eres un cachito de pan, como dirías tu. Solo yo sé lo fantástica que eres, y porque estoy contigo. Centrate en ti, y nunca mas, pienses en los demás.

Yo lo abracé, y él me correspondió. Era mi gran apoyo ahora mismo.

— No sé que has echo con él antiguo Damiano arrogante que me echo de su casa, pero estoy de acuerdo que esta versión suya, me encanta muchísimo más que la anterior. Quiero mucho más a este versión.

Él me estrechó muchísimo más fuerte en sus brazos, como siempre hacia.

— No sé si has venido a decirme que me quieres, pero te aseguro que yo también te quiero mucho. En tan poco, me has demostrado tanto, Sofi.

Yo sonreí ante eso, era la cosa más bonita que el me había dicho. Sabía que algún día sacaría esa versiona cariñosa de el, y ese día, había sido hoy.

Sabía que después de esto, iba a estar totalmente perdida y a sus pies completamente.

Y así fue.

L'inciampo dell'amore // Damiano David Donde viven las historias. Descúbrelo ahora