Este es mi regalo de navidad, espero lo disfruten. Gracias por seguir aquí❤️
Narra Debora.
Diciembre nunca había sido mi mes favorito y aunque en años pasados me había esforzado por darle una linda navidad a Matías no lograba tener ese sentimiento o emoción por las fiestas decembrinas. Perdí esa magia conforme fui creciendo, cuando te das cuenta que cada año hay más sillas vacías, rencores, chismes incluso tragedias. Cuando por más regalos que haya bajo el árbol es más grande el vacío en el corazón .
Y así como en algún momento mis padres se encargaron de darme las mejores navidades, yo haré lo mismo. La magia volvió cuando de nuevo tuve una familia en la que me sentía amada y completamente ilusionada por estar con un increíble hombre a mi lado y por mis 3 pequeños que adoraba con mi vida.
Anthony tenía la costumbre de contratar a alguien para que decorara su casa cada año, pero esta vez tomamos la decisión de que yo me encargaría de eso.
Vi miles de catálogos, escogí cada detalle y cada esfera del árbol. Me volví loca comprando muñecos inflables para el jardín y para el techo de la casa. Incluso Mande poner luces en cada arbusto y en la facha de la casa.
Era nuestra Segunda navidad juntos y fue un gran logro cuando conseguí que alex viniera con nosotros este año, además invitamos a su mamá, a su hermana, su cuñado y sus sobrinos.
El espíritu navideño se había apoderado de mi.
–Me Encanta verte tan concentrada– me abrazo Anthony por detrás mientras elegía el menú para la cena navideña.
–¿Seguro que quieres que yo elija todo?– le pregunte mientras sostenía mi iPad en la mano.
–Solo te pido que no falte el vino– se rio y me dio un beso en el cuello.
Entre mis múltiples tareas de ama de casa y empresaria, me di el tiempo de sentarme con Matías para que escribiera su carta. No tiene idea que su papá es millonario y pide regalos como si lo supiera.
Cuando crecí me di cuenta del esfuerzo que hacen algunos padres para darles una feliz navidad a sus hijos, incluso sacrificando o endeudadose por ver felices a sus hijos. Cosa que también comprendí cuando nacieron los míos.
Hice una lista de lo que debía comprar. Los regalos de mis hijos, regalos para la familia y el más complicado, Anthony. Ese hombre lo tenía todo. ¿Con que puedo sorprenderlo? No voy a regalarle un avión o un helicóptero. ¿Un barco? No me alcanza, me quedaría en banca rota.
–¿Que quieres de navidad?– le pregunte con la ilusión de que me diera una pista.
–Una noche desenfrenada de pasión. Mucho sexo y mucho alcohol– me abrazo mientras sonreía.
–¿Con quien? No me alcanza para pagarte a Margot Robbie.– Soltó una carcajada.
–Contigo bobita. Como en Ibiza– elevó sus cejas.
–Creo que mejor te compraré un reloj– me reí y abrazo con más fuerza acorralándome contra la pared.
–No hay mejor regalo para mi que tú en ropa interior sexy con una copa de vino esperándome en la cama para quitarte cada prenda con los dientes– me susurro al oído y a mi se me aguadearon las piernas.
Quisiera meterlo a nuestra habitación y arrancarle la ropa pero aún tengo muchas cosas por hacer.
–Lo voy a pensar– le di un beso en los labios y me lo quite de encima.
Tenía que organizar una cena. Los regalos los pedí por internet y ya tenia quien me ayudara a envolverlos. Quería que esta noche fuera perfecta.
