Narra Anthony.
El ver a Ania y cerrar ese ciclo me libero de muchas cosas, me quito ese maldito sentimiento de culpa que tenia. Yo jamás iba a poder hacerla feliz, no la valore como tenía que ser por que por principios de cuenta nunca debí iniciar una relación si seguía enamorado de alguien más.
Fui directo a la casa, necesitaba hablar con debora y reafirmar lo que le había dicho. Quería otra oportunidad con ella. Nunca deje de amarla, de adorarla y aunque aveces seamos como perros y gatos en pelea, ella es la mujer de mi vida.
Ella es la marea que mi océano necesita.
Llegue, la busque por todos lados y no la encontré.
–¿Y tú mamá?– le pregunte a Matías.
–Vino Karim por ella– ni siquiera me volteó a ver, siguió en su videojuego. Estos niños de hoy.
Que Debora se juntara con ese hombre era una bandera roja con las letras de "PELIGRO". Cada que salía con él se ponía una borrachera monumental.
La llame varias veces y me enviaba directo a buzón. Seguro esta pensando que me fui con Ania a Brasil a vivir feliz con ella.
Le pedí a nene que me localizara a karim. No tenía su número, ni nada. Paso casi una hora cuando nene me envío un mensaje con la dirección del hotel donde se está quedando. Espero estén ahí y no en algún bar ahogando sus penas.
Maneje hasta al hotel y me toco intercambiar una fotografía por el número de habitación. Ser "bonito" me sigue ayudando a conseguir ciertas cosas.
Subí a la habitación rogando por que estuvieran ahí. Toque y nada. Insistí.
–¿Que se te ofrece?– salió Karim y se cruzó de brazos, frunciéndome la cara.
Este tipo me odia, estoy seguro.
–¿Está debora aquí ?– pregunte apenado.
–¿Dime tú a quien más recurre cuando le rompes el corazón?– me estaba desesperando por que no dejaba de menear una pierna mientras me juzgaba.
–Necesito hablar con ella.
–¿Para que? ¿Para seguirla lastimando? ¿Vienes a mandarla al diablo?– lo ultimo lo dijo en voz baja.
–Yo la amo. Y esto es entre ella y yo.
Cerró la puerta y se acercó a mi.
–Si la lastimas y la haces llorar de nuevo. Te lo juro y no me importa nada. Voy a publicar la única foto que tenemos juntos y voy a decir que tenemos una relación, voy a dejar tu reputación de machito por los suelos si vuelves a hacer que debora derrame una sola lágrima por ti.– Me amenazó pero me abrió la puerta para que entrara.
Me trague la rabia por la amenaza que me hizo y entre a buscar a Deb.
No estaba bebiendo. Estaba sentada cerca de la ventana abrazando sus piernas, con la mirada perdida hacia afuera. Llevaba un suéter gris como 3 tallas más grandes, un pantalón negro y unos tenis.
–Debby – giró su cabeza al escucharme y se levantó enseguida.
–Ant...– se le hizo un nudo en la garganta. No la deje continuar y la abracé.
–Te amo mi amor y te rectifico todo lo que dije. Quiero que me des otra oportunidad. Es contigo con quien quiero estar mami– escuche como empezó a llorar mientras me abrazaba.
–No llores, no llores– me separe y le limpie la cara.–karim me puso una dura advertencia si te ve llorando– le sonreí.
Sonrió y se limpió la cara con la manga de su suéter.
–Voy a vender todo, te prometo que voy a alejar a David de nuestras vidas– dijo con desespero.
–No es necesario, solo... ayúdame a confiar en ti debora. Ya no mas, nena. Estas cosas solo desgastan y desgastan nuestra relación. Y a pesar de eso es más fuerte lo que sentimos el uno por el otro. Cambié por ti...
–Te amo y por un momento pensé que...– se tocó el cabello y dio media vuelta y después regreso a mirarme.– pensé que la querías a ella, que ella era con quien querías estar... te vi sufrir por ella y te lo juro que me había resignado...
–Deja eso atrás, Deja de pensar en eso, estoy aquí. No hay nadie más, solo tú– tome su cara y le di un beso en la frente.– Debemos trabajar mucho en nuestra relación, voy a poner todo de mi parte y se que tú harás lo mismo. Es obvio que vamos a pelear y tener discusiones pero voy a dejar de huir cuando las cosas se ponen difíciles. Te amo debby, eres la mujer de mi vida.
–Yo te amo más, mucho más– me abrazo y unió sus labios con los míos.–Te amo,Te amo, Te amo– me dio muchos besos entre cada palabra.
–¿Todo bien?– entró Karim y se cruzó de brazos.
–Si– Debora le sonrió. La abracé y le di un beso en la mejilla.
–Estas advertido y no me importa si después me demandas y me vuelvo indigente pero ya no quiero que derrame una sola lagrimas más por ti— me apunto con el dedo.
–¿De que me perdí?– pregunto Deb abrazándome.
–Que si te hago llorar va a decirle a los medios que soy pájaro y que ando con él– no me hacía mucha gracia.
Debora soltó una carcajada.
—Este de pájaro no tiene nada– se rio, me abrazo y me beso la mejilla.
–Bueno, yo ya te dije. Y tú aprende a confiar en tu hombre y deja de hacer tanto lío debora. Por que ya estoy grande y no aguanto igual las borracheras–Ambos nos reímos.
A pesar de las amenazas le agradecí que siempre estuviera con ella en sus peores momentos. Nos despedimos y fuimos directo a la casa. Estaba loco por ver a mis hijos más pequeños.
–¿Vas a volver a casa?– me pregunto en el auto mientras sostenía mi mano entre las suyas.
–¿Eso es lo que tú quieres?– Le di una mirada rápida y voltee hacia el camino.
–Si, no quiero pasar un minuto más lejos de ti... te he extrañado mucho– acaricio mi mejilla y sonrió.
–Y yo a ti– tome su mano y le di un beso.
