Capítulo 17

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Bajo a desayunar en un mal intento de no cruzarme con nadie mi madre prepara su bolso para irse, Blas prepara café y supongo que mi escapada con el rubio no quedara olvidada dada que la mirada del afeminado está ausente perdida en su tarea de café

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Bajo a desayunar en un mal intento de no cruzarme con nadie mi madre prepara su bolso para irse, Blas prepara café y supongo que mi escapada con el rubio no quedara olvidada dada que la mirada del afeminado está ausente perdida en su tarea de café. Busco una taza y me paso junto a él sin apartar la mirada de mi madre que va de un lugar a otro buscando todas sus cosas ignorando mi presencia de que estoy despierta.

—¿Qué novedades tienes para mí? —murmuro aceptando el café que sirve.

—Intervine para que no te busquen cuando eran las once y no llegaste –me muerdo el labio y asiento—, Trina se puso histérica y Nicolas parecía querer encerrarte.

—No los aguanto más –endulzo el café y le doy un sorbo.

—Sabes que fue algo estúpido decir qué harías tarea, no puedo seguir cubriéndote sin saber a qué juegas.

Suspiro y lo miro servir un café, no sé si confiar en él, aunque tengo que reconocer que por alguna razón me cubre con el tema rubio cuando aparece siendo consiente que no se trata solo de un compañero de clase al que no tolero. Veo a mi madre subir las escaleras y perderse de nuestra vista, suspiro le doy otro trago al café y me aferro a la taza apoyándome en la encimera de atrás con su vista fija en mis movimientos.

—Recuerdas cuando me cubriste la primera vez –asiente, volteo la escalera notando que no hay señales de mi madre—, era la segunda vez que lo veía, la primera fue cuando debía verme con Rochelle y me dejo plantada en el bar.

—Básicamente te deje ir con un completo desconocido –asiento estirando mi taza pidiendo una recarga de cafeína—, menos mal no pregunte o tu hermana me mataba.

—El punto es que no somos nada, pero tampoco somos amigos –noto la confusión en su rostro sin saber exactamente cómo explicar esto—, es decir, desde que lo conocí somos un poco más cercanos que solo amigos –me siento una idiota explicando algo que con una palabra se podría, pero jamás usaría.

—Se están conociendo –asiento bebiendo de la recarga de cafeína—, no es difícil de explicar se nota que se caen bien.

—La cosa es que cuando quise mandarlo a la mierda al enterarme que era ex de Aveline fue que descubrí era mi compañero de clases y desde entonces no me lo saco de encima.

—La arpía –asiento viendo la sorpresa en su rostro—, básicamente estas saliendo con el ex de la innombrable.

—Quieres decirlo más fuerte creo que tu novia no te escucho –digo con rabia odiando tener que hablar esto a oídos de cualquiera—, y no estoy saliendo, lo estoy conociendo –aclaro.

No quiero dar detalles de lo que sea que hacemos, no quiero mencionar la banda, no quiero mencionar la obra, no quiero decir nada de lo que implica tenerlo en mi vida. Tras regresar lo último que hice fue quedarme a hablar con mis padres que todo lo que querían era darme una charla, advertencias o su absurda idea de buscar universidad para una carrera que no me guste.

INEVITABLE. Correr, ceder y caer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora