Capitulo 21

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Me gusta creer que los momentos se clasifican en niveles: los Inevitables, cuyo poder puede destruirte o salvarte; los irremplazables, aquellos que te gustaría revivir una y otra vez; y los inolvidables, considero los más fuertes con el poder de r...

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Me gusta creer que los momentos se clasifican en niveles: los Inevitables, cuyo poder puede destruirte o salvarte; los irremplazables, aquellos que te gustaría revivir una y otra vez; y los inolvidables, considero los más fuertes con el poder de recordarte algo que olvidaste, te devuelven la esperanza. De pie, delante de mí tengo lo que alguna vez me atreví a soñar y deposite en un lugar lejano considerándolo imposible, sin dudas el padre de Junior se esfuerza demasiado con esto.

Las mesas están acomodadas en cada esquina dejando en medio un pasillo que brinda la vista a la pequeña tarima que pusieron como escenario en donde Lucas y Tobías hacen prueba de sonido con el rubio, no me creo estar viviendo esto. Tengo la absurda sensación que es un sueño y antes de poner un pie frente al micrófono abriré los ojos y despertare, la ansiedad hace estragos en mi acelerándome el pulso, asustándome a los posibles escenarios haciéndome dudar si realmente estoy hecha para esto. La realidad me importa poco cuando todos tienen confianza esperando que destroce cada canción dándole mi estilo uniéndome a ellos.

—No te parece demasiado hacer esto —Owen se para a mi lado con el saco en el hombro.

—Tal vez un poco —confieso—, creo que estoy algo asustada.

—Aun estas a tiempo de echarte para atrás —recuerda, me separo sentándome en una de las mesas y ponerme los zapatos—, sabes que mi padre trabaja con editores de revistas que nos conocen.

Lo observo confundida sin tener muy en claro a qué se dedica Angus teniendo una agencia de marketing y ser un inversionista bastante exitoso junto a las múltiples propiedades que compra y vende, se sienta a mi lado apoyando sus codos en sus rodillas tomando mi pie y ayudarme a poner los zapatos. Veo al rubio que está concentrado en la consola viendo al par y lo que le dicen ajeno a nosotros, observo a Owen y tenerlo cerca no me crea demasiada comodidad, en estos momentos estar de él hace lo mismo que estar cerca de la arpía.

Los ensayos son buenos porque llevamos tiempo conociéndonos, pero desde que su padre nos propuso tocar cambio todo, la relación que mostrábamos fue un cambio total. Mis días en la sala de música se ven ocupados por la presencia del rubio o con él arrastrándome a estar con ellos, pero Owen, simplemente me prefiere lejos intentando complacer a todo el mundo. No quiero creer que Owen no me dijo la realidad de lo que paso, no quiero atribuirle humanidad y decir que es una víctima más de los tratos de la arpía.

—¿Qué quieres Owen?

—Hoy lo haces oficial, no tienes idea de lo que implica esto —lo veo con asombro sin duda en su tono—, eres buena Mai y siempre te lo dije, pero esto es demasiado yo no...

—Tu no que Owen —murmuro acercándome para que solo él escuche—, no voy a dejar que me sigan arruinando, deje a tu hermana reírse en mi cara por mucho y no voy a dejar que sigan.

—Tú no eres parte de este mundo, te consumirá Mai te conozco.

—Corrección Owen —me pongo de pie viéndolo—, me conocías, así que ¿Por qué no aceptas de una vez que soy parte de esto y nos haces un favor a todos?

INEVITABLE. Correr, ceder y caer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora