Maia llevaba tiempo escapando de las personas, pero no fue hasta que sus miradas se cruzaron de forma inesperada que toda su vida cambio.
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Todo lo que Maia quería era terminar su ultimo año y olvidar lo que había tenido que pasar para decirle adi...
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Oscuridad, todo se encontraba oscuro sin una pizca de luz que me indicara donde estaba, sentía frio, algo me decía que debía mantener la calma no tenía que tener miedo, en medio de las sombras no corría peligro. Un escalofrió recorre mi brazo izquierdo obligándome a voltear para encontrar oscuridad, un aliento cálido sopla mi cuello obligándome a girar sin encontrar nada, mis sentidos me engañaban, no estaba sola y no era capaz de ver quien estaba conmigo.
Estiro los brazos intentando encontrar a alguien, estaba rodeada dedos fríos acariciaban mis brazos dejándome estática cuando un reflector se prende revelando delante de mí a la izquierda la sonrisa seductora de Owen quien no deja de evaluarme, acariciando mi brazo hasta tomar mi mano a mi derecha un reflector se prende iluminando los rizos dorados de Junior quien besa mis nudillos. Todo mi cuerpo cosquillea, no sabía que estaban haciendo no podía dejar de verlos, lo que nos distanciaba se evaporaba obligándonos a estar juntos no había barreras que me hicieran elegir estábamos juntos.
Junior da un paso rompiendo toda la distancia al pasar un brazo por mi cintura y obligarme a parar en puntas de pie mientras me besaba con toda la ternura que poseía, mi cuerpo se hace de gelatina haciendo que mis piernas pierdan fuerza y mis ojos distingan la figura de Owen moverse. No sabía que planeaban, pero no podía apartarme de Junior que me sostenía, no había forma de escapar y no planeaba hacerlo, sentía el cuidado que tenía para no forzarme, me daba el poder de elegir.
El aliento de Owen se posa en mi cuello junto a sus manos que me obligan a no moverme mientras se encargaba de marcar mi cuello, lo odiaba y mientras uno era paciente dándome tiempo, el otro era posesivo forzándome a hacer lo que me oponía, pero quería. Eran agua y aceite, incompatibles y aunque estaban juntos no se mezclaban era quien los contenía, quien los mantenía unidos.
Mi cuerpo fallaba, no entendía lo que hacían podía morir y no me daría cuenta, ellos me hacían respirar y sentir viva, no era uno o el otro, eran ambos. Volteo tomando el pelo de Owen para besarlo dándole a Junior acceso a mi cuello, mis piernas no tocaban el suelo, todo lo que sentía era a ellos desarmándome y componiéndome a su antojo, una marioneta y sus titiriteros.
Mi corazón se encuentra acelerado, mis manos sudan y mi aliento es irregular abro los ojos distinguiendo la tenue luz filtrándose por las cortinas de Junior, un sueño, aquello no podía ser real solo una fantasía de mi subconsciente, es demasiado cuidadoso con Owen para dejar que se acerque y soy egoísta para elegir uno y apartar al otro. Debería haber una forma, pero es confuso no sé cómo permití que ocurriera, como puedo alejar a Owen cuando cada intento es destruido por nosotros, Junior sigue resultando ser un extraño y soy transparente dejando que me lea sabiendo lo que me pasa, no quiero dañarlo y a este paso saldremos lastimados.
La noche anterior aun da vueltas en mi cabeza no sé qué esperaba que ocurriera, una parte de mi buscaba algo mal. Se sentía tan fácil estar con él que a todos les parecía que nos conocíamos hace años, cuando quedaba mucho por conocer. Con él no existían miedos ni prejuicios no conocía que me había pasado y al parecer no importaba, ambos teníamos heridas, algunas de público conocimiento y otras tan profundas que en ocasiones no te dejan respirar.
