Maia llevaba tiempo escapando de las personas, pero no fue hasta que sus miradas se cruzaron de forma inesperada que toda su vida cambio.
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Todo lo que Maia quería era terminar su ultimo año y olvidar lo que había tenido que pasar para decirle adi...
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El día más esperado en todo el año llego, la graduación. De seguir viviendo con mis padres me vería forzada a ir, de estar con Junior sentiría la necesidad de ir, lo último que quiero es estar en ese lugar donde aquellas personas jamás hicieron algo para que me sintiera cómoda entre ellos. Saber que esta etapa que al principio era esperada termino me emociona, el desenlace que tuvo no se compara con el que imagine y el futuro no se asemeja a lo que me hubiera tocado vivir de no haberlo conocido.
Cambio mi vida y me duele no poder compartirla con él, todo lo que hizo no fue más que enamorarme y romperme el corazón, pero eso es algo inevitable cuando estás dispuesto a amar. Aceptas y le das a la otra persona el poder de destruirte cuando menos lo esperas, creí que sería mi felices para siempre, fue tan escaso, tan efímero que apenas será un recuerdo que llevare marcado en la piel como un tatuaje que jamás podre borrar.
Cuando el sol brille será cuando me pierda en el recuerdo de su pelo brillante y sedoso, el cielo del día más soleado me recordara el brillo de sus ojos y el calor del sol a la temperatura de nuestros cuerpos cuando me besaba o simplemente me tocaba. Me siento una tonta estar llorando por él, le resulto tan fácil enamorarme, estábamos destinados a conocernos, a enamorarnos perdidamente y como en una tragedia que nuestros caminos se separen recordando el amor más puro, profundo y perfecto que alguna vez imagine.
Evito ver caras que solo simbolizan un pasado desgarrador hasta el día que se topó en mi camino, evito ir a la graduación donde seguramente mis padres esperen verme, evito todo contacto con el dolor dándole una última visita a quien jamás le pude decir te amo. Es así como en mi huida decidí aparecerme sin previo aviso, las despedidas jamás son fáciles y esta no es la excepción, lo amo y lo amare por el resto de mi vida porque todo lo que tengo ahora es gracias a él.
Desciendo del Uber respirando una última vez el aire puro antes de terminar de dar los últimos pasos sintiendo que mi pulso es errático y mis piernas tienen dificultad para moverse, jamás una despedida me resulto tan difícil, pero no es una despedida cualquiera. Evite hacerlo, espere hasta el último minuto para decirle adiós, esta ciudad tiene muchos recuerdos y por más buenos sean, nada se acerca al dolor que me genera revivir todos una y otra vez, no hay lugar que no tenga un recuerdo nuestro.
Quisiera esperarlo toda la vida, pero el tiempo es escaso y aunque no vuelva a verlo sé que su recuerdo quedara impregnado en mi mente, sus palabras se reproducirán en un bucle eterno que no podré olvidar. Sus detalles, sus gestos, su sonrisa, su voz y su amor quedaran por siempre marcado en mi corazón como si lo cortaran en dos, tengo una mitad porque la otra la tiene él.
Nadie te da una lista de advertencias cuando te sumerges en este mundo de sentimientos, en este mundo al que llamamos amar, creí que amaba la música, cantar y tocar ¿Realmente sabía lo que era amar? Disfruto tocar, amo como la música se filtra en mi piel y como cantar transmite mis emociones, pero Junior, amar a Junior no se compara con la música, él simplemente me hace sentir viva. Quito el resto de lágrimas siguiendo con mi objetivo donde cada vez me siento más débil y el corazón amenaza con matarme, nunca es fácil, me hubiera gustado seguir con mi plan inicial de alejarlo, es ridículo.
