En otra ocasión seria despertada con un beso de mi madre deseándome un buen un café en la cama y si tuvo tiempo algo para desayunar. Mas de una vez quería estar lejos de ellos para esta fecha, alejarme de todos y los problemas que podría costarme tener personas a mi alrededor. A algunos puede parecerle egoísta que quiera alejarme, pero cuando pasas tu vida escuchando lo mal que estas, lo irracional que eres llega un punto en que necesitas escapar, alejarnos de ese ruido y centrarnos en nosotros, en el silencio.
Es por eso que habernos quedado con Charles lejos de sus padres, de las atenciones que una madre suele dar es ideal, es incómodo estar rodeada de tanta tensión, pero es lo que necesito personas distantes que no piensen en nada. Este es mi propio paraíso, libre de preocupaciones, libre de atenciones, libre de llamadas, libre de personas, libre de familia es por esa misma razón que me asegure de apagar mi teléfono y todo lo que implica tenerlo encendido, todo lo que necesito esta acá.
La nariz húmeda de Charly hace cosquillas en mi cuello, me rio abrazando al pequeño que gruñe y se acomoda en mis brazos antes de sentir que la cama se hunde con el peso de Junior, que se vea tan bien recién levantado tendría que ser ilegal. No quiero levantarme por lo que giro dándole la espalda arrastrando al cachorro que se acurruca metiéndose bajo las sábanas, es el mejor despertar que tuve por lo que mi sonrisa no se borra y crece cuando me besa el cuello.
—¿Pensaste que no me iba a enterar? —murmura mordiéndome el lóbulo de la oreja.
—Suponía que te enterarías —respondo despreocupada acariciando al pequeño Charly que lame mi mano—, supongo que no podemos fingir que no cumplo años.
—Jamás —se aparta y me incorporo viendo que su ausencia hace rato se debía a que se encargó de prepararme el desayuno—, feliz cumpleaños reina.
El pequeño se despereza yendo a la bandeja donde es bajado en su intento de robarme chocolate, si estar con Junior implica detalles que me enamoren cada día corro un gran riesgo del que temo no salir completa, no imagino mi vida como era antes y me asusta lo mucho que me gusta. Antes veía todo negro y no sabía acomodar lo que quería a mi vida, al fin puedo sentir que mi piel me pertenece, que mis deseos son míos y lo que se esforzaron en apagar brilla.
Me deleito con el sabor deshaciéndose en mi boca cuando doy el primer bocado al volcán de chocolate sintiendo las manos de Junior en mi cintura recordando lo sucios que fuimos en el hotel, tenerlo bañado en chocolate fue lo más loco que pudo hacer. Lo hace adrede y por eso no me contengo cuando le doy manchando su nariz dejándolo cubierto de chocolate, si de tentación hablamos esto no es más que provocarme para ceder es por esa razón que evito verlo, aunque lo tenga cerca y sus manos me estén rozando cada que quiere tomar algo de la bandeja.
—Tienes algo planeado —volteo a verlo sonreír ignorándome mientras toma su batido—, no voy a saber de qué se trata.
—Mi chica inteligente —lo empujo viéndolo reír—, tenemos todo el día para hacer lo que quieras.
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INEVITABLE. Correr, ceder y caer.
RomantikMaia llevaba tiempo escapando de las personas, pero no fue hasta que sus miradas se cruzaron de forma inesperada que toda su vida cambio. *** Todo lo que Maia quería era terminar su ultimo año y olvidar lo que había tenido que pasar para decirle adi...