Capitulo 38

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Acaricio la cabeza del perro de Owen quien sigue recuperándose de su golpiza de la misma forma que su madre lucha por vivir en el hospital, en estos momentos su expresión es la de alguien derrotado

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Acaricio la cabeza del perro de Owen quien sigue recuperándose de su golpiza de la misma forma que su madre lucha por vivir en el hospital, en estos momentos su expresión es la de alguien derrotado. Con la idea de levantarle un poco el ánimo decidimos aparecer en su casa de sorpresa, lo observo cojear sosteniéndose de unas muletas, tengo mis momentos de odio, pero no merece nada de lo que está pasando, nadie merece pasar por esto.

Gastón que se acerca mostrándole una golosina a Byron haciendo que me abandone y apoye sus patas en su pecho intentando quitarle la galleta que consigue sin esfuerzo, sacude sus orejas y lo deja ir mientras se tira a mi lado en el sofá. Observamos a Owen que ayuda a Junior y Tobías a acomodar las cosas que trajimos para pasar el día en su casa, sigo de vista al perro que sube las escaleras para intentar saltar a Elena que lo aparta enojada.

—Me alegra que estes acá —murmura mirando a Elena sentarse al pie de la escalera—,antes de Junior se hablaba conmigo, Kevin y Owen. De los dos Owen siempre fue el sociable, quien tenía amistades mientras Junior resaltaba en todo lo que hacía.

Puedo ver la clase de amistad que tiene con Gastón, la misma que note con Owen, sé que ninguno hablaba con Lucas a la hora de formar Kibao, pero no sabía que no hablara con nadie, si lo que dice es cierto explicaría porque Junior no se rindio. Siempre me pareció alguien lleno de amigos y contactos pregúntame cual era el alcance que tenía, resulta que su círculo se define en Kibao, el formo una familia, su propio grupo al preocuparse por los demás.

—No tenía idea.

—Junior siempre se preocupo por los demás, es lindo ver que tiene alguien que se preocupe por él.

—A veces no parece real todo esto —estira su cabeza viéndome—, nunca me imagine en una relación y ahora no me imagino sin él.

—Te lo comento para que veas que Junior es quien más te entiende, a todos nos pareció una locura como pasaron las cosas al principio, querer arrastraste a lo de Tobías, pedirte salir, exigirle a Owen tu número —suspira—, fue demasiado extremista. Pero verte con él ahora muestra que me equivoque, todos juzgamos demasiado pronto lo que tenían —observo al rubio que rie—, tienen muchos secretos que contarse, pero no le digas que lo mencione.

—¿Entonces porque lo dices?

—Por que puedo ver lo mismo que vi una vez en Junior: miedo.

Asiento y pasa un brazo por mis hombros atrayéndome a él, quiero saber más pero no me atrevo a preguntar, si sueltan sus secretos a sus espaldas no quiero imaginar que puedan decirle de los míos, agradezco que no conocerlos. Me apoyo contra su hombro y observo a la hermana de Owen que nos observa, sé que tiene un pequeño enamoramiento por él, no puedo evitar preguntarme hasta qué punto es la obsesión que tiene por el mayor de todos.

—Creo que nos observan —murmuro y sigue mi mirada mientras le sonríe.

—Chromi no te quedes sola, hay suficiente de mi para todas —bromea haciendo que frunza el ceño y se ponga de pie para sentarse al otro lado y abrazarlo—. Mi niña ruda, que tal la nueva escuela de baile.

INEVITABLE. Correr, ceder y caer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora