Capitulo 35

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Todo da vueltas, mi cabeza palpita, no recuerdo nada de lo que paso después de llegar a mi casa, era tarde y eso tuvo que molestar a mi padre, intento sentarme consiguiendo una puntada que atraviesa mi rostro, arcadas amenazan con hacerme vomitar ...

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Todo da vueltas, mi cabeza palpita, no recuerdo nada de lo que paso después de llegar a mi casa, era tarde y eso tuvo que molestar a mi padre, intento sentarme consiguiendo una puntada que atraviesa mi rostro, arcadas amenazan con hacerme vomitar antes que mi estomago gruña. Tengo hambre, mi boca esta seca y no sé qué hora es, intento buscar mi teléfono o el interruptor de luz en la oscuridad de mi cuarto cuando al girar me doy cuenta que la cama es más grande obligándome a arrastrar al borde y usar el reconocimiento que tengo de su cuarto notando que estoy en la habitación de Junior.

¿Qué estoy haciendo acá?

Intento escuchar algo sintiendo murmullos en el piso inferior, no sería la primera vez que despierto en su casa, pero si la primera con advertencias en medio, bajo las escaleras ignorando mi malestar viendo a Lucas compartir auriculares con Tobías mientras hablan frente a la pantalla de una Tablet. En la cocina veo a Charles, Junior y Owen hablando alrededor de la encimera, Charles se endereza y Junior voltea acechándose para tomar mi rostro e inclinarlo.

—¿Qué paso? —no reconozco mi voz.

—Discutiste con tu padre y —se queda callado, veo la rabia en sus ojos cuando los cierra y respira antes de ver sus ojos oscurecerse retirando un mechón de mi rostro—, no aguante cuando te abofeteo, no voy a dejarte volver. Te quedas hasta que se arregle o el tiempo que sea necesario, no voy a dejar que se repita.

—Toma Mai —Owen me entrega un vaso de jugo que agradezco sin apartar la vista de Junior—, sus padres están de acuerdo y Lucas está hablando con Magger y su padre.

No entiendo que está pasando, veo a Charles que no me quita los ojos de encima haciéndome diminuta rodeada de todos ellos, trato que no me afecte, pero es imposible, cuanto más pasamos juntos mas control tengo de mi vida. Me libera de lo que tanto me limita dándome lo que soñé sin esperar que lo diga, la idea de escapar con un y a quien a penas conozco no hace más que llenarme de dudas, confió y sé que lo hace por mi bien, porque en el fondo suplique irme, pero esto.

—Esto es —me quedo callada sin encontrar las palabras más que las de agradecimiento e incomodidad por invadir su casa—, no puedo quedarme —murmuro agachando la cabeza.

—Eso está arreglado, Junior se encargó de empacar tus cosas —veo a Charles desde la otra punta de la cocina—, puedes dormir con el rubio o quedarte con el cuarto de visitas, eso no importa, si necesitas espacio lo tienes.

No sé qué decir, Junior dijo que correr era algo nuestro, no espere vivir juntos, hay varias emociones atravesándome en este momento y no se cual es peor: admiración, desprecio, vergüenza, odio, miedo, agradecimiento ¿En qué momento pasamos de la nada al todo? No sé qué pensar, hizo algo que por años quise hacer: escapar de esas paredes, por más que el motivo no fue bueno, ni agradable, el resultado es el que necesitaba, uno que no me implique seguir un horario y pueda ensayar sin problemas con la banda incluso tocar con The Gifted.

INEVITABLE. Correr, ceder y caer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora