Capitulo 46

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Jazmín le da la segunda parte de su atuendo ganándome un golpe por parte de la bajita, una falda traslucida que resalta las botas largas, el rojo se volvió, mi color favorito

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Jazmín le da la segunda parte de su atuendo ganándome un golpe por parte de la bajita, una falda traslucida que resalta las botas largas, el rojo se volvió, mi color favorito. Puede que el guitarrista me traiga mala espina, pero le agrada a Maia y el detalle del micrófono hizo que su confianza se incrementara mi chica no confiaría en cualquiera por lo que hizo hoy fue de ayuda, Tristán merece un poco de confianza.

Es una locura el momento en que Maia sube al escenario con The Gifted el público enloquece, gritan y quedan en completo silencio cuando reconocen la canción. Nuevamente sorprende a todos con su presentación siendo uno de los temas más populares que jamás remixaron, en vivo, mi chica sorprende con su lanzamiento al mundo de la música. Hacemos historia, algo me dice que lo que paso esta noche es solo el principio de lo que le espera no me equivoque al elegirla.

A la hora de irnos me estoy lamentando darle mi auto a Frida, al menos mientras los demás salen de fiesta con The Gifted, Magger se ofreció a llevarnos al hotel, honestamente me excedí ayer y ahora la cabeza me duele por lo que necesito algo de tranquilidad y no la locura a la que los demás fueron. Maia tenía razón, podíamos hacer otro día lo que planeaba para nuestro primer San Valentín, paso la tarjeta por la puerta dejando que pase mientras enciendo la luz, agradezco haber hecho la reservación porque con lo de Charles lo último que quiero es escucharlos gritar y querer matar a mi hermano, demasiado tuve en la mañana.

La abrazo besando su cuello consiguiendo que voltee entrelazando sus manos en mi pelo, la levanto cargándola hasta el cuarto donde la tiro sobre la cama notando que toma uno de los tantos pétalos que pedí para la habitación, la superestrella no merece que le regalen flores. Merece detalles que le demuestren lo mucho que importa, merece momentos que no será capas de olvidar y esta noche planeo que no sea solo su primer concierto el que recuerde.

—¿Qué es todo esto? —se muerde el labio oliendo los pétalos.

No le respondo, en su lugar llevo mis manos a su cintura conociendo a la perfección el conjunto que elegí y desabrocho la falta llevando mis manos bajo el top sintiendo su piel tersa y caliente. Sus ojos no se apartan de mi dejándome el control de todo, no es algo que me moleste, pero a veces desearía que tome un poco la iniciativa no tener que medir mis gestos por incomodarla. Por eso creo que esta es la mejor forma de curar su inseguridad, si le muestro que puede hacerme lo que se le ocurra puede que se suelte y desafié lo que la reprime.

—¿Cumples uno de mis caprichos? —observa la habitación y dudosa asiente—. Antes que nada, date una ducha, tengo que pedir algo a recepción.

Me aparto dejándola sola en lo que me encargo de la segunda parte del plan siendo una locura que en cuanto sepa a que accedió de seguro me castra, reviso mi teléfono agradeciéndole a Charles la habitación. Espero servicio al cuarto quitándome los zapatos y la camisa, quizá mis planes originales están ligeramente modificados y solo quiera cumplir un capricho quitando la timidez de Maia usando su adicción a mi favor. Abro la puerta aceptando el carrito que llevo hasta el cuarto cerrando la puerta esperando que nadie moleste silencio los dos teléfonos, pese a que todos saben los planes que tengo, prefiero evitar distracciones, la ducha sigue sonando por lo que me apuro a acomodar todo mientras me saco el pantalón y caigo en la cama esperándola viendo el videoclip.

INEVITABLE. Correr, ceder y caer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora