Parte 3

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En cuanto cerré la puerta todos los que estaban en aquel lugar me empezaron a felicitar, todos sabían lo mucho que quería salir de allí, en especial dos de ellos que había tomado inconscientemente como mis figuras paternas.

-___-san.

Pude escuchar mi nombre a través de todo el barullo de las felicitaciones que se habían convertido en gritos, y de los aplausos.

-Mañana vendrán a tomarte medidas para hacer la ropa especial, toda tu ropa estará hecha de este material a excepción de tu traje de heroína, procura ser cuidadosa.
Harás el examen teórico el jueves, deberías prepararte.

-¡Pero estamos a martes y son las nueve de la noche!

-¿Y?

Tenía que tocarme a la malhumorada que me odia en el turno de vigilancia de noche.

-¿Y si me ayudas?- solo lo solté para molestarla un rato, lo dije con ese tono molesto que no le gusta a nadie.

-Tengo que vigilar.

-Mmmm... ¡Ya se! que lo hagan las plantas.

-No me fio de tus plantas.

-¡Oye! ¡No insultes a mis plantas!

-¿O?

-Ya lo veras- me despedí de ella guiñándola un ojo y me dirigí a pedir ayuda a otro sitio.

-Oye... Misaki, ¿me ayudas a estudiar esta noche?

-Para que dejes este sitio, lo que sea.

No es que Misaki fuese la más lista del lugar, pero para mí era como mi madre y tenía más estudios que yo, me valía con eso para confiar en ella.

Habíamos llegado a mi habitación, no era la más espaciosa, pero si la única que estaba personalizada de alguna manera. En cuanto nos sentamos nos pusimos a estudiar, debía salir de aquí.

-Bien... entonces...-

-¡No te duermas encima del libro!

-¡Perdón! Dime cuando empezó la revolución industrial.

-1760.

-¿Antes o después de cristo?

-¡Misaki! Deja de joder.

Seguimos un rato con las asignaturas en las que ella me podía ayudar, como lo eran historia o literatura, las asignaturas que eran de memorizar podría estudiarlas con ella, las otras me tocaría hacerlo sola, no las llevaba del todo mal asique me tenía que conformar.

-... ___-chan.

Hice un sonidito con la boca para dar a entender que la escuchaba.

-¿Como sabes que hora es si no tienes reloj?

-Por la luna.

-¿La luna?

-Sí, su posición me indica no solo la hora, también la estación, algo parecido pasa también con el sol, pero suelo tener más margen de fallo por que no me puedo guiar con las estrellas.

-¡¿Pero a ti no te dejaban tener reloj en la habitación?!

-Sí, pero para mi esto es más fácil y cómodo, puedes llamarme como quieras, pero ya me e acostumbrado a eso desde que me echaron y me tocó vivir en la calle.

-Bien... y dime, ¿Qué hora es?

-Serán...- miré por la pequeña ventana y la única de la habitación- las tres de la mañana.

-Impresionante.

La dediqué una sonrisa confiada y orgullosa.

-¡AHHHHHH!

-¡¿Qué pasa?! ¿Esa no es la vigilante estirada?

-Sí. Siéntate no pasa nada.

-¿Qué has hecho ahora?

-Nada.

Las pequeñas enredaderas del techo empezaron a moverse para indicar que ellas habían tenido la culpa.
Misaki entendía perfectamente porqué yo no decía nada, si me escuchaban me podrían castigar, por eso solo daba pistas.

-Creo que ya puedes dejar de aguantar la risa.

Empezó a reírse como una descerebrada, hacía un ruido bastante estridente a mi parecer, pero de algún modo era contagioso.

-Dime, ¿Qué has hecho?

-He empezado con ruidos extraños por los pasillos y pequeños toquecitos en sus pies y espalda, mientras, he creado una silueta de un monstro para asustarla y he puesto también un par de trampas que se desharán antes de que se de cuenta de que he sido yo- le contaba a Misaki en susurros, no quería que me pillasen aunque no había nadie cerca.

-¡Esa a sido buena!

-Lo se- me empecé a reír por mi comentario, Misaki me acompaño en las risas.

Cuando la mañana llegó Misaki se fue, no podía estar más tiempo en mi habitación, suficiente fue que le diesen permiso a quedarse por la noche. Yo seguía estudiando

A media mañana llegaron los que me tenían que hacer la ropa. Me tomaron las medidas y volví a estudiar. No es que fuese difícil, más bien, era largo y nadie se había tomado el tiempo de explicármelo.

Así estuve hasta que llegó el jueves. 

Vinieron los dos profesores que me explicaron las cosas y me convencieron, también había uno más, este era muy excéntrico, gritaba mucho, era rubio y llevaba ropa de cuero además de unas gafas de rock, parecía poner nervioso al que tenía cara de dormido.

Me explicaron el examen y di lo mejor de mi. No deje nada en blanco, puede que no me supiese la respuesta, pero eso no es sinónimo de no poner nada.

-Bien, mañana estarán los resultados, si todo sale bien saldrás el fin de semana, buena suerte.

Y se fueron por donde habían venido.

Yo fui directa al patio, habría ido a la azotea pero ahora no esta abierta y necesitaba aire, además que sabía que todos estarían allí.

Cuando abrí la puerta...

-¿Y bien?

-¿Cómo ha ido?

-¿Ha sido difícil?

-¿Te han dicho algo?

-¿Has dejado algo en blanco?

No sabía porqué pregunta empezar, asique grité alarmando a todos y les dije que se sentaran, empecé a contarles todo, desde como era el examen, sus preguntas, lo que había respondido, lo que me había inventado... todo.

-Pues parece que ha salido bien.

¡Una hora hablando para esa conclusión!

Ahora si que les mato.

-Bueno, ahora vete a la cama, es tarde y según lo que nos has dicho mañana te dan los resultados ¿no?

Ni siquiera me daba tiempo para contestar, ya me estaba llevando a la puerta y poco después a mi habitación, Hiromi era como mi padre en ese sitio, es bastante raro, es algo difícil de explicar, pero me caía bien y me cuidaba, para mi era suficiente.

Le hice caso y entré en mi cama, ya llevaba un par de días sin dormir, no era la primera vez, pero para estudiar me costaba más y me quedé dormida enseguida.

Los resultado llegaron a medio día y cuando los abrieron...

-¡APROBADO!

Me iba de ese lugar.

Estuvimos toda la tarde celebrando, Misaki me ayudó a preparar mis cosas para el día siguiente.

-___, hazte fuerte- dijo antes de cerrar la puerta y salir al pasillo.

Era la primera vez que no usaba el -chan.

Mitad (Todoroki×lectora) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora