Ahí estaba yo, inmovilizada junto a una de las personas que más odiaba en el mundo.
-¿Tan rápido te has dado cuenta de que es mejor que no intentes escapar?
-No pondré a mi compañero en peligro.
-Sabia decisión, una pena que vaya en tu contra.
-No es la primera vez que me veo en esta situación, y menos contigo.
-Exacto, ya echaba de menos esos momento padre e hija.
-Que le den a tus momentos padre e hija.
Vi como sacaba un cinturón de cuero y se preparaba para usar su quirk.
-Será mejor que te muevas poco, y como se te ocurra hacer algo tu amigo se queda sin cabeza.
Había creado hilos de sangre al rededor de mis tobillos y de mis muñecas con algo de sangre residual que había en ese sitio.
-¿Lista?
Solo tragué y cerré los ojos con fuerza en cuanto vi como subía la mano en la que llevaba el cinturón. Cada vez que me daba hacía que las cuerdas se moviesen y con ello mi cuerpo, los hilos de sangre eran fuertes y fijos por lo que empezó a hacerme una herida al rededor de las zonas donde estaban.
Intentaba callarme, no quería darle el gusto de oírme gritar, pero en algunos momentos, sobre todo al principio, era imposible ahogar los gritos.
-Te pondré esto- sacó una pequeña pulsera- no quiero que tu quirk se descontrole, con esto estaré seguro.
Sentía que mi quirk se debilitaba, tenía el mismo efecto que el quirk de Aizawa-sensei, pero en este caso el efecto sería a largo plazo, no tenía la ventaja de que el ser humano tenía que pestañear.
Después de un rato empecé a dejar de sentir mi piel, había mucha sangre, la mayoría era de mis extremidades, y la ropa había empezado a romperse por lo que también tenía algunos cortes en la zona del abdomen y la espalda.
-Te he visto mucho con el chico de Endeavor, ¿te gusta su cicatriz?
No respondí.
-Te haré una como la de él, parece que te gusta.
Volvió a la mesa donde tenía todas sus cosas y dejó el cinturón para coger un trapo.
-El factor sorpresa es más interesante.
Me vendó los ojos, pero pude escuchar como volvía a la mesa, el sonido de sus pasos era lo único que tenía para guiarme. Empezaba a oler a tabaco en la habitación.
-He vuelto a fumar por si te interesa la salud de tu padre.
-Me repugnas.
-Es una pena, ¡pero los juguetes no hablan!- me pegó con un hierro ardiendo- ¿no te gusta el sitio donde te la he hecho? debería seguir probando.
Así lo hizo, probó en muchas partes de mi cuerpo mientras yo gritaba de dolor, sentía como se me iba a a caer la piel, empezó con el abdomen y bajó hasta los pies pasando por las piernas, luego volvió a subir, pecho, cuello, brazos, espalda... sentía que eso no acabaría nunca.
-Dejaré que veas mi obra de arte.
Me quitó la venda de los ojos y miré hacia abajo, tenía ganas de llorar, estaba llena de marcas, marcas que tardarían demasiado en quitarse incluso si yo ayudaba. Sabía que se iban a quedar cicatrices, lo cual no me agradaba.
Solo quería llorar y pedir ayuda, pero ya sabía que nadie vendría, el daño ya estaba hecho y necesitaba ahorrar fuerzas para lo siguiente.
-Ahora quiero pedirte tu ayuda para practicar mi quirk, nadie quiere ayudarme, no tendrás que hacer nada, solo quédate quieta.
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Mitad (Todoroki×lectora) +18
FanfictionEncerrada desde pequeña, con una pésima infancia y con las ilusiones rotas, aún mantiene algo de esperanza y consigue salir de ese sitio. Fuera tendrá algún problema, no será fácil luchar contra los villanos, su pasado, presente o futuro. Nuevas per...