Parte 31

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Hacer guardia después de lo que había pasado me había dado más ventaja de la que nunca pensé. Ahora Ume estaba conmigo.

-¿Has secuestrado a otra más?

-Ella solo es el remplazo, desgraciadamente no la puedo hacer nada o mi plan se irá a la mierda...

-¿Qué plan?

-Eres curioso Shigaraki...

-Me interesa saber si estaremos en peligro.

-Nada de eso, los estudiantes irán ha hacer el examen para obtener la licencia ¿verdad?

-¿Piensas hacer algo en los exámenes?

-No en los exámenes, lo bueno vendrá después... voy a llevarle algo de comida a mi juguete, seguro que está hambrienta.

No puede ver bien la cara de Shigaraki ya que tenía una de sus manos en mitad, pero estaba seguro que no era una de agrado.

En ese momento Toga o más bien Ume entró por la puerta.

-¿Has sabido algo de ___?

-No estaba en la residencia pero parece ser que ha empezado a salir con el hijo de Endeavor, ¡me encantaría probar la sangre de tu hija!

-No te lo recomiendo Toga...  podría matarte, tu cuerpo no la soportaría por eso su quirk es tan peligroso...

-Pero tu consigues controlar su sangre.

-Solo si debilito su quirk antes... ni si quiera puedo dar órdenes muy elaboradas...gracias por la información Toga.

Fui camino a donde tenía escondida a Ume.

-¿Qué piensas hacerme?

Me encantaba ver la cara de miedo que tenían mis juguetes, me sentía en el cielo.

-No puedo hacerte nada por el momento... solo quédate quieta y no hagas tonterías o ___ se enfadará y no podré jugar con ella de nuevo.

-¡NO LA HAGAS NADA!

-¿Cómo piensas evitar eso?

Su mirada cayó al suelo y su cuerpo dejó de estar en tensión, algunas lagrimas caían por sus mejillas, como me gustaba verla así.

-Aunque no tenga ningún quirk... no te saldrás con la tuya...

-Sin quirk es imposible que me ganes, solo eres un juguete que no tiene encanto, un juguete que está defectuoso desde que lo fabricaron... solo seguías en esa casa porque gracias a ti tu hermana me hacía caso.

Con esas palabras había conseguido abatirla del todo.

-Come, si te mueres de hambre ya no tiene gracia.






Cuando me desperté vi que no estaba en mi habitación sino en la de Shoto, pero él esta vez no estaba a mi lado. Escuché la ducha y supuse que estaría en el baño, las imágenes de la noche anterior se me vinieron a la cabeza y me puse roja.

-Buenos días.

-Buenos días- solo llevaba una toalla puesta, cosa que me dio más vergüenza ya que me hacía recordar aún más la noche anterior.

-¿Lista para el examen?

Asentí sin despegar la vista.

-En ese caso deberías prepararte.

Ahora si que miré lo que llevaba, solo una camisa de Shoto y corrí a mi habitación a cambiarme para que nadie hiciese preguntas. Pude escuchar la risita de Shoto mientras comprobaba que nadie me había visto.

Cuando subimos al bus me senté junto a Shoto y como de costumbre Aizawa nos estaba dando la charla sobre lo que pasaría allí, no le escuche mucho.

-¿Cuando me vas a devolver la camiseta?

-¿Crees que te la voy a devolver? es un buen pijama.

Shoto se calló por un momento con su cara pensativa.

-Pues si cada vez que lo hacemos te dejo una me quedaré sin ropa.

Me puse roja de nuevo, pero esta vez mucho más, ahora era él quien lo había dicho, y además sin vergüenza y con toda naturalidad.

-¿Estás enferma? estas muy roja.

-Todavía te tengo que enseñar qué cosas tienes que decir de manera natural y que cosas no.

-Por cierto, tu hermana se pasó por la residencia cuando no estabas.

-Mira que la dije que no volviese.

-¿Sabe algo de lo que pasaba con tu padre?

-No era un secreto ¿por qué preguntas?

-Me pareció que estaba rara, pero se fue rápido así que tampoco puede saberlo bien.

Me quedé pensando en lo que Shoto había dicho, en mi casa lo que pasaba no era ningún secreto así que era raro que preguntase eso ahora...

En cuanto llegamos a donde se realizaría el examen muchos nos reconocieron gracias a el festival deportivo, pero debido a eso, como Aizwa había dicho, también conocían nuestros quirks por lo que estábamos en desventaja.

Me separé un momento del grupo para reflexionar, yo solo tendría una oportunidad y no habría vuelta atrás, debía demostrar que no era peligrosa, que sabía controlarme y que podría ayudar si alguien lo necesitaba.

-Disculpa, eres ___ Ukashi ¿cierto?

Asentí levemente a la mujer que me preguntaba, la verdad era que me sonaba un poco...

-¿Eres la hermana de Ume?

-¿Ha pasado algo con ella?

Ahora ya recordaba quién era esa persona, años atrás yo había dejado a Ume con ella, de alguna manera era su madre.

-No ha vuelto a casa, dijo que quería verte de nuevo, que la última vez no habíais podido hablar bien, pero no volvió a casa, creí que tu podrías saber algo, por eso es que ha venido.

Un nudo se había formado en mi garganta y la presión en el pecho se hizo presente, ¿Ume no había vuelto?

-Yo no se nada- dije con la voz algo entre cortada por la noticia- tengo entendido que la última vez que vino yo no estaba y habló con otra persona, me ha dicho que parecía rara. ¿Se lo ha dicho a los héroes?

-Ya lo saben, pero tenía la esperanza de que tu pudieses saber algo- algunas lagrimas empezaban a asomar por los ojos de la mujer y el nudo en mi garganta cada vez era más grande.

-Ayudaré con la búsqueda...

-¿Fuiste tu la que la llevó a mi casa hace años?

-Sí, supongo que sabe quién es mi padre.

-Gracias por traerla...

-Gracias por cuidarla, la traeré de vuelta... lo prometo.

Cuando volví con los demás vi como Shoto estaba "discutiendo" con un chico de otra preparatoria.

-¿Qué pasa aquí?- me metí en medio de esa pequeña discusión.

El chico de la otra preparatoria me miró de arriba a bajo y luego puso una pequeña sonrisa, casi invisible ante su semblante serio. Shoto como respuesta agarró mi muñeca y me junto más a él.

-Ella es mía- pegó sus labios contra los míos a lo que yo me quedé petrificada.

Los gritos de las personas de mi clase no paraban, ¿por qué tengo el presentimiento de que algo no va a salir bien?


Mitad (Todoroki×lectora) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora