Mitad (Todoroki×lectora) +18

Parte 47

Cuando me levanté a la mañana siguiente vi a un heterocromático durmiendo a mi lado, traté de no despertarle y me dirigí a la cocina para poder comer algo. Todavía recordaba lo que habíamos hecho la noche anterior, me alegraba que mi experiencia con mi padre no me hubiese hecho perderme cosas.

Tomé unas galletas y me senté en la silla para empezar a comerlas.

-___, pon las noticias- Denki apareció por detrás.

-No sabía que podías ver otra cosas que no fuesen dibujos- aunque me burlé también le hice caso.

Cada vez más protestas por la libertad de la nueva heroína empiezan en todo Japón, los ciudadanos declaran que el juicio de hace unos años no fue justo y que no tenían las pruebas suficientes. También declaran que no ha tenido suficiente protección por parte del gobierno y de los héroes dados los recientes acontecimientos con el villano Akichi, su padre.

-¿Hablan de mi?- apunté a la televisión.

-¿De quién sino?- Denki respondió como si fuese lo más obvio del mundo.

-Pero ¿Por qué?- pregunté atónita.

-Ahora eres más conocida, parece ser que al mundo no le a parecido justo el trato que te han dado. Tampoco me hagas mucho caso, no me entero mucho de estas cosas.

-Gracias Kaminari, le preguntaré a Aizawa a ver si sabe algo.

La gente fue llagando poco a poco a la sala común y veían las noticias, se dedicaban ha hablar conmigo sobre lo que estaban diciendo y a decir sus conclusiones. Cuando llegó Shoto lo pusieron rápidamente al día y tampoco tardo mucho en empezar a sacar conclusiones.

Cuando Aizawa llegó lo primero que hice fue levantarme e ir hasta donde él estaba.

-¿Qué está pasando?- ni siquiera lo saludé.

-Hola, yo bien ¿y tú?-el sarcasmo se notaba desde lejos- tengo noticias.

Lo miré expectante.

-Los jefes quieren verte y cuando antes mejor según mi información, cámbiate y nos vamos.

Asentí enérgicamente y fui rápidamente a cambiarme como Aizawa me había dicho.

Posteriormente nos montamos en un coche y fuimos hasta donde se solían reunir todos mis superiores.

-Bueno verte Ukashi- ese hombre sabía a la perfección lo mucho que odiaba mi apellido.

-Toma asiento- esa mujer siempre fue bastante maja.

-Debido a las recientes revueltas de los ciudadanos por todo Japón hemos decidido reabrir tu caso.

Me sorprendí por esas palabras, era la primera vez que decían algo con tanto sentido.

-No tendrás abogado, al igual que la última vez, así que deberías prepararte bien tu defensa. Ya sabes que tendrás todas las pruebas a tu disposición, no podrás hacerlas públicas hasta el día del juicio.

Simplemente asentí, estaba feliz ya que era la primera vez que se replanteaban reabrir el caso. Ahora me tocaba hacer uso de las notas que había estado tomando sobre el tema desde que me encerraron. También debía hablar con algunos expertos de los crímenes para preparar una buena defensa.

En cuanto salimos de ese sitio pregunté.

-Ya sabes lo que voy a preguntar, ¿verdad?

-Iremos el domingo, lleva las cosas preparadas.

-Eres el mejor tutor que he tenido nunca.

-Teniendo en cuenta que soy el único que has tenido no se si sea un halago, pero gracias, supongo.

Miré hacia otro lado divertida, tenía razón, pero yo también sabía que no había nadie mejor que él para encargarse de una clase como la mía.

-¿Algo importante que se deba de saber?- no me habían dado tiempo casi ni de abrir la puerta y ya estaba toda la clase esperando una respuesta.

-Se reabre mi caso- grité emocionada para que todos se enterasen.

En un principio todos guardaron silencio, cómo si estuviesen pensando en lo que acababa de decir, pero poco después se pusieron a gritar y a celebrar.

-¿Necesitas ayuda en algo?- Todoroki consiguió abrirse paso entre mis compañeros.

-No te preocupes, está todo bajo control, esta vez ganaré.

-Si necesitas ayuda solo pídelo.

-Lo haré... y pensándolo bien... ¿me ayudas a buscar donde tengo mis notas sobre el caso?

Shoto sonrió en un suspiro que me hizo reír.

No estuvimos mucho tiempo buscando, es más Shoto se quedó a revisarlos conmigo y tardamos mucho más en eso que en encontrarlos.

-Lo has apuntado todo, impresionante, mejor que Midoriya.

-Nunca perdí la fe de que saldría de ese lugar en algún momento, tenía que tomar apuntes sobre todo lo que estaba a mi alcance.

-Sigue siendo impresionante.

-Gracias, por cierto, el domingo iré con Aizawa-sensei a la prisión para hablar sobre esto con los que más saben.

-Dales recuerdos de mi parte- me dio un corto beso y se fue hacia la puerta- buenas noches.

¿A quién exactamente tengo que darle recuerdos? sabía que había estado allí cuando pasó lo de mi hermana, pero siempre se me olvidaba preguntarle con quién había hablado.

Me quedé pensando en eso y componiendo buenos argumentos para estar preparada para lo que se venía.

El domingo llegó, era por la mañana y ahora estaba desayunando lo más rápido posible para que Aizawa no se enfadase por que había llegado tarde. Afortunadamente llegué justo a tiempo.

-¿Llevas tu licencia?

Asentí.

-Estoy lista.

Nos montamos en el coche que nos llevaría hasta Tártaros.

-Es bueno verte sin el uniforme de presa- la recepcionista era tan maja como siempre- ¿ellos?

-Por favor- sonreí.

-Ya sabes donde encontrarlos, y luego sal al patio seguro se alegran de verte, se enteraron de lo que pasó.

-Eso está hecho, al fin y al cabo son como mi familia.

Llegué a la cafetería donde seguramente mis dos grandes compañeros estarían jugando al ajedrez, Hiromi regodeándose en su victoria y Misaki con los nervios a flor de piel porque no era capaz de ganar. 

Así fue.

-¿Cómo está mi par favorito?- dejé los papeles sobre el tablero de ajedrez.

En menos de un segundo ya me encontraba entre los brazos de ambos presos diciéndome lo mucho que se alegraban de que estuviese bien.

-¿Qué tal el albino?- Misaki tan directa como siempre.

-¿Shoto?, está bien... así que habló con vosotros.

-Sí y parecía preocupado, es un buen chico, deberías haber visto cómo le hablo a este- señaló a Hiromi.

-Me puedo hacer una idea- recordé cómo le hablaba a su padre al principio de nuestra relación.

-¿Y qué te trae por aquí? que yo sepa no has hecho nada para que te encierren.

-Se ha reabierto mi caso, ¿me ayudáis?